12.05.2013 Views

La interpretación de los sueños

La interpretación de los sueños

La interpretación de los sueños

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS<br />

____________________________________________________________________________________<br />

cuya imagen ocupó durante el día anterior <strong>los</strong> pensamientos <strong>de</strong>l sujeto, anciano ya y<br />

enfermo <strong>de</strong> arteriosclerosis. <strong>La</strong> risa incoercible que le acomete es una sustitución <strong>de</strong>l llanto<br />

enlazado a la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que ha <strong>de</strong> morir. <strong>La</strong> luz que ya no pue<strong>de</strong> encen<strong>de</strong>r es la luz <strong>de</strong> la vida.<br />

Esta melancólica i<strong>de</strong>a se halla, quizá, relacionada, con recientes tentativas <strong>de</strong> realizar el<br />

coito, fracasadas totalmente, sin que le sirviera <strong>de</strong> nada el auxilio <strong>de</strong> su mujer en ropas<br />

menores. El sujeto advierte, pues, que va ya cuesta abajo. <strong>La</strong> elaboración onírica supo<br />

transformar la triste i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la impotencia y <strong>de</strong> la muerte en una escena cómica, y <strong>los</strong><br />

sollozos en carcajadas.» Existe cierto género <strong>de</strong> <strong>sueños</strong> que merecen el calificativo <strong>de</strong><br />

hipócritas y plantean un difícil problema a la teoría <strong>de</strong> la realización <strong>de</strong> <strong>de</strong>seos.<br />

Mi atención recayó sobre el<strong>los</strong> cuando la señora Frau Dr. M. Hilferding puso a<br />

discusión en la Asociación Psicoanalítica <strong>de</strong> Viena <strong>los</strong> <strong>sueños</strong> siguientes, cuyo relato<br />

<strong>de</strong>sarrolla Rosegger en una narración -'Fremd gemacht'- incluida en la obra titulada<br />

Waldheimat (tomo II, pág. 303). He aquí la parte que <strong>de</strong> dicha narración nos interesa:<br />

«Gozo, en general, <strong>de</strong> un apacible reposo. Pero durante una larga época quedó perturbada la<br />

serenidad <strong>de</strong> mis noches por el resurgimiento <strong>de</strong> mi pasado <strong>de</strong> oficial <strong>de</strong> sastre, que venía a<br />

interrumpir, como un fantasma inexorable, mi mo<strong>de</strong>sta vida <strong>de</strong> estudiante y literato. »Este<br />

continuo retorno <strong>de</strong> mi pretérita actividad manual en mis <strong>sueños</strong> no podía ser atribuido a<br />

que su recuerdo ocupara vivamente mis pensamientos diurnos: un ambicioso, que ha<br />

abandonado su piel <strong>de</strong> filisteo para escalar las alturas y hacerse un lugar en la sociedad,<br />

tiene otras cosas que hacer. Pero en esta época <strong>de</strong> lucha tampoco me preocupaban mis<br />

<strong>sueños</strong>. Sólo <strong>de</strong>spués, cuando me acostumbré a meditarlo todo, o quizá cuando el filisteo<br />

comenzó a resurgir algo en mí, fue cuando me di cuenta <strong>de</strong> que siempre que soñaba volvía<br />

a ser en mi sueño el antiguo oficial <strong>de</strong> sastre y que <strong>de</strong> este modo, llevaba ya mucho tiempo<br />

trabajando gratis por las noches para mi maestro. Mientras me veía a su lado, cosiendo o<br />

planchando, tenía, sin embargo, perfecta conciencia <strong>de</strong> que no era ya aquel mi lugar ni<br />

aquellas mis ocupaciones propias; pero siempre acababa por explicarme mi presencia allí<br />

alegando alguna causa racional; por ejemplo, la <strong>de</strong> que estaba en vacaciones o <strong>de</strong> veraneo y<br />

había ido al taller para ayudar un poco a mi maestro. Con frecuencia me inspiraba la tarea<br />

intenso <strong>de</strong>sagrado, y lamentaba tener que per<strong>de</strong>r en ella un tiempo que hubiera podido<br />

ocupar en cosas más útiles y gratas.<br />

Mientras tanto, tenía que aguantar, a<strong>de</strong>más, <strong>los</strong> regaños <strong>de</strong>l maestro cuando una<br />

prenda no salía a su gusto. En cambio, no se hablaba jamás <strong>de</strong> remuneración ni salario<br />

algunos. Muchas veces, viéndome encorvado sobre la labor en el oscuro taller, me proponía<br />

<strong>de</strong>jar el trabajo y <strong>de</strong>spedirme. En una ocasión llegué a hacerlo así; pero el maestro no se dio<br />

por enterado, y continué trabajando sin chistar. »¡Cuán bien venido era para mi el <strong>de</strong>spertar<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> aquellas largas horas <strong>de</strong> tedio! Pero en vano me proponía siempre rechazar lejos<br />

<strong>de</strong> mi, con toda energía, aquel inoportuno sueño, cuando volviera a representarse,<br />

gritándole: No eres sino una vana fantasía... Sé que estoy en mi lecho y quiero dormir... <strong>La</strong><br />

noche siguiente volvía a trasladarme al taller. »Así pasaron varios años, sin que nada<br />

cambiase. Pero una vez, hallándonos trabajando en casa <strong>de</strong> aquel labrador para el que di<br />

mis primeras puntadas <strong>de</strong> aprendiz, se mostró el maestro muy <strong>de</strong>scontento <strong>de</strong> mi trabajo, y<br />

mirándome ceñudamente, me dijo: 'Quisiera saber en qué estás pensando.' Al oir estas<br />

palabras, imaginé que lo más razonable sería abandonar mi sitio, <strong>de</strong>cir al maestro que si<br />

estaba allí era únicamente por hacerle un favor ayudándole, y marcharme. Pero no lo hice, y<br />

280

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!