12.05.2013 Views

La interpretación de los sueños

La interpretación de los sueños

La interpretación de los sueños

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS<br />

____________________________________________________________________________________<br />

este sueño nada que merezca nuestro interés. Contra lo regular, comenzaré la <strong>interpretación</strong><br />

por el fragmento que el sujeto manifiesta ha sido el más claro y preciso.<br />

<strong>La</strong> fatiga soñada y probablemente sentida en el sueño, esto es, la disnea al subir la<br />

cuesta, es uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> síntomas que el sujeto mostró realmente hace algunos años y fue<br />

atribuido por entonces, con otros fenómenos, a una tubercu<strong>los</strong>is (simulada probablemente<br />

por la histeria). Conocemos ya, por nuestro estudio <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>sueños</strong> exhibicionistas, esta<br />

sensación <strong>de</strong> parálisis, peculiar al fenómeno onírico, y volvemos a comprobar aquí que es<br />

utilizada como un material disponible en todo momento para <strong>los</strong> fines <strong>de</strong> otra cualquier<br />

representación. El fragmento onírico que <strong>de</strong>scribe cómo la subida se hacía muy trabajosa al<br />

principio y fácil, en cambio, al final <strong>de</strong> la pendiente me recordó, al escuchar el relato <strong>de</strong><br />

este sueño, la conocida y magistral introducción <strong>de</strong> la Safo, <strong>de</strong> Alfonso Dau<strong>de</strong>t. Un joven<br />

sube una escalera llevando en brazos a su amada. Al principio no siente apenas el peso <strong>de</strong>l<br />

adorado cuerpo, pero conforme va subiendo va haciéndose más pesada la carga, hasta<br />

resultarle intolerable. Esta escena resume la narración <strong>de</strong> Dau<strong>de</strong>t, en la cual se propone el<br />

poeta advertir a la juventud <strong>de</strong> <strong>los</strong> peligros <strong>de</strong> prodigar seria inclinación a mujeres <strong>de</strong> baja<br />

extracción y dudoso pasado.<br />

Aunque sabía que mi paciente había mantenido, y roto poco tiempo antes, relaciones<br />

amorosas con una actriz, no esperaba yo que mi espontánea <strong>interpretación</strong> se <strong>de</strong>mostrase<br />

acertada. A<strong>de</strong>más, la escena <strong>de</strong> Safo se <strong>de</strong>sarrollaba en sentido inverso a la <strong>de</strong>l sueño, pues<br />

en éste es la subida penosa al principio y luego fácil mientras que para el símbolo <strong>de</strong> la<br />

novela es necesario que aquello que al principio parece ligero resulte luego una pesada<br />

carga. Para mi sorpresa, observó el paciente que tal <strong>interpretación</strong> se adaptaba muy bien al<br />

contenido <strong>de</strong> la obra que la noche anterior había visto representar en el teatro. Dicha obra se<br />

titulaba En <strong>de</strong>rredor <strong>de</strong> Viena y <strong>de</strong>sarrollaba la vida <strong>de</strong> una muchacha <strong>de</strong> origen humil<strong>de</strong><br />

que, lanzada a la vida galante, subía a capas más altas <strong>de</strong> la sociedad por sus relaciones con<br />

hombres aristócratas, pero acababa <strong>de</strong>scendiendo cada vez más bajo. El argumento <strong>de</strong> esta<br />

obra le había recordado otra, titulada De escalón en escalón, en cuyos carteles anunciadores<br />

se ostentaba una escalera <strong>de</strong> varios escalones.<br />

<strong>La</strong> <strong>interpretación</strong> <strong>de</strong> este sueño continuó luego en la forma siguiente: En la calle X<br />

había vivido la actriz con la que últimamente había mantenido relaciones. En dicha calle no<br />

hay posada ninguna. Pero una vez que el sujeto había pasado parte <strong>de</strong>l verano en Viena se<br />

alojó (<strong>de</strong>scendió 'abgestregen') en un hotel cercano. Al abandonarlo, dijo al cochero:<br />

«Después <strong>de</strong> todo, no está mal este hotel. Por lo menos no hay en él pulgas ni chinches»<br />

(ésta era, a<strong>de</strong>más, una <strong>de</strong> sus fobias). A lo cual respondió el cochero: «No sé cómo se le ha<br />

ocurrido a usted venir a parar aquí. Más que un hotel es una posada.» Al elemento<br />

«posada» se enlaza en seguida el recuerdo <strong>de</strong> unos versos <strong>de</strong> Uhland: «Hace poco fui<br />

invitado -por un amable posa<strong>de</strong>ro.» EI posa<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> estos versos es un manzano. Otra cita<br />

continúa luego la concatenación <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as: «Fausto, bailando con la joven: Tuve una vez un<br />

bello sueño; - veía un manzano, -en el que relucían dos bellas manzanas; -me atrajeron y<br />

subí a cogerlas. -<strong>La</strong> bella: mucho os gustan las manzanas -<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> tiempos <strong>de</strong>l Paraíso; -y<br />

siento una gran alegría- <strong>de</strong> que también las haya en mi jardín.» (Goethe: 'Faust'.) No pue<strong>de</strong><br />

abrigarme la menor duda sobre aquello a que se alu<strong>de</strong> con el manzano y las manzanas. Un<br />

bello busto era uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> encantos con <strong>los</strong> que la actriz había enca<strong>de</strong>nado al sujeto.<br />

174

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!