Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS<br />
____________________________________________________________________________________<br />
<strong>de</strong>stitución. Entonces el monarca, con el fin <strong>de</strong> mostrar que no tiene por qué doblegarse a la<br />
voluntad popular, hará precisamente objeto a su ministro <strong>de</strong> una alta distinción para la cual<br />
no existía antes el menor motivo. Del mismo modo, si mi segunda instancia, que domina el<br />
acceso a la conciencia, distingue a mi amigo R. con una exagerada efusión <strong>de</strong> ternura, es<br />
precisamente porque las ten<strong>de</strong>ncias optativas <strong>de</strong>l primer sistema quisieran <strong>de</strong>nigrarle,<br />
calificándole <strong>de</strong> imbécil, en persecución <strong>de</strong> un interés particular, <strong>de</strong>l que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n.<br />
Sospechamos aquí que la <strong>interpretación</strong> onírica pue<strong>de</strong> proporcionarnos, sobre la estructura<br />
<strong>de</strong> nuestro aparato anímico, datos que hasta ahora habíamos esperado en vano <strong>de</strong> la<br />
fi<strong>los</strong>ofía. Pero no queremos seguir ahora este camino, sino que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber<br />
esclarecido la <strong>de</strong>formación onírica, volvemos a nuestro punto <strong>de</strong> partida. Nos preguntamos<br />
cómo <strong>los</strong> <strong>sueños</strong> <strong>de</strong> contenido penoso podían ser interpretados como realizaciones <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>seos, y vemos ahora que ello es perfectamente posible cuando ha tenido efecto una<br />
<strong>de</strong>formación onírica, esto es, cuando el contenido penoso no sirve sino <strong>de</strong> disfraz <strong>de</strong> otro<br />
<strong>de</strong>seado. Refiriéndose a nuestras hipótesis sobre las dos instancias psíquicas, podremos,<br />
pues, <strong>de</strong>cir que <strong>los</strong> <strong>sueños</strong> penosos contienen, efectivamente, algo que resulta penoso para<br />
la segunda instancia, pero que al mismo tiempo cumplen un <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> la primera. Son<br />
<strong>sueños</strong> optativos, en tanto en cuanto todo sueño parte <strong>de</strong> la primera instancia, no actuando<br />
la segunda, con respecto al sueño, sino <strong>de</strong>fensivamente, y no con carácter creador. Si nos<br />
limitamos a tener en cuenta aquello que la segunda instancia aporta al sueño no llegaremos<br />
jamás a compren<strong>de</strong>rlo, y permanecerán en pie todos <strong>los</strong> enigmas que <strong>los</strong> autores han<br />
observado en el fenómeno onírico.<br />
El análisis nos <strong>de</strong>muestra en todo caso que el sueño posee realmente un sentido y<br />
que éste es el <strong>de</strong> una realización <strong>de</strong> <strong>de</strong>seos. Tomaré, pues, algunos <strong>sueños</strong> <strong>de</strong> contenido<br />
penoso e intentaré su análisis. En parte son <strong>sueños</strong> <strong>de</strong> sujetos histéricos, que exigen una<br />
larga información preliminar y nos obligan a a<strong>de</strong>ntrarnos a veces en <strong>los</strong> procesos psíquicos<br />
<strong>de</strong> la histeria. Pero no me es posible eludir estas complicaciones <strong>de</strong> mi exposición. En el<br />
tratamiento analítico <strong>de</strong> un psiconeurótico constituyen siempre sus <strong>sueños</strong>, como ya<br />
hubimos <strong>de</strong> indicar, uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> temas sobre <strong>los</strong> que han <strong>de</strong> versar las conferencias entre<br />
médico y enfermo. En ellas comunico al sujeto todos aquel<strong>los</strong> esclarecimientos<br />
psicológicos con ayuda <strong>de</strong> <strong>los</strong> cuales he llegado a la comprensión <strong>de</strong> <strong>los</strong> síntomas; pero<br />
estas explicaciones son siempre objeto, por parte <strong>de</strong>l enfermo, <strong>de</strong> una implacable crítica, tan<br />
minuciosa y severa como la que <strong>de</strong> un colega pudiera yo esperar. Sin excepción alguna se<br />
niegan <strong>los</strong> pacientes a aceptar el principio <strong>de</strong> que todos <strong>los</strong> <strong>sueños</strong> son realizaciones <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>seos, y suelen apoyar su negativa con el relato <strong>de</strong> <strong>sueños</strong> que, a su juicio, contradicen<br />
rotundamente tal teoría. Expondré aquí algunos <strong>de</strong> el<strong>los</strong>: «Dice usted que todo sueño es un<br />
<strong>de</strong>seo cumplido -me expone una ingeniosa paciente-. Pues bien: le voy a referir uno que es<br />
todo lo contrario. En él se me niega precisamente un <strong>de</strong>seo. ¿Cómo armoniza usted esto con<br />
su teoría?» El sueño a que la enferma alu<strong>de</strong> es el siguiente: «Quiero dar una comida, pero<br />
no dispongo sino <strong>de</strong> un poco <strong>de</strong> salmón ahumado. Pienso en salir para comprar lo<br />
necesario, pero recuerdo que es domingo y que las tiendas están cerradas. Intento luego<br />
telefonear a algunos proveedores, y resulta que el teléfono no funciona. De este modo,<br />
tengo que renunciar al <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> dar una comida.»<br />
Como es natural, respondo a mi paciente que tan sólo el análisis pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir sobre<br />
el sentido <strong>de</strong> sus <strong>sueños</strong>, aunque concedo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, que a primera vista se muestra<br />
94