Nº 28 15/12/2008 - enfoqueseducativos.es

REVISTA DIGITAL ENFOQUES EDUCATIVOS Nº 28 15/12/2008
• El pensamiento consecuencial: nos ayuda a prever las consecuencias y
reacciones de los demás ante un hecho. Sin él, se actúa impulsivamente.
• El pensamiento medios-fin: no permite planificar los objetivos y los
medios para conseguirlos ante una situación. Sin él, vamos a bandazos.
• El pensamiento de perspectiva: es aquel que nos hace ponernos en el
lugar del otro, comprendiendo lo que piensa. Sin él, decimos las cosas sin
pensarlas, con las consecuencias que eso trae.
Podemos llevar a cabo una metodología para el aprendizaje de estos
pensamientos. Cada sesión debe durar cuarenta y cinco minutos, la clase se dispondrá
en circulo para facilitar la participación, se les explica a los alumnos la importancia y el
interés del tema y a continuación se presenta, dejando dos minutos de trabajo individual
y se realiza una puesta en común.
Seguidamente se exponen otros dos temas y se repiten los pasos anteriores. Una
vez discutidos los tres temas, se hace una puesta en común general y se acaba con
imaginado una escena o construyendo una frase que resuma todo.
Las sesiones del método son diez que se desarrollan a continuación:
1. Ventajas, inconvenientes y dudas: consistiría en ver las consecuencias
buenas (ventajas), la malas (inconvenientes) y ni buenas ni malas
(dudas), pensamiento consecuencial, y las consecuencias tanto para mí
como para los demás (pensamiento de perspectiva). El objetivo es pensar
en las consecuencias y valorarlas antes de actuar.
2. Todos los factores: hay que ver todas las causas de un problema
(pensamiento casual). El objetivo de la sesión es fijarse en todos los
factores que influyen en una situación.
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