You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
SIGMUND FREUD<br />
____________________________________________________________________________________<br />
En la investigación científica resulta a veces ventajoso, cuando un problema<br />
presenta difícil solución, acumular a él otro nuevo, <strong>de</strong>l mismo modo que nos es más fácil<br />
cascar dos nueces apretándolas una contra otra que separadamente. Así, a la interrogación<br />
planteada <strong>de</strong> cómo <strong>los</strong> <strong>sueños</strong> penosos y <strong>los</strong> <strong>de</strong> angustia pue<strong>de</strong>n constituir realizaciones <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>seos, po<strong>de</strong>mos agregar, <strong>de</strong>duciéndola <strong>de</strong> las características <strong>de</strong> la vida onírica hasta ahora<br />
examinadas, la <strong>de</strong> por qué <strong>los</strong> <strong>sueños</strong> <strong>de</strong> contenido indiferente que resultan ser realizaciones<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>seos no muestran abiertamente este significado. Tomemos el sueño examinado antes<br />
con todo <strong>de</strong>talle <strong>de</strong> la inyección <strong>de</strong> Irma; no es <strong>de</strong> carácter penoso, y la <strong>interpretación</strong> nos lo<br />
ha revelado como una amplia realización <strong>de</strong> <strong>de</strong>seos. Mas ¿por qué precisa <strong>de</strong><br />
<strong>interpretación</strong>? ¿Por qué no expresa directamente su sentido? A primera vista no nos hace<br />
tampoco la impresión <strong>de</strong> presentar realizado un <strong>de</strong>seo <strong>de</strong>l durmiente, y sólo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l<br />
análisis es cuando nos convencemos <strong>de</strong> ello. Dando a este comportamiento <strong>de</strong>l sueño,<br />
cuyos motivos ignoramos aún, el nombre <strong>de</strong> «<strong>de</strong>formación onírica» (Traumentstellung),<br />
surge en nosotros la segunda interrogación:-¿<strong>de</strong> dón<strong>de</strong> proviene esta <strong>de</strong>formación <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
<strong>sueños</strong>? Si para contestar a esta pregunta echamos mano a las primeras ocurrencias que por<br />
su estímulo surgen en nuestro pensamiento, podremos proponer varias soluciones<br />
verosímiles; por ejemplo, la <strong>de</strong> que durante el reposo no existe el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> crear una<br />
expresión correspondiente a las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong>l sueño. Pero el análisis <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados <strong>sueños</strong><br />
nos obliga a aceptar una distinta explicación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>formación onírica. Para <strong>de</strong>mostrarlo<br />
expondré la <strong>interpretación</strong> <strong>de</strong> otro sueño propio; <strong>interpretación</strong> que, si bien me fuerza a<br />
cometer <strong>de</strong> nuevo multitud <strong>de</strong> indiscreciones, compensa este sacrificio personal con un<br />
acabado esclarecimiento <strong>de</strong>l problema planteado.<br />
Información preliminar.- En la primavera <strong>de</strong> 1897 supe que dos profesores <strong>de</strong><br />
nuestra Universidad me habían propuesto para el cargo <strong>de</strong> profesor extraordinario; hecho<br />
que, a más <strong>de</strong> sorpren<strong>de</strong>rme por inesperado, me causó una viva alegría, pues suponía una<br />
prueba <strong>de</strong> estimación, in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> toda relación personal, por parte <strong>de</strong> dos hombres <strong>de</strong><br />
altos merecimientos científicos. Pero en el acto me dije que no <strong>de</strong>bía fundar esperanza<br />
alguna en la propuesta <strong>de</strong> que había sido objeto, pues durante <strong>los</strong> últimos años había hecho<br />
el Ministerio caso omiso <strong>de</strong> todas las que le habían sido dirigidas, y muchos <strong>de</strong> mis colegas<br />
<strong>de</strong> más edad, y por lo menos <strong>de</strong> iguales merecimientos que yo, esperaban en vano su<br />
promoción. Careciendo <strong>de</strong> motivos para esperar mejor suerte, <strong>de</strong>cidí resignarme a que mi<br />
nombramiento quedase sin efecto. «Después <strong>de</strong> todo -me dije- no soy ambicioso, y ejerzo<br />
con éxito mi actividad profesional sin necesidad <strong>de</strong> título honorífico ninguno, aunque<br />
también es verdad que en este caso no se trata <strong>de</strong> que las uvas estén ver<strong>de</strong>s o maduras, pues<br />
lo indudable es que se hallan fuera <strong>de</strong> mi alcance.» Así las cosas, recibí una tar<strong>de</strong> la visita<br />
<strong>de</strong> un colega, con el que me unían víncu<strong>los</strong> <strong>de</strong> amistad, y que se contaba precisamente entre<br />
aquel<strong>los</strong> cuya suerte me había servido <strong>de</strong> advertencia. Candidato <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía mucho tiempo<br />
al nombramiento <strong>de</strong> profesor, que hace <strong>de</strong>l médico en nuestra sociedad mo<strong>de</strong>rna una<br />
especie <strong>de</strong> semidiós ante <strong>los</strong> ojos <strong>de</strong> <strong>los</strong> enfermos, y menos resignado que yo, solía visitar<br />
<strong>de</strong> cuando en cuando las oficinas <strong>de</strong>l ministerio para activar la resolución <strong>de</strong> su empeño. De<br />
una <strong>de</strong> tales visitas venía la tar<strong>de</strong> a que me refiero, y me relató que esta vez había puesto en<br />
un aprieto al alto empleado que le recibió, preguntándole sin ambages si el retraso <strong>de</strong> su<br />
nombramiento <strong>de</strong>pendía realmente <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>raciones confesionales. <strong>La</strong> respuesta fue que,<br />
en efecto, dadas las corrientes <strong>de</strong> opinión dominantes, no se hallaba S. E., por el momento,<br />
89