12.05.2013 Views

La interpretación de los sueños

La interpretación de los sueños

La interpretación de los sueños

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS<br />

____________________________________________________________________________________<br />

en situación, etc., etc. «Por lo menos sé ya a qué atenerme», dijo mi amigo al final <strong>de</strong> su<br />

relato, con el cual no me había revelado nada nuevo, aunque sí me había afirmado en mi<br />

resignación, pues las consi<strong>de</strong>raciones confesionales alegadas eran también aplicables a mi<br />

caso .<br />

A la madrugada siguiente a esta visita tuve un sueño <strong>de</strong> contenido y formas<br />

singulares. Se componía <strong>de</strong> dos i<strong>de</strong>as y dos imágenes, en sucesión alternada; mas para el fin<br />

que aquí perseguimos nos bastará con comunicar su primera mitad, o sea, una i<strong>de</strong>a y una<br />

imagen.<br />

I. Mi amigo R. es mi tío. Siento un gran cariño por él. II. Veo ante mí su rostro, pero<br />

algo cambiado y como alargado, resaltando con especial precisión la rubia barba que lo<br />

encuadra. A continuación sigue la segunda mitad <strong>de</strong>l sueño, compuesta <strong>de</strong> otra i<strong>de</strong>a y otra<br />

imagen, <strong>de</strong> las que prescindo, como antes indiqué.<br />

<strong>La</strong> <strong>interpretación</strong> <strong>de</strong> este sueño se <strong>de</strong>sarrolló en la forma siguiente: Al recordarlo<br />

por la mañana me eché a reír, exclamando: «¡Qué disparate!» Pero no pu<strong>de</strong> apartar <strong>de</strong> él mi<br />

pensamiento en todo el día, y acabé por dirigirme <strong>los</strong> siguientes reproches: «Si cualquiera<br />

<strong>de</strong> tus enfermos tratase <strong>de</strong> rehuir la <strong>interpretación</strong> <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> sus <strong>sueños</strong>, tachándolo <strong>de</strong><br />

disparatado, pensarías que <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> dicho sueño se escondía alguna historia <strong>de</strong>sagradable,<br />

cuya percatación intentaba evitarse. Por tanto, <strong>de</strong>bes proce<strong>de</strong>r contigo mismo como con un<br />

tal enfermo proce<strong>de</strong>rías. Tu opinión <strong>de</strong> que este sueño es un <strong>de</strong>satino no significa sino una<br />

resistencia interior contra la <strong>interpretación</strong> y no <strong>de</strong>bes <strong>de</strong>jarte vencer por ella. Estos<br />

pensamientos me movieron a empren<strong>de</strong>r el análisis.<br />

«R. es mi tío.» ¿Qué pue<strong>de</strong> esto significar? No he tenido más que un tío, mi tío José,<br />

protagonista por cierto <strong>de</strong> una triste historia. Llevado por el ansia <strong>de</strong> dinero, se <strong>de</strong>jó inducir<br />

a cometer un acto que las leyes castigan severamente y cayó bajo el peso <strong>de</strong> las mismas. Mi<br />

padre, que por entonces (<strong>de</strong> esto hace ya más <strong>de</strong> treinta años) encaneció <strong>de</strong>l disgusto, solía<br />

<strong>de</strong>cir que tío José no había sido nunca un hombre perverso, y sí únicamente un imbécil. De<br />

este modo, al pensar en mi sueño que mi amigo R. es mi tío José, no quiero <strong>de</strong>cir otra cosa<br />

sino que R. es un imbécil. Esto, aparte <strong>de</strong> serme muy <strong>de</strong>sagradable, me parece al principio<br />

inverosímil. Mas para confirmarlo acu<strong>de</strong> el alargado rostro, encuadrado por una cuidada<br />

barba rubia, que a continuación veo en mi sueño. Mi tío tenía realmente cara alargada, y<br />

llevaba una hermosa barba rubia. En cambio, mi amigo R. ha sido muy moreno; pero, como<br />

todos <strong>los</strong> hombres morenos, paga ahora, que comienza a encanecer, el atractivo aspecto <strong>de</strong><br />

sus años juveniles, pues su barba va experimentando, pelo a pelo, transformaciones <strong>de</strong> color<br />

nada estéticas, pasando primero al rojo sucio y luego al gris amarillento antes <strong>de</strong> blanquear<br />

<strong>de</strong>finitivamente.<br />

En uno <strong>de</strong> estos cambios se halla ahora la barba <strong>de</strong> mi amigo R., y, según advierto<br />

con <strong>de</strong>sagrado, también la mía. El rostro que en <strong>sueños</strong> he visto es al mismo tiempo el <strong>de</strong> R.<br />

y el <strong>de</strong> mi tío José, como si fuese una <strong>de</strong> aquellas fotografías en que Galton obtenía <strong>los</strong><br />

rasgos característicos <strong>de</strong> una familia, superponiendo en una misma placa <strong>los</strong> rostros <strong>de</strong><br />

varios <strong>de</strong> sus individuos. Así, pues, habré <strong>de</strong> aceptar que en mi sueño quiero,<br />

efectivamente, <strong>de</strong>cir que mi amigo R. es un imbécil, como mi tío José. Lo que no sospecho<br />

90

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!