You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS<br />
____________________________________________________________________________________<br />
camino a un total esclarecimiento. <strong>La</strong> labor psicoanalítica nos enseña a interpretar la<br />
contigüidad temporal como relación objetiva. Dos i<strong>de</strong>as, faltas en apariencia <strong>de</strong> todo nexo,<br />
pero que se suce<strong>de</strong>n inmediatamente, pertenecen a una unidad que habremos <strong>de</strong> adivinar<br />
<strong>de</strong>l mismo modo que una a y una b, escritas una a continuación <strong>de</strong> otra en el or<strong>de</strong>n<br />
marcado, forman la sílaba ab y han <strong>de</strong> ser pronunciadas conjuntamente. Esto mismo suce<strong>de</strong><br />
con respecto a la relación <strong>de</strong> varios <strong>sueños</strong> entre sí. El citado sueño <strong>de</strong> la escalera forma<br />
parte <strong>de</strong> una serie cuyos restantes elementos me han revelado ya su sentido.<br />
Debe, pues, <strong>de</strong> referirse al mismo tema. Ahora bien: dichos otros <strong>sueños</strong> tienen<br />
todos como base común mi recuerdo <strong>de</strong> una niñera a la que estuve confiado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el <strong>de</strong>stete<br />
hasta <strong>los</strong> dos años, persona <strong>de</strong> la que también mi memoria consciente conserva una oscura<br />
huella. Por lo que mi madre me ha referido hace poco sobre ella, sé que era vieja y fea, pero<br />
muy trabajadora y lista, y por las conclusiones que <strong>de</strong> mis <strong>sueños</strong> puedo <strong>de</strong>ducir, ha <strong>de</strong><br />
admitir que no siempre se mostraba muy cariñosa conmigo, llegando a tratarme con ru<strong>de</strong>za<br />
cuando infringía las reglas <strong>de</strong> limpieza a las que quería acostumbrarme. <strong>La</strong> criada <strong>de</strong> mi<br />
anciana paciente, al tomar a su cargo en la escena real antes <strong>de</strong>tallada la continuación <strong>de</strong><br />
dicha labor educativa, me da <strong>de</strong>recho a tratarla en mi sueño como encarnación <strong>de</strong> aquella<br />
vieja niñera <strong>de</strong> mi época prehistórica. Habremos <strong>de</strong> admitir, a<strong>de</strong>más, que el niño, no<br />
obstante <strong>los</strong> ma<strong>los</strong> tratos <strong>de</strong> que le hacía objeto, la distinguía con su amor .<br />
6) Sueño <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> personas queridas.<br />
Otros <strong>sueños</strong> que también hemos <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar como típicos son aquel<strong>los</strong> cuyo<br />
contenido entraña la muerte <strong>de</strong> parientes queridos: padres, hermanos, hijos, etc. Ante todo<br />
observamos que estos <strong>sueños</strong> se divi<strong>de</strong>n en dos clases: aquel<strong>los</strong> durante <strong>los</strong> que no<br />
experimentamos dolor alguno, admirándonos al <strong>de</strong>spertar nuestra insensibilidad, y poseídos<br />
por una profunda aflicción hasta el punto <strong>de</strong> <strong>de</strong>rramar durmiendo amargas lágrimas. Los<br />
primeros no pue<strong>de</strong>n ser consi<strong>de</strong>rados como típicos y, por tanto, no nos interesan <strong>de</strong><br />
momento. Al analizar<strong>los</strong> hallamos que significan algo muy distinto <strong>de</strong> lo que constituye su<br />
contenido y que su función es la <strong>de</strong> encubrir cualquier <strong>de</strong>seo diferente. Recor<strong>de</strong>mos el <strong>de</strong><br />
aquella joven que vio ante sí muerto y colocado en el ataúd a su sobrino, el único hijo que<br />
quedaba a su hermana <strong>de</strong> dos que había tenido. El análisis nos <strong>de</strong>mostró que este sueño no<br />
significaba el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong>l niño, sino que encubría el <strong>de</strong> volver a ver <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
larga ausencia a una persona amada a la que en análoga situación, esto es, cuando la muerte<br />
<strong>de</strong> su otro sobrino, había podido contemplar <strong>de</strong> cerca la sujeto, también <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una<br />
prolongada separación. Este <strong>de</strong>seo, que constituye el verda<strong>de</strong>ro contenido <strong>de</strong>l sueño, no trae<br />
consigo motivo ninguno <strong>de</strong> duelo, razón por la cual no experimenta la sujeto durante él<br />
sentimiento alguno doloroso. Observamos aquí que la sensación concomitante al sueño no<br />
correspon<strong>de</strong> al contenido manifiesto, sino al latente, y que el contenido afectivo ha<br />
152