12.05.2013 Views

La interpretación de los sueños

La interpretación de los sueños

La interpretación de los sueños

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

SIGMUND FREUD<br />

____________________________________________________________________________________<br />

sexual relativo a la madre o al padre, según el sexo <strong>de</strong>l sujeto, no tropieza todavía con la<br />

represión y se manifiesta libremente, como ya lo hemos indicado en otro lugar. Esta misma<br />

explicación pue<strong>de</strong> aplicarse a <strong>los</strong> ataques nocturnos <strong>de</strong> angustia con alucinaciones, tan<br />

frecuentes en <strong>los</strong> niños (pavor nocturnus). En el<strong>los</strong> no pue<strong>de</strong> tratarse sino <strong>de</strong> impulsos<br />

sexuales incomprendidos y rechazados, cuya aparición habría <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar probablemente<br />

una periodicidad temporal, dado que la libido sexual pue<strong>de</strong> quedar incrementada, tanto por<br />

las impresiones excitantes casuales como por <strong>los</strong> progresos sucesivos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo. No<br />

poseo el necesario material <strong>de</strong> observaciones para llevar a cabo esta explicación . En<br />

cambio, parecen ignorar <strong>los</strong> pedíatras el único punto <strong>de</strong> vista que permite la comprensión<br />

<strong>de</strong> toda esta serle <strong>de</strong> fenómenos, tanto somáticos como psíquicos. Citaré un cómico ejemplo<br />

<strong>de</strong> cómo pue<strong>de</strong> pasarse junto a estos fenómenos sin compren<strong>de</strong>r<strong>los</strong>, cegado por la venda <strong>de</strong><br />

la mitología médica, ejemplo que he hallado en la tesis <strong>de</strong> Debacker acerca <strong>de</strong>l pavor<br />

nocturnus (1881, página 66).<br />

Un muchacho <strong>de</strong> trece años y salud débil comenzó a dar claras muestras <strong>de</strong> angustia<br />

pa<strong>de</strong>ciendo <strong>de</strong> insomnios y sufriendo, una vez por semana, un grave ataque <strong>de</strong> angustia con<br />

alucinaciones. El recuerdo <strong>de</strong> estos <strong>sueños</strong> era siempre muy preciso. Podía, pues, relatar<br />

que el diablo le gritaba: «¡Ya eres nuestro; ya te hemos cogido!», y que <strong>de</strong>spués advertía un<br />

olor a pez y azufre y se sentía ar<strong>de</strong>r. Este sueño le hacía siempre <strong>de</strong>spertar angustiado, hasta<br />

el punto <strong>de</strong> que le era imposible pronunciar palabra. Luego, cuando recobraba la voz, se le<br />

oía <strong>de</strong>cir claramente: «No, no; a mí, no; yo no he hecho nada»; o «No, no lo haré más.»<br />

Otras veces <strong>de</strong>cía también: «Alberto no ha hecho eso.» En días ulteriores se negó a<br />

<strong>de</strong>snudarse, alegando que el fuego no llegaba hasta él sino cuando estaba <strong>de</strong>snudo. Estos<br />

<strong>sueños</strong> pusieron en peligro su salud y tuvo que ser enviado al campo, don<strong>de</strong> se repuso en<br />

año y medio. Años <strong>de</strong>spués, cuando ya había cumplido <strong>los</strong> quince, confesó: Je n'osais pas<br />

l'avouer, mais j'éprouvais continuellement <strong>de</strong>s picotements et <strong>de</strong>s surexcitations aux parties!<br />

No es difícil, realmente, adivinar: 1º Que el niño se masturbaba en sus primeros<br />

años, habiéndolo negado, probablemente, y habiendo sido amenazado si continuaba<br />

entregándose a tal vicio (su confesión: «No lo haré más», y su negativa: «Alberto no ha<br />

hecho eso»). 2º Que bajo la presión <strong>de</strong> la pubertad surgió <strong>de</strong> nuevo la tentación <strong>de</strong><br />

masturbarse, manifestada en el cosquilleo que experimentaba en <strong>los</strong> genitales. 3º Que<br />

entonces se <strong>de</strong>sarrolló en él un combate <strong>de</strong> carácter represivo, que reprimió la libido y lo<br />

transformó en angustia, la cual hizo renacer <strong>los</strong> castigos con que en años anteriores se le<br />

había amenazado. Veamos, en cambio, lo que nuestro autor <strong>de</strong>duce en su tesis. De esta<br />

observación se <strong>de</strong>duce lo siguiente: 1º <strong>La</strong> influencia <strong>de</strong> la pubertad en un niño <strong>de</strong> salud<br />

débil produce un estado <strong>de</strong> gran <strong>de</strong>bilidad, que pue<strong>de</strong> llegar hasta una anemia cerebral muy<br />

consi<strong>de</strong>rable. 2º Esta anemia cerebral crea una modificación <strong>de</strong>l carácter, alucinaciones<br />

<strong>de</strong>monomaníacas y estados <strong>de</strong> angustia nocturnos, y quizá diurnos, muy violentos. 3º <strong>La</strong><br />

<strong>de</strong>monomanía y <strong>los</strong> autorreproches <strong>de</strong>l niño <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> las influencias <strong>de</strong> la educación<br />

religiosa que ha recibido. 4º Todos <strong>los</strong> fenómenos han <strong>de</strong>saparecido <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una larga<br />

estancia en el campo, durante la cual actuaron favorablemente el ejercicio físico y el<br />

retorno <strong>de</strong> las fuerzas a la terminación <strong>de</strong> la pubertad. 5º Quizá <strong>de</strong>bamos atribuir a la<br />

herencia y a un pa<strong>de</strong>cimiento sifilítico <strong>de</strong>l padre una influencia que predispuso a la<br />

formación <strong>de</strong>l citado estado mental <strong>de</strong>l niño. Conclusión final: Nous avons fait entrer cette<br />

343

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!