07.05.2013 Views

Edición Digital - Fundación Luis Chiozza

Edición Digital - Fundación Luis Chiozza

Edición Digital - Fundación Luis Chiozza

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

OBRAS COMPLETAS TOMO III 87<br />

aparecen las lágrimas a consecuencia de una emoción agradable o<br />

penosa, puede discernirse allí uno u otro de esos caracteres.<br />

El fenómeno de derivación y de sustitución es particularmente visible<br />

en las lágrimas que siguen a los grandes dolores físicos o morales,<br />

cuya expresión natural hemos contenido; las lágrimas pueden entonces<br />

ser comparadas a bruscos escapes y corren inagotablemente. En<br />

el teatro, en la lectura de una novela, en el relato de un infortunio,<br />

cuando lloramos de piedad es porque es imposible o inútil traducir<br />

en gestos o actos la emoción que nos embarga ante la desgracia irreal<br />

o lejana que se nos presenta; es curioso que en la vida real, donde la<br />

simpatía puede expresarse por palabras, ademanes y gestos adaptados,<br />

muy raramente se llora de piedad...<br />

Más adelante continúa Dumas (1933a, pág. 340):<br />

Por lo demás, la relativa oposición que vemos establecerse aquí,<br />

entre la reacción lagrimal y la reacción motora, se manifi esta para<br />

otras secreciones y otros movimientos.<br />

El aspecto del pan seco –escribe Pavlov–, hacia el que el perro<br />

apenas se vuelve, provoca una abundante secreción de saliva,<br />

mientras que la carne, sobre la que se arroja ávidamente, a la vista<br />

de la cual trata de libertarse de su cadena, por la que rechina los<br />

dientes, no provoca a distancia ninguna actividad de las glándulas<br />

salivales. En esta experiencia encontramos así una manifestación<br />

de lo que en la vida del espíritu consideramos como un deseo;<br />

pero ese deseo se manifi esta únicamente por movimientos, y de<br />

ningún modo por la actividad de las glándulas salivales. Parece<br />

que estamos ante una ley general de antagonismo y sustitución.<br />

(Dumas, 1933a, pág. 340)<br />

Tenemos aquí, claramente delineado, el fenómeno que Freud denominaba,<br />

en sus primeras formulaciones de la terapéutica psicoanalítica,<br />

derivación por reacción. La efusión de lágrimas adquiere así, a través de la<br />

interpretación de Darwin retomada por Dumas, el sentido de la derivación<br />

por reacción, de una descarga motora, de los afectos retenidos que buscan<br />

su camino hacia la acción.<br />

Permanece sin embargo aún inexplicado el sentido específi co de la<br />

efusión de lágrimas, el porqué y el signifi cado de la elección de este camino<br />

particular para la expresión de determinadas emociones.<br />

Darwin intenta una vía de explicación que es común encontrar en un<br />

gran número de trabajos acerca de la “interrelación” psicosomática. Consiste<br />

en intentar comprender a través de qué vías de asociación “somática”<br />

puede un órgano “secundariamente” convertirse en el efector de una fanta-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!