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LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS<br />
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dos criadas, y las regaña por no haber terminado <strong>de</strong> hacer 'ese poco <strong>de</strong> comida'. Mientras<br />
tanto, ve una gran cantidad <strong>de</strong> groseros utensilios <strong>de</strong> cocina puestos boca abajo a escurrir y<br />
formando un montón. <strong>La</strong>s dos criadas van por agua. Para ello tienen que meterse en un río<br />
que llega hasta la casa o entra en el patio.» A continuación se <strong>de</strong>sarrolla el sueño principal,<br />
que comienza en la siguiente forma: «<strong>La</strong> sujeto baja <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un elevado lugar, avanzando por<br />
una singular pasarela, y se regocija <strong>de</strong> que sus vestidos no que<strong>de</strong>n enganchados en ningún<br />
sitio...» El sueño preliminar se refiere a la casa paterna <strong>de</strong> la sujeto. <strong>La</strong>s palabras que ésta<br />
dirige a las criadas las ha <strong>de</strong>bido <strong>de</strong> oír, sin duda, a su madre en ocasión análoga. El montón<br />
<strong>de</strong> bastos utensilios <strong>de</strong> cocina proce<strong>de</strong> <strong>de</strong>l recuerdo <strong>de</strong> la cacharrería que existía establecida<br />
en la misma casa. <strong>La</strong> segunda parte <strong>de</strong>l primer sueño contiene una alusión al padre <strong>de</strong> la<br />
sujeto, el cual acostumbraba interesarse <strong>de</strong>masiado por las criadas, y que murió a<br />
consecuencia <strong>de</strong> una enfermedad contraída en una inundación; la casa se hallaba situada a<br />
orillas <strong>de</strong> un río. Así, pues, el pensamiento que se oculta <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l sueño preliminar es el<br />
siguiente: «Por proce<strong>de</strong>r yo <strong>de</strong> una tan humil<strong>de</strong> e insatisfactoria condición...» El sueño<br />
principal recoge este mismo pensamiento y lo expresa en una forma modificada por la<br />
realización <strong>de</strong> <strong>de</strong>seos: soy <strong>de</strong> elevada proce<strong>de</strong>ncia. En realidad, pues, por ser <strong>de</strong> tan baja<br />
proce<strong>de</strong>ncia, ha sido ésta mi vida.<br />
Por lo que hasta ahora he podido ver, la división <strong>de</strong> un sueño en dos partes<br />
<strong>de</strong>siguales no significa siempre la existencia <strong>de</strong> una relación causal entre las i<strong>de</strong>as<br />
correspondientes a cada una <strong>de</strong> las mismas. Con gran frecuencia parece como si en ambos<br />
<strong>sueños</strong> fuese representado el mismo material <strong>de</strong>s<strong>de</strong> dos diferentes puntos <strong>de</strong> vista. Esto es<br />
lo que suce<strong>de</strong> seguramente en aquellas series <strong>de</strong> <strong>sueños</strong> sucesivos <strong>de</strong> una misma noche, que<br />
terminan en una polución, y a través <strong>de</strong> <strong>los</strong> cuales va conquistándose la necesidad somática,<br />
una expresión cada vez más clara. Pue<strong>de</strong> también suce<strong>de</strong>r que <strong>los</strong> dos <strong>sueños</strong> proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong><br />
centros distintos <strong>de</strong>l material onírico, cruzándose sus contenidos, <strong>de</strong> manera que uno <strong>de</strong><br />
el<strong>los</strong> presenta como centro aquello que en el otro actúa como indicación, y recíprocamente.<br />
En cambio, existen otros casos en <strong>los</strong> que la división en un breve sueño preliminar y un más<br />
extenso sueño ulterior significa realmente la existencia <strong>de</strong> una relación causal entre ambos<br />
fragmentos. El segundo procedimiento <strong>de</strong> representación a que antes nos referimos es<br />
puesto en práctica cuando el material dado presenta una menor amplitud, y consiste en que<br />
una imagen onírica -<strong>de</strong> una persona o <strong>de</strong> una cosa- queda transformada en otra. Pero sólo<br />
cuando vemos <strong>de</strong>sarrollarse en el sueño esta transformación es cuando po<strong>de</strong>mos afirmar la<br />
existencia <strong>de</strong> la relación causal, y no, en cambio, cuando observamos simplemente que en<br />
lugar <strong>de</strong> una imagen ha surgido otra. Dijimos antes que <strong>los</strong> dos procedimientos empleados<br />
por el sueño para representar la relación causal venían a ser, en el fondo, una misma cosa.<br />
Ambos representan, efectivamente, la causación por una sucesión. El primero, por la<br />
sucesión <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>sueños</strong>, y el segundo, por la transformación inmediata <strong>de</strong> una imagen en<br />
otra. De todos modos, lo general es que la relación causal no obtenga representación<br />
especial alguna, quedando envuelto en la obligada sucesión <strong>de</strong> <strong>los</strong> elementos <strong>de</strong>l proceso<br />
onírico.<br />
<strong>La</strong> alternativa «o... o» (o esto o aquello) no encuentra representación ninguna en el<br />
sueño el cual acostumbra acoger todos <strong>los</strong> elementos que la componen, <strong>de</strong>spojándo<strong>los</strong> <strong>de</strong> su<br />
carácter alternativo. El sueño <strong>de</strong> la inyección <strong>de</strong> Irma nos da un clásico ejemplo <strong>de</strong> esta<br />
conducta <strong>de</strong>l fenómeno onírico. El contenido <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as latentes <strong>de</strong> este sueño es como<br />
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