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La interpretación de los sueños

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LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS<br />

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<strong>de</strong> cada uno. «¿Nació usted en...?» -1856- «¿Padre?» A esta pregunta tenía uno que<br />

contestar con el nombre <strong>de</strong> su padre en latín o agregándole una <strong>de</strong>sinencia latina, y <strong>los</strong><br />

estudiantes opinábamos que el señor profesor y consejero áulico <strong>de</strong>ducía <strong>de</strong>l nombre <strong>de</strong>l<br />

padre <strong>de</strong>l matriculado conclusiones que el <strong>de</strong> este último no le hubiera facilitado por sí solo.<br />

Resulta, pues, que el <strong>de</strong>ducir <strong>de</strong>l sueño no es sino la repetición <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ducir que aparece<br />

formando parte <strong>de</strong>l material <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as latentes. Descubrimos aquí algo nuevo. Siempre<br />

que en el contenido manifiesto aparece una <strong>de</strong>ducción que po<strong>de</strong>mos asegurar que proce<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>l contenido latente, pudiendo hallarse incluida en él a título <strong>de</strong> parte integrante <strong>de</strong>l<br />

material recordado o <strong>de</strong> enlace lógico entre varias <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as que lo integran. Pero la<br />

<strong>de</strong>ducción en el sueño constituye siempre la representación <strong>de</strong> una <strong>de</strong>ducción efectuada en<br />

las i<strong>de</strong>as latentes .<br />

El análisis <strong>de</strong> este sueño continúa ahora como sigue: al recuerdo <strong>de</strong>l interrogatorio<br />

<strong>de</strong>l catedrático suce<strong>de</strong> el <strong>de</strong> la lista <strong>de</strong> <strong>los</strong> estudiantes <strong>de</strong> la Universidad, documento que en<br />

mis tiempos se redactaba en latín, y luego el <strong>de</strong> la marcha que seguí en mis estudios. Los<br />

cinco años que constituían la duración oficial <strong>de</strong> la carrera <strong>de</strong> Medicina fueron nuevamente<br />

poco para mí, pues proseguí mis estudios más allá <strong>de</strong> este plazo, sin solicitar el examen <strong>de</strong><br />

doctorado, dando lugar a que se me creyera insuficientemente preparado y se dudara <strong>de</strong><br />

verme llegar alguna vez a la conclusión <strong>de</strong> mi carrera. Entonces me <strong>de</strong>cidí rápidamente a<br />

doctorarme y obtuve brillantemente mi título, contra lo que el aplazamiento había hecho<br />

pensar. Este recuerdo refuerza las i<strong>de</strong>as latentes que opongo enérgicamente a <strong>los</strong> que me<br />

critican: «Aunque no queráis creerlo nunca, porque encontráis que me tomo <strong>de</strong>masiado<br />

tiempo, llego, sin embargo, siempre a la conclusión. Así os lo he <strong>de</strong>mostrado ya muchas<br />

veces.» Este mismo sueño contiene en su principio algunas frases a las que es difícil negar<br />

su carácter <strong>de</strong> argumentación, y <strong>de</strong> una argumentación nada absurda, que hubiera podido<br />

<strong>de</strong>sarrollarse idénticamente en el pensamiento <strong>de</strong>spierto. En el sueño me causa risa la carta<br />

<strong>de</strong>l Ayuntamiento, pues en 1851 no había yo aún nacido, y mi padre, al que pudiera<br />

referirse, ha muerto ya. No sólo son exactas ambas circunstancias, sino que coinci<strong>de</strong>n<br />

perfectamente con <strong>los</strong> argumentos que hubiera alegado si en realidad hubiese recibido tal<br />

reclamación. Por el análisis antes efectuado sabemos que este sueño se halla basado en<br />

i<strong>de</strong>as latentes saturadas <strong>de</strong> amarga burla. Aceptando, a<strong>de</strong>más, que la censura ha <strong>de</strong> haberse<br />

mostrado en este caso altamente rigurosa, compren<strong>de</strong>remos que la elaboración onírica tiene<br />

que haber encontrado en él todas las condiciones para la creación <strong>de</strong> una irreprochable<br />

refutación <strong>de</strong> una imputación <strong>de</strong>satinada, conforme al mo<strong>de</strong>lo contenido en las i<strong>de</strong>as<br />

latentes.<br />

Pero el análisis nos muestra que la elaboración onírica no es encargada aquí <strong>de</strong> una<br />

libre creación ulterior, sino que tiene que utilizar para sus fines un material dado en las<br />

i<strong>de</strong>as latentes. Es como si una ecuación compuesta <strong>de</strong> cifras y signos matemáticos (un +, un<br />

-, un exponente y un radical) fuese transcrita por una persona ignorante que, copiando<br />

fielmente cifras y signos, trastrocase por completo su or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> sucesión. Los dos<br />

argumentos pue<strong>de</strong>n ser referidos al material siguiente: me es <strong>de</strong>sagradable pensar que<br />

algunas <strong>de</strong> las hipótesis en que fundo mi solución psicológica <strong>de</strong> las psiconeurosis habrán<br />

<strong>de</strong> tropezar con la burla y la incredulidad. Así, he <strong>de</strong> afirmar que las impresiones recibidas<br />

por el sujeto cuando tenía dos años e incluso otras <strong>de</strong>l primer año <strong>de</strong> su existencia <strong>de</strong>jan una<br />

huella dura<strong>de</strong>ra en su vida anímica y, aunque dislocadas y exageradas por el recuerdo,<br />

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