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La interpretación de los sueños

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LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS<br />

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satisfacción resulta más intensa que la <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>más, habiendo recibido un refuerzo <strong>de</strong> la<br />

fuente <strong>de</strong> nuestro odio, a la que hasta entonces había impedido la censura proporcionar<br />

afecto ninguno, pero que ha sido ahora libertada <strong>de</strong> toda coerción por la transformación <strong>de</strong><br />

las circunstancias. Este caso se realiza en la sociedad siempre que una persona antipática o<br />

perteneciente a una minoría mal vista incurre en alguna falta. Su castigo no suele entonces<br />

ser proporcionado al <strong>de</strong>lito, pues se agrega a éste la mala voluntad que contra el sujeto se<br />

abriga y que ha <strong>de</strong>bido resignarse antes a permanecer estéril. Los jueces cometen, sin duda,<br />

así una injusticia; pero la satisfacción que en su interior les produce la cesación <strong>de</strong> una<br />

represión durante tanto tiempo mantenida les impi<strong>de</strong> darse cuenta <strong>de</strong> ello. En estos casos se<br />

halla perfectamente justificado el afecto en lo que a su cualidad se refiere, pero no en lo que<br />

respecta a su medida, y la autocrítica, tranquilizada en un punto, <strong>de</strong>scuida fácilmente el<br />

examen <strong>de</strong>l segundo. Una vez abierta la puerta, entra fácilmente más gente <strong>de</strong> la que al<br />

principio se pensó admitir.<br />

El singularísimo rasgo que presenta el carácter neurótico <strong>de</strong> reaccionar a un<br />

estímulo con afectos cualitativamente justificados, pero <strong>de</strong>smesurados cuantitativamente,<br />

queda explicado <strong>de</strong> este modo en tanto en cuanto pue<strong>de</strong> ser objeto <strong>de</strong> una explicación<br />

psicológica. Pero el exceso proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> fuentes afectivas inconscientes y reprimidas hasta el<br />

momento que logran hallar un enlace asociativo con el motivo real, y a cuyo <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong><br />

afecto abre el camino, <strong>de</strong>seando una fuente <strong>de</strong> afectos lícita y libre <strong>de</strong> toda objeción. De<br />

este modo echamos <strong>de</strong> ver que entre la instancia anímica reprimida y la represora no<br />

<strong>de</strong>bemos limitarnos a tener en cuenta únicamente las relaciones <strong>de</strong> coerción recíproca, pues<br />

merecen también igual atención aquel<strong>los</strong> casos en <strong>los</strong> que por medio <strong>de</strong> una acción conjunta<br />

y una mutua intensificación producen ambas instancias un efecto patológico. Apliquemos<br />

ahora estas observaciones sobre mecánica psíquica a la inteligencia <strong>de</strong> las manifestaciones<br />

afectivas <strong>de</strong>l sueño. Una satisfacción exteriorizada en el sueño y que naturalmente existe<br />

también en las i<strong>de</strong>as latentes, no queda siempre explicada en toda su extensión por este<br />

<strong>de</strong>scubrimiento. En todos <strong>los</strong> casos tendremos que buscarle en las i<strong>de</strong>as latentes una<br />

segunda fuente sobre la que gravita la presión <strong>de</strong> la censura, y que bajo esta presión no<br />

hubiera producido satisfacción, sino el afecto contrario, pero que es colocada por la<br />

presencia <strong>de</strong> la primera fuente onírica en situación <strong>de</strong> sustraer su afecto <strong>de</strong> satisfacción a la<br />

represión y agregarlo, en calidad <strong>de</strong> refuerzo, a la satisfacción proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> otra fuente<br />

distinta. Los afectos <strong>de</strong>l sueño resultan, pues, compuestos por aportaciones <strong>de</strong> diversas<br />

fuentes y super<strong>de</strong>terminados con respecto a las i<strong>de</strong>as latentes: Todas las fuentes<br />

susceptibles <strong>de</strong> producir el mismo afecto se unen a este fin en la elaboración.<br />

El análisis <strong>de</strong>l acabado sueño, cuyo nódulo central se halla constituido por las<br />

palabras non vixit, nos aclara un poco este complicado estado <strong>de</strong> cosas. Este sueño muestra<br />

concentradas en dos puntos <strong>de</strong> su contenido manifiesto exteriorizaciones afectivas <strong>de</strong><br />

diversas cualida<strong>de</strong>s. Sentimientos hostiles y displacientes en el mismo sueño (se dice:<br />

«Embargado entonces por singulares afectos...») se acumulan y superponen en el momento<br />

en que aniquilo a mi amigo y adversario con las dos palabras indicadas. Al final <strong>de</strong>l sueño<br />

siento gran regocijo y acepto la opinión -reconocidamente absurda- <strong>de</strong> que existen<br />

fantasmas que po<strong>de</strong>mos hacer <strong>de</strong>saparecer con sólo <strong>de</strong>searlo. No he comunicado aún la<br />

motivación <strong>de</strong> este sueño, esencialísima y que nos hace penetrar profundamente en su<br />

inteligencia. Mi amigo <strong>de</strong> Berlín -al que he <strong>de</strong>signado con las letras Fl.- me había escrito<br />

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