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SIGMUND FREUD<br />
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En el intermedio recuerda una cita <strong>de</strong> Tannhauser: «Porque, poseído por perverso <strong>de</strong>seo...»<br />
Vive preocupada y ansiosa, pensando en su marido ausente. El miedo <strong>de</strong> que pueda<br />
suce<strong>de</strong>rle algo se exterioriza en numerosas fantasías diurnas. Poco antes había expresado en<br />
sus pensamientos inconscientes, durante el análisis, una queja sobre su avejentamiento. <strong>La</strong><br />
i<strong>de</strong>a optativa que este sueño encubre quedará transparentada con el dato <strong>de</strong> que varios días<br />
antes <strong>de</strong>l sueño sobresaltó y horrorizó a la sujeto el imperativo ahórcate, que dirigido a su<br />
marido surgió <strong>de</strong> improviso en su pensamiento mientras se hallaba realizando sus<br />
ocupaciones <strong>de</strong> ama <strong>de</strong> casa.<br />
Posteriormente se averiguó que algunas horas antes había leído que <strong>los</strong> ahorcados<br />
experimentan en el momento <strong>de</strong> morir una enérgica erección. Así, pues, el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> dicha<br />
erección era lo que, bajo tal disfraz atemorizante, resurgía <strong>de</strong> la represión. El imperativo<br />
ahórcate significaba tanto como el <strong>de</strong> «procúrate una erección a cualquier precio». <strong>La</strong>s<br />
píldoras <strong>de</strong> arsénico <strong>de</strong>l doctor Jenkins, en El Nabab, pertenecen a este círculo <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as. <strong>La</strong><br />
paciente sabía también que el más enérgico afrodisíaco, la cantaridina, se prepara<br />
machacando <strong>los</strong> cuerpos <strong>de</strong> unos coleópteros. Tal es el sentido al que tien<strong>de</strong> la parte<br />
principal <strong>de</strong>l contenido manifiesto. El abrir y cerrar la ventana es una causa constante <strong>de</strong><br />
discusiones con su marido. Este acostumbra dormir con las ventanas cerradas. Ella, en<br />
cambio, prefiere que permanezcan abiertas. En <strong>los</strong> tres <strong>sueños</strong> cuya comunicación antece<strong>de</strong><br />
ha hecho resaltar, subrayándo<strong>los</strong>, aquel<strong>los</strong> elementos <strong>de</strong>l contenido manifiesto que retornan<br />
en las i<strong>de</strong>as latentes, mostrando así, evi<strong>de</strong>ntemente, la múltiple relación <strong>de</strong> <strong>los</strong> mismos.<br />
Pero dado que en ninguno <strong>de</strong> estos <strong>sueños</strong> se ha llevado a término el análisis, creemos<br />
conveniente realizar igual labor en un sueño cuyo análisis hallamos comunicado más<br />
minuciosamente, <strong>de</strong>mostrando en él la super<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> su contenido. Con este objeto<br />
elegiremos el sueño <strong>de</strong> la inyección <strong>de</strong> Irma, ejemplo en el que reconocemos sin esfuerzo<br />
que la labor <strong>de</strong> con<strong>de</strong>nsación se sirve, en la elaboración <strong>de</strong>l sueño, <strong>de</strong> más <strong>de</strong> un único<br />
medio.<br />
El personaje principal <strong>de</strong>l contenido <strong>de</strong>l sueño es Irma, mi paciente, que aparece en<br />
él con su fisonomía real y, por tanto, se representa al principio a sí misma. Pero ya su<br />
colocación, al reconocerla yo junto a la ventana, está tomada <strong>de</strong> un recuerdo referente a otra<br />
persona, aquella señora a la que, según me revelan las i<strong>de</strong>as latentes, quisiera yo tener como<br />
paciente en lugar <strong>de</strong> Irma. Por el hecho <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cer ésta una difteritis, enfermedad que me<br />
recuerda la <strong>de</strong> mi hija mayor, pasa a representar a ésta, <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la cual, y enlazada con ella<br />
por la igualdad <strong>de</strong> nombre, se escon<strong>de</strong> la persona <strong>de</strong> una paciente muerta por intoxicación.<br />
En el subsiguiente curso <strong>de</strong>l sueño cambia la significación <strong>de</strong> la personalidad <strong>de</strong> Irma (sin<br />
que su imagen onírica varíe), transformándose en uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> niños a <strong>los</strong> que reconocíamos<br />
en la consulta pública <strong>de</strong> nuestra clínica, ocasión en la que <strong>de</strong>muestran mis dos amigos la<br />
diferencia <strong>de</strong> sus capacida<strong>de</strong>s intelectuales. El paso <strong>de</strong> una a otra significación quedó, sin<br />
duda, facilitado por la representación <strong>de</strong> mi hija en edad infantil. Por la resistencia que<br />
opone a abrir bien la boca, se convierte la misma Irma en alusión a otra señora reconocida<br />
por mí una vez, y luego, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mismo contexto, a mi propia mujer. En las alteraciones<br />
patológicas que compruebo en su garganta hallo, a<strong>de</strong>más, alusiones a toda una serie <strong>de</strong><br />
otras personas.<br />
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