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SIGMUND FREUD<br />
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<strong>de</strong>seo <strong>de</strong> nuestra primera infancia. También en este punto surge la interrogación <strong>de</strong> si no<br />
será éste un carácter general <strong>de</strong> todo sueño .<br />
3) <strong>La</strong>s fuentes oníricas somáticas.<br />
Cuando intentamos <strong>de</strong>spertar el interés <strong>de</strong> un hombre culto, pero profano en estas<br />
materias, por <strong>los</strong> problemas <strong>de</strong>l fenómeno onírico y le preguntamos con tal propósito cuáles<br />
son a su juicio las fuentes <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>sueños</strong>, observamos casi siempre que el interrogado cree<br />
poseer un exacto conocimiento <strong>de</strong> una parte por lo menos <strong>de</strong> esta cuestión. Pensará, en<br />
efecto, inmediatamente en la influencia que las digestiones perturbadas o difíciles, la<br />
posición <strong>de</strong>l durmiente y <strong>los</strong> pequeños estímu<strong>los</strong> exteriores manifiestan ejercer la<br />
formación <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>sueños</strong>, y no parecerá sospechar que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> tener en cuenta todos<br />
estos factores que<strong>de</strong> aún algo necesitado <strong>de</strong> esclarecimiento. En nuestro capítulo <strong>de</strong><br />
introducción examinamos con toda minuciosidad el papel que la literatura científica<br />
atribuye con respecto a la formación <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>sueños</strong> a las fuentes somáticas <strong>de</strong> estímu<strong>los</strong>. Por<br />
tanto, no necesitamos ahora sino recordar <strong>los</strong> resultados <strong>de</strong> dicha investigación. Hemos<br />
visto que se distinguían tres clases <strong>de</strong> fuentes oníricas somáticas; <strong>los</strong> estímu<strong>los</strong> sensoriales<br />
emanados <strong>de</strong> objetos exteriores, <strong>los</strong> estados internos <strong>de</strong> excitación, <strong>de</strong> base exclusivamente<br />
subjetiva, y <strong>los</strong> estímu<strong>los</strong> somáticos proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l interior <strong>de</strong>l organismo.<br />
Observamos asimismo la predilección <strong>de</strong> <strong>los</strong> autores por las fuentes somáticas y su<br />
ten<strong>de</strong>ncia a situar muy en último término las psíquicas o excluirlas totalmente. Al examinar<br />
las pruebas aducidas en favor <strong>de</strong> las primeras, advertimos: 1º Que la importancia <strong>de</strong> las<br />
excitaciones objetivas <strong>de</strong> <strong>los</strong> órganos sensoriales -originadas en parte por estímu<strong>los</strong><br />
casuales sobrevenidos durante el reposo y en parte por aquel<strong>los</strong> otros que no pue<strong>de</strong>n ser<br />
mantenidos a distancia <strong>de</strong> la vida anímica durmiente- queda comprobada por numerosas<br />
observaciones y confirmada experimentalmente. 2º Que la función <strong>de</strong> las excitaciones<br />
sensoriales aparece <strong>de</strong>mostrada por el retorno <strong>de</strong> las imágenes hipnagógicas en <strong>los</strong> <strong>sueños</strong>;<br />
y 3º Que la amplia referencia efectuada <strong>de</strong> nuestras imágenes y representaciones oníricas a<br />
un estímulo somático interno no es comprobable en toda su extensión, pero encuentra un<br />
punto <strong>de</strong> apoyo en la influencia, generalmente reconocida, que el estado <strong>de</strong> excitación <strong>de</strong><br />
<strong>los</strong> órganos digestivos, urinario y sexual ejerce sobre el contenido <strong>de</strong> nuestros <strong>sueños</strong>.<br />
El estímulo nervioso y el estímulo corporal serían, pues, las fuentes somáticas <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
<strong>sueños</strong>; esto es, las únicas fuentes oníricas, según algunos autores. Pero, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> esto,<br />
hemos acogido en nuestra introducción toda una serie <strong>de</strong> dudas referentes no tanto a la<br />
exactitud como a la suficiencia <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> estímu<strong>los</strong> somáticos. Por muy seguros<br />
que hubieran <strong>de</strong> sentirse <strong>los</strong> representantes <strong>de</strong> esta teoría con respecto a <strong>los</strong> fundamentos<br />
afectivos <strong>de</strong> la misma -sobre todo en lo relativo a <strong>los</strong> estímu<strong>los</strong> nerviosos acci<strong>de</strong>ntales y<br />
externos, fácilmente comprobables en el sueño-, ninguno <strong>de</strong> el<strong>los</strong> llegó a <strong>de</strong>sconocer por<br />
completo la imposibilidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>rivar en su totalidad <strong>de</strong> estímu<strong>los</strong> nerviosos exteriores el<br />
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