PIANO MUSIC - Abeille Musique

LISZT Rapsodia española y otras obras sobre temas españoles
P
ARA AHORA la hispanofilia musical debería ser
objeto de lo que Sherlock Holmes pudo denominar
‘una pequeña monografía sobre el tema’. Al igual
que la moda por la chinoiserie en la decoración de
interiores, la imitación de todo lo relacionado con España
fue durante muchas décadas del siglo XIX una inspiración
común, y la música con sabor español resultó ser por
último mucho más popular que el arte o la música
folkórica auténticamente españoles, vide este recital y las
contribuciones de famosos compositores, entre los que
podríamos citar a Bizet, Rimsky-Korsakov, Moszkowski,
Chabrier, Glinka y Lalo.
A partir de octubre de 1844, Liszt recorrió España y
Portugal durante seis meses; sin duda fue durante este
viaje cuando escuchó directamente algunas de las
melodías que incorporaría en distintas obras para piano,
aunque, al parecer, como ocurrió con tanta de su música,
no llegó a interpretar ninguna de ellas en público. Liszt no
volvió a visitar nunca más aquella parte del mundo, pero
mantuvo contactos con la misma a través de su música y
sus estudiantes de la Penísula Ibérica durante el resto de
sus días.
El manuscrito de la Gran fantasía concierto sobre
temas españoles está fechado en ‘Lisbonne, 2 Février,
[18]45’, pero la obra no se publicó hasta después del
fallecimiento del compositor. Apareció en 1997, dedicada
a Lina Ramann, la primera biógrafa de Liszt. Desconocemos
el motivo de que Liszt conservara esta pieza inédita
durante tantos años, pero debió pensar en ella en su edad
avanzada para ponerle dicha dedicatoria. La Rapsodia
española posterior comparte un tema con la pieza, y un
manuscrito inacabado de Weimar contiene también cierto
material común. La presente obra enorme se basa en tres
melodías: un fandango, que se escucha al comienzo de
una extravagante fantasía, inmediatamente reconocible
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por cualquiera que recuerde el tercer acto del Figaro de
Mozart; la Jota aragonesa, que aparece en diversas
composiciones de homenajes musicales a España, tratada
aquí de forma lenta y rapsódica, y una cachucha, que
aparece primero como melodía subsidiaria de la jota, para
retornar, tras un nuevo desarrollo del fandango, como una
sección por derecho propio y a su tempo normal, esta vez
con fragmentos de la jota que por último se hace con la
supremacía en la coda.
La romanesca es una melodía de baile española que
en diversos catálogos de Liszt curiosamente solía
atribuirse a Italia. El compositor publicó su primera
elaboración de la misma como un ‘fameux air de danse du
seizième siècle’ en 1840. Inusitadamente para Liszt en
una composición no religiosa, el compás es de (con
un breve en la introducción), y la melodía aparece
establecida por vez primera sólo en la mano izquierda. El
único material secundario es un zapateado repetido en un
acorde de Do mayor con trinos en ambas manos; el resto
del tema carece de variaciones ornamentales. Resulta
interesante comparar esta versión con la posterior, publicada
en 1852 como una ‘nouvelle édition entièrement
revue et corrigée par l’auteur’ (¡cuantas veces empleó
Liszt esta expresión para sus modificaciones!), donde los
valores de las notas (pero también el tempo) se reducen a
la mitad, el conjunto se interpreta de forma más
nostálgica y gran parte de la coda ha sido vuelta a
componer.
La Rapsodia española se ha convertido en una de las
composiciones más conocidas de Liszt, si bien tardó cierto
tiempo en establecerse en el repertorio. Liszt le dijo a Lina
Ramann que la había escrito en recuerdo de su viaje por
España durante su permanencia en Roma hacia 1863. La
obra se publicó en 1867, subtitulada Folies d’Espagne et
Jota aragonesa. Más tarde se la encontró frecuentemente