Nº 28 15/12/2008 - enfoqueseducativos.es

REVISTA DIGITAL ENFOQUES EDUCATIVOS Nº 28 15/12/2008
• Revisar cada día lo que se ha hecho en clase para fijar los contenidos y
mantener una continuidad en el estudio.
• Decidir qué lugar es el más idóneo para el estudio sabiendo que lo mejor es
una sala con un asiento cómodo, bien iluminada, ventilada, dotada del
material necesario y sin distracciones.
• Utilizar un calendario o una agenda para señalar las fechas de entrega de
trabajos, exámenes, tareas para hacer, con objeto de evitar los olvidos. Al
comenzar el tiempo de estudio, el niño debe consultar su agenda y al
terminar volver a mirar para asegurarse de que lo ha hecho todo. Con esta
rutina los niños adquieren responsabilidad, autoestima y confianza en sus
capacidades y actitudes.
• Hacer una primera lectura rápida (pre-lectura) para entender de qué trata el
tema.
• Leer detenidamente el tema antes de pasar a la realización de las actividades.
Esta lectura comprensiva ayuda a retener las ideas clave y a prevenir
posibles errores en la realización.
• Reconocerse a sí mismo el buen hacer en la tarea para mantener la
motivación en todo momento.
• Mantener una actitud positiva hacia el aprendizaje. En muchas ocasiones, el
estudiante hace las cosas con desgana siendo una total pérdida de tiempo.
Por eso, es vital el sentir interés por hacer bien lo encomendado y llegar a ser
mejor día tras día.
• Organizar los apuntes y actividades de clase de manera que tengan fácil
acceso.
• Hacer las tareas más complejas antes que las más sencillas.
• Ser persistente y repetir las ideas más importantes. La repetición constituye
un elemento esencial en el aprendizaje para consolidar los contenidos en la
memoria. Sin embargo, hasta llegar a la memorización de determinada
información, nuestra mente necesita pasar por diferentes etapas:
a) Comprensión y entendimiento de la información.
b) Fijación para recordar datos por medio de la repetición.
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