Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS<br />
____________________________________________________________________________________<br />
resultando así como una diestra calumnia, en la que «hay algo <strong>de</strong> verdad». En efecto, mi<br />
amigo R. fue propuesto con el voto en contra <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> profesores, y N. me proporcionó<br />
por sí mismo, inocentemente, en la conversación relatada, material más que suficiente para<br />
<strong>de</strong>nigrarle. Repito, no obstante, que me parece necesario más amplio esclarecimiento.<br />
Recuerdo ahora que el sueño contenía aún otro fragmento, <strong>de</strong>l que hasta ahora no<br />
me he ocupado en la <strong>interpretación</strong>. Después <strong>de</strong> ocurrírseme que R. es mi tío, experimento<br />
en <strong>sueños</strong> un tierno cariño hacia él. ¿De dón<strong>de</strong> proviene este sentimiento? Mi tío José no<br />
me inspiró nunca, naturalmente, cariño alguno; R. es, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace años, un buen amigo mío,<br />
al que quiero y estimo, pero si me oyera expresarle mi afecto en términos aproximadamente<br />
correspondientes al grado que él mismo alcanza en mi sueño, quedaría con seguridad un<br />
tanto sorprendido. Tal afecto me parece, pues, tan falso y exagerado -aunque esto último en<br />
sentido inverso- como el juicio que sobre sus faculta<strong>de</strong>s intelectuales expreso en mi sueño<br />
al fundir su personalidad con la <strong>de</strong> mi tío. Pero esta misma circunstancia me hace entrever<br />
una posible explicación. El cariño que por R. siento en mi sueño no pertenece al contenido<br />
latente, esto es, a <strong>los</strong> pensamientos que se escon<strong>de</strong>n <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l sueño. Por el contrario, se<br />
halla en oposición a dicho contenido, y es muy apropiado para encubrirse su sentido.<br />
Probablemente no es otro su <strong>de</strong>stino. Recuerdo qué enérgica resistencia se opuso en mí a la<br />
<strong>interpretación</strong> <strong>de</strong> este sueño, y cómo fui aplazándola una y otra vez hasta la noche<br />
siguiente, con el pretexto <strong>de</strong> que todo él no era sino un puro disparate.<br />
Por mi experiencia psicoanalítica sé cómo han <strong>de</strong> interpretarse estos juicios<br />
con<strong>de</strong>natorios. Su valor no es el <strong>de</strong> un conocimiento, sino tan sólo el <strong>de</strong> una manifestación<br />
afectiva. Cuando mi hija pequeña no quiere comer una manzana que le ofrecen afirma que<br />
está agria sin siquiera haberla probado. En aquel<strong>los</strong> casos en que mis pacientes siguen esta<br />
conducta infantil comprendo en seguida que se trata <strong>de</strong> una representación que quieren<br />
reprimir. Esto mismo suce<strong>de</strong> en mi sueño. Me resisto a interpretarlo, porque la<br />
<strong>interpretación</strong> contiene algo contra lo cual me rebelo, y que una vez efectuada aquélla,<br />
<strong>de</strong>muestra ser la afirmación <strong>de</strong> que R. es un imbécil. El cariño que por R. siento no puedo<br />
referirlo a las i<strong>de</strong>as latentes <strong>de</strong> mi sueño, pero sí, en cambio, a esta, mi resistencia. Si mi<br />
sueño, comparado con su contenido latente, aparece <strong>de</strong>formado hasta la inversión, con<br />
respecto a este punto habré <strong>de</strong> <strong>de</strong>ducir que el cariño en él manifiesto sirve precisamente a<br />
dicha <strong>de</strong>formación; o dicho <strong>de</strong> otro modo: que la <strong>de</strong>formación <strong>de</strong>muestra ser aquí<br />
intencionada, constituyendo un medio <strong>de</strong> disimulación. Mis i<strong>de</strong>as latentes contienen un<br />
insulto contra R., y para evitar que yo me dé cuenta <strong>de</strong> ello llega al contenido manifiesto<br />
todo lo contrario; esto es, un cariñoso sentimiento hacia él.<br />
Podía ser éste un <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> carácter general. Como hemos visto por <strong>los</strong><br />
ejemp<strong>los</strong> incluidos en el capítulo III, existen <strong>sueños</strong> que constituyen francas realizaciones<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>seos. En aquel<strong>los</strong> casos en que tal realización aparece disfrazada e irreconocible habrá<br />
<strong>de</strong> existir una ten<strong>de</strong>ncia opuesta al <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> que se trate, y a consecuencia <strong>de</strong> ella no podría<br />
el <strong>de</strong>seo manifestarse sino encubierto y disfrazado. <strong>La</strong> vida social nos ofrece un proceso<br />
paralelo a este que en la vida psíquica se <strong>de</strong>sarrolla, mostrándonos una análoga<br />
<strong>de</strong>formación <strong>de</strong> un acto psíquico. En efecto, siempre que en la relación social entre dos<br />
personas se halle una <strong>de</strong> ellas investida <strong>de</strong> cualquier po<strong>de</strong>r, que imponga a la otra<br />
<strong>de</strong>terminadas precauciones en la expresión <strong>de</strong> sus pensamientos, se vera obligada esta<br />
92