12.05.2013 Views

La interpretación de los sueños

La interpretación de los sueños

La interpretación de los sueños

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

SIGMUND FREUD<br />

____________________________________________________________________________________<br />

aún es para qué habré podido establecer una tal comparación, contra la que todo en mí se<br />

rebela, aunque he <strong>de</strong> reconocer que no pasa <strong>de</strong> ser harto superficial, pues mi tío José era un<br />

<strong>de</strong>lincuente, y R. es un hombre <strong>de</strong> conducta intachable. Sin embargo, también él ha sufrido<br />

<strong>los</strong> rigores <strong>de</strong> la Ley por haber atropellado a un muchacho, yendo en bicicleta. ¿Me referiré<br />

acaso en mi sueño a este <strong>de</strong>lito? Sería llevar la comparación hasta lo ridículo. Pero recuerdo<br />

ahora una conversación mantenida hace unos días con N., otro <strong>de</strong> mis colegas, y que versó<br />

sobre el mismo tema <strong>de</strong> la <strong>de</strong>tallada en la información preliminar. N., al que encontré en la<br />

calle, se halla también propuesto para el cargo <strong>de</strong> profesor, y me felicitó por haber sido<br />

objeto <strong>de</strong> igual honor; felicitación que yo rechacé, diciendo: «No sé por qué me da usted la<br />

enhorabuena conociendo mejor que nadie, por experiencia propia, el valor <strong>de</strong> tales<br />

propuestas.» A estas palabras mías, bromeando, repuso N.: «¿Quién sabe? Yo tengo quizá<br />

algo especial en contra mía. ¿Ignora usted acaso que fui una vez objeto <strong>de</strong> una <strong>de</strong>nuncia?<br />

Naturalmente, se trataba <strong>de</strong> una vulgar tentativa <strong>de</strong> chantaje, y todavía me costó Dios y<br />

ayuda librar a la <strong>de</strong>nunciante <strong>de</strong>l castigo merecido. Pero ¿quién me dice que en el<br />

Ministerio no toman este suceso como pretexto para negarme el título <strong>de</strong> profesor? En<br />

cambio, a usted no tienen «pero» que ponerle.» Con el recuerdo <strong>de</strong> esta conversación se me<br />

revela el <strong>de</strong>lincuente <strong>de</strong> que precisaba para completar la comprensión <strong>de</strong>l paralelo<br />

establecido en mi sueño, y al mismo tiempo todo el sentido y la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> este último.<br />

Mi tío José -imbécil y <strong>de</strong>lincuente- representa en mi sueño a mis dos colegas, que<br />

no han alcanzado aún el nombramiento <strong>de</strong> profesor, y por el hecho mismo <strong>de</strong> representar<strong>los</strong><br />

tacha al uno <strong>de</strong> imbécil, y <strong>de</strong> <strong>de</strong>lincuente al otro. Asimismo, veo ahora con toda claridad<br />

para qué me es necesario todo esto. Si efectivamente es a razones «confesionales» a lo que<br />

obe<strong>de</strong>ce el in<strong>de</strong>finido retraso <strong>de</strong> la promoción <strong>de</strong> mis dos colegas, puedo estar seguro <strong>de</strong><br />

que la propuesta hecha a mi favor habrá <strong>de</strong> correr la misma suerte. Por lo contrario, si<br />

consigo atribuir a motivos distintos, y que no pueda alcanzarme el veto opuesto a ambos<br />

por las altas esferas oficiales, no tendré por qué per<strong>de</strong>r la esperanza <strong>de</strong> ser nombrado. En<br />

este sentido actúa, pues, mi sueño, haciendo <strong>de</strong> R. un imbécil, y <strong>de</strong> N., un <strong>de</strong>lincuente. En<br />

cambio, yo, libre <strong>de</strong> ambos reproches, no tengo ya nada común con mis dos colegas, puedo<br />

esperar confiado mi nombramiento y me veo libre <strong>de</strong> la objeción revelada a mi amigo R.<br />

por el alto empleado <strong>de</strong>l Ministerio; objeción que es perfectamente aplicable a mi caso. A<br />

pesar <strong>de</strong> <strong>los</strong> esclarecimientos logrados, no puedo dar aquí por terminada la <strong>interpretación</strong>,<br />

pues siento que falta aún mucho que explicar y sobre todo no he conseguido todavía<br />

justificar ante mis propios ojos la ligereza con que me he <strong>de</strong>cidido a <strong>de</strong>nigrar a dos <strong>de</strong> mis<br />

colegas, a <strong>los</strong> que respeto y estimo, sólo por <strong>de</strong>sembarazar <strong>de</strong> obstácu<strong>los</strong> mi camino hacia<br />

el Profesorado.<br />

Claro es que el disgusto que tal conducta me inspira queda atenuado por mi<br />

conocimiento <strong>de</strong>l valor que <strong>de</strong>be conce<strong>de</strong>rse a <strong>los</strong> juicios que en nuestros <strong>sueños</strong> formamos.<br />

No creo realmente que R. sea un imbécil, ni dudo un solo instante <strong>de</strong> la explicación que N.<br />

me dio <strong>de</strong>l enojoso asunto en que se vio envuelto, como tampoco podía creer en realidad<br />

que Irma se hallaba gravemente enferma a causa <strong>de</strong> una inyección <strong>de</strong> un preparado a base<br />

<strong>de</strong> propilena que Otto le había administrado. Lo que tanto en un caso como en otro expresa<br />

mi sueño no es sino mi <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> que así fuese. <strong>La</strong> afirmación por medio <strong>de</strong> la cual se<br />

realiza este <strong>de</strong>seo parece más absurda en el sueño <strong>de</strong> Irma que en el últimamente analizado,<br />

pues en éste quedan utilizados con gran habilidad varios puntos <strong>de</strong> apoyo efectivos,<br />

91

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!