12.05.2013 Views

La interpretación de los sueños

La interpretación de los sueños

La interpretación de los sueños

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

SIGMUND FREUD<br />

____________________________________________________________________________________<br />

revelado que la expresión verbal <strong>de</strong> estos actos <strong>de</strong> juicio, aparentemente realizados por vez<br />

primera en el sueño, es susceptible <strong>de</strong> una distinta inteligencia que <strong>los</strong> hace valiosísimos<br />

para la <strong>interpretación</strong> onírica y <strong>de</strong>svanece al mismo tiempo todo absurdo. Con la frase<br />

«Intento aclarar las circunstancias <strong>de</strong> tiempo» me sitúo en el lugar <strong>de</strong> mi amigo, que intenta<br />

realmente aclarar las circunstancias temporales <strong>de</strong> la vida. con esto pier<strong>de</strong> la frase toda<br />

significación <strong>de</strong> juicio contrario a la insensatez <strong>de</strong> las prece<strong>de</strong>ntes.<br />

<strong>La</strong> interpolación <strong>de</strong> «que me parecen inverosímiles» <strong>de</strong>be ser enlazada con la frase<br />

posterior: «Me parece plausible.» Aproximadamente con las mismas palabras había yo<br />

respondido a la señora que me relató la historia <strong>de</strong> la enfermedad <strong>de</strong> su hermano: «Me<br />

parece inverosímil que la exclamación '¡Naturaleza! ¡Naturaleza!' tenga alguna relación con<br />

Goethe; creo más plausible que tuviera para el enfermo la conocida significación sexual.»<br />

Existe aquí evi<strong>de</strong>ntemente un juicio; pero no ha sido formulado en el sueño, sino en la<br />

realidad y en una ocasión que es recordada y aprovechada por las i<strong>de</strong>as latentes. El<br />

contenido manifiesto se apropia este juicio como otro cualquier fragmento <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as<br />

latentes. El número 18, con el que es disparatadamente enlazado el juicio en el sueño<br />

conserva aún la huella <strong>de</strong> la totalidad <strong>de</strong> la que fue <strong>de</strong>sg<strong>los</strong>ado el juicio real. Por último, el<br />

«No sé con seguridad en qué año estamos» tiene por objeto establecer mi i<strong>de</strong>ntificación con<br />

el paralítico, para lo cual había surgido realmente en mi visita al mismo un punto <strong>de</strong> apoyo.<br />

En la solución <strong>de</strong> <strong>los</strong> aparentes actos <strong>de</strong> juicio <strong>de</strong>l sueño po<strong>de</strong>mos recordar la regla señalada<br />

al principio para la realización <strong>de</strong> la labor interpretadora; esto es, la <strong>de</strong> que hemos <strong>de</strong> echar<br />

a un lado, consi<strong>de</strong>rándola como una vana apariencia, la conexión <strong>de</strong> <strong>los</strong> elementos oníricos<br />

establecida en el sueño y buscar aisladamente la <strong>de</strong>rivación <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> dichos<br />

elementos. El sueño es un conglomerado que ha <strong>de</strong> ser fragmentado <strong>de</strong> nuevo para <strong>los</strong> fines<br />

<strong>de</strong> la investigación. Pero, por otra parte, observamos que se exterioriza en <strong>los</strong> <strong>sueños</strong> una<br />

fuerza psíquica que establece dicha aparente conexión; esto es, somete el material<br />

construido por la elaboración onírica a una elaboración secundaria.<br />

Tenemos aquí manifestaciones <strong>de</strong> aquel po<strong>de</strong>r, que más tar<strong>de</strong> examinaremos como<br />

el cuarto <strong>de</strong> <strong>los</strong> factores que intervienen en la elaboración onírica.<br />

VI. Continuaré buscando otros ejemp<strong>los</strong> <strong>de</strong> actos <strong>de</strong> juicio en <strong>los</strong> casos ya<br />

comunicados. En el sueño absurdo <strong>de</strong> la reclamación <strong>de</strong>l Ayuntamiento pregunto a mi<br />

padre: «Te casaste poco <strong>de</strong>spués, ¿no?», y luego echo la cuenta <strong>de</strong> que nací en 1856, fecha<br />

que me parece suce<strong>de</strong>r inmediatamente a la otra (1851). Este fragmento onírico reviste por<br />

completo la forma <strong>de</strong> una conclusión: mi padre se casó en 1851, poco <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> tener el<br />

ataque: yo soy su primogénito y nací en 1856; luego esta fecha es inmediatamente posterior<br />

a la <strong>de</strong>l matrimonio <strong>de</strong> mi padre. Sabemos que esta conclusión aparece falseada por la<br />

realización <strong>de</strong> <strong>de</strong>seos y que la frase dominante en las i<strong>de</strong>as latentes expresa: «Cuatro o<br />

cinco años no son nada.» Pero cada uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> términos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>ducción posee, tanto por lo<br />

que respecta a su contenido como por lo que a su forma se refiere, una <strong>de</strong>terminación<br />

diferente: el enfermo, cuya paciencia admira y critica mi colega, es quien en realidad piensa<br />

casarse en cuanto alcance su completa curación. <strong>La</strong> conversación que en el sueño sostengo<br />

con mi padre semeja un interrogatorio o un examen y me recuerda así a un catedrático <strong>de</strong> la<br />

Universidad que al hacer la lista <strong>de</strong> sus alumnos acostumbraba tomar una completa filiación<br />

265

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!