13.05.2013 Views

Piel negra, máscaras blancas - gesamtausgabe

Piel negra, máscaras blancas - gesamtausgabe

Piel negra, máscaras blancas - gesamtausgabe

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Y tam-tam velado, la respiración a lo lejos de la noche,<br />

Tú, Tokowaly, escuchas lo inaudible, y tú me explicas lo que cuentan los ancentros en la<br />

El toro, el escorpión, el leopardo, el elefante y los peces familiares,<br />

[serenidad marina de las constelaciones<br />

Y la pompa láctea de los Espíritus por la corteza celeste que no acaba nunca,<br />

pero he aquí la inteligencia de la diosa Luna y que caen los velos de las tinieblas.<br />

Noche de Africa, mi noche <strong>negra</strong>, mística y clara, <strong>negra</strong> y brillante15.<br />

Yo me convertía en el poeta del mundo. El blanco había descubierto una poesía<br />

que nada tenía de poética. El alma del blanco estaba corrupta y, como me decía un<br />

amigo que enseña en los Estados Unidos: «Los negros frente a los blancos constituyen<br />

de algún modo un seguro sobre la humanidad. Cuando los blancos se notan demasiado<br />

mecanizados recurren a los hombres de color y les piden un poco de alimento<br />

humano.» Finalmente era reconocido, ya no vivía una nada.<br />

Pronto iba a desencantarme. El blanco, despistado por un momento, me expone<br />

que, genéticamente, yo representaba un estadio: «Vuestras cualidades han sido ya<br />

agotadas por nosotros. Nosotros hemos tenido místicos de la tierra como vosotros<br />

no conoceréis nunca. Sumergios en nuestra historia y comprenderéis hasta qué punto<br />

se ha producido esta fusión». Entonces tuve la impresión de repetir un ciclo. Mi<br />

originalidad me era arrebatada. Estuve mucho tiempo llorando y después me dispuse<br />

a vivir de nuevo. Pero me acosaban una serie de fórmulas disolventes: él olor<br />

sui generis del negro..., la bonhomía sui generis del negro..., la ingenuidad sui gene-<br />

ris del negro...<br />

Había intentado evadirme por la banda, pero los blancos se me habían tirado encima<br />

y me habían desjarretado la pierna izquierda. Recorría los límites de mi esencia.<br />

No había duda, era muy escasa. En este nivel se sitúa mi más extraordinario descubrimiento.<br />

Este descubrimiento es, propiamente hablando, un redescubrimiento.<br />

Excavaba vertiginosamente en la antigüedad <strong>negra</strong>. Lo que descubrí me dejó estupefacto.<br />

En su libro sobre Uabolition de l’esclavage, Schcelcher nos aportaba argumentos<br />

perentorios. Después de él, Frobenius, Westermann, Delafosse, todos<br />

blancos, corearon: Ségou, Djenné, ciudades de más de cíen mil habitantes. Se habla<br />

de doctores negros (doctores en teología que iban a La Meca a discutir el Corán).<br />

Todo eso exhumado, extendido, visceras al viento, me permitía recuperar una categoría<br />

histórica válida. El blanco se equivocaba, yo no era un primitivo, ni tampoco<br />

un semihombre, yo pertenecía a una raza que, hacía dos mil años, trabajaba ya el oro<br />

y la plata. Y después había otra cosa, otra cosa que no podía comprender el blanco.<br />

Escuchad:<br />

15 Léopold Sédar Senghor, Chants d ’ombre, París, Seuil, 1945.<br />

124

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!