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Edición Digital - Fundación Luis Chiozza

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OBRAS COMPLETAS TOMO III 35<br />

Con el presente material, que, debo aclararlo, era comple tamente inhabitual<br />

en ella, deseo ejemplifi car, en primer lu gar y como contenido, los<br />

celos que estallan porque, aunque disociados y colocados en un síntoma<br />

corporal, ya estaban “a fl or de piel”,<br />

Aunque luego volveremos sobre este aspecto, para evitar repeticiones<br />

nos apoyaremos en M. Klein (1957a) y diremos que si, como ella<br />

afi rma, “los celos están basados en la envidia”, podemos aceptar que en<br />

este material otro contenido importante era un sentimiento de envidia<br />

inconciente que también perma necía negado y se expresaba somáticamente.<br />

Durante el día feriado, celos y envidia fueron reactivados nuevamente<br />

junto con la gratitud experimentada hacia un objeto gratifi cante<br />

trans ferido sobre mí, pero que ya no estaba materialmente presente, y<br />

fueron negados y disociados maníacamente, y también inhibi dos en su<br />

derivación hacia la acción y hacia la conciencia por tratarse de actos<br />

prohibidos y de representaciones displacenteras. Quedaron bloqueados<br />

simultáneamente el pensamiento y la actuación, y fueron sustituidos por<br />

el síndrome corpo ral, a través de un órgano cuyo lenguaje debe ser particularmente<br />

apropiado para expresar estas vivencias, puesto que lo suponemos<br />

muy íntimamente vinculado a las fuentes somáticas específi cas<br />

que proporcionan la carga para esos afectos (<strong>Chiozza</strong>, 1963a). Los celos<br />

y la envidia fueron, pues, sustituidos por un síndrome corporal cuya representación<br />

psicológica acompañante era una ansiedad hipocondríaca.<br />

Esta ansiedad hipocondríaca esta ba antes, durante su negación maníaca,<br />

encubierta. Al día si guiente, el tiempo transcurrido como separación<br />

y mi demora fueron incrementando la frustración (como ocurre con el<br />

lactante que alucina el pecho), y esto transformó la negación en económicamente<br />

insostenible. Aparecieron entonces los celos como contenido<br />

psicológico, acompañados de un insight que en parte era defensivo<br />

(Etchegoyen, 1960), pero simultáneamente apareció la envidia en forma<br />

de mecanismo repetido inconcientemente como actuación que se satisface<br />

a través de la acción (material) contenida en las palabras (Álvarez<br />

de Toledo, 1956).<br />

Es decir, la negación se deshizo en parte, como mecanismo maníaco,<br />

pero se mantuvo también en parte dentro de la repetición (actuación)<br />

como mecanismo psicopático. En el mismo co mienzo de esta sesión, ya<br />

se hacía evidente que el cuadro somático estaba volviendo a adquirir una<br />

representación psicológica, y al día siguiente, en efecto, habían mejorado<br />

sus síntomas hepáticos casi por completo. Para esta evolución intervinieron<br />

a mi juicio, y además de la repetición en el presente de un ciclo<br />

pasado, tres mecanismos:

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