You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS<br />
____________________________________________________________________________________<br />
cuando <strong>los</strong> recuerdos se hacen <strong>de</strong> nuevo conscientes no muestran cualidad sensorial alguna<br />
o sólo muy pequeña, en comparación con las percepciones. Si pudiéramos comprobar que<br />
la memoria y la cualidad que caracteriza el <strong>de</strong>venir consciente se excluyen recíprocamente<br />
en <strong>los</strong> sistemas Y, se nos ofrecería una prometedora visión <strong>de</strong> las condiciones <strong>de</strong> la<br />
excitación <strong>de</strong> la neurona.<br />
Todo lo que hasta ahora hemos supuesto sobre la composición <strong>de</strong>l aparato psíquico<br />
en su extremo sensible ha sido sin tener en cuenta para nada el sueño ni las explicaciones<br />
psicológicas que <strong>de</strong> su estudio pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>ducirse. Este estudio nos proporciona, en cambio,<br />
gran ayuda para el conocimiento <strong>de</strong> otro sector <strong>de</strong>l aparato. Hemos visto que nos era<br />
imposible explicar la formación <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>sueños</strong> si no nos <strong>de</strong>cidíamos a aceptar la existencia<br />
<strong>de</strong> dos instancias psíquicas, una <strong>de</strong> las cuales somete a una crítica la actividad <strong>de</strong> la otra;<br />
crítica <strong>de</strong> la que resulta la exclusión <strong>de</strong> esta última <strong>de</strong> la conciencia.<br />
<strong>La</strong> instancia crítica mantiene con la conciencia relaciones más íntimas que la<br />
criticada, hallándose situada entre ésta y la conciencia a manera <strong>de</strong> pantalla. Hemos<br />
encontrado, a<strong>de</strong>más, puntos <strong>de</strong> apoyo para i<strong>de</strong>ntificar la instancia crítica con aquello que<br />
dirige nuestra vida <strong>de</strong>spierta y <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> sobre nuestra actividad voluntaria y consciente. Si<br />
ahora sustituimos estas instancias por sistemas, quedará situado el sistema crítico en el<br />
extremo motor <strong>de</strong>l aparato psíquico supuesto. Incluiremos, pues, ambos sistemas en nuestro<br />
esquema y les daremos nombres que indiquen su relación con la conciencia.<br />
Al último <strong>de</strong> <strong>los</strong> sistemas situados en el extremo motor le damos el nombre <strong>de</strong><br />
preconsciente para indicar que sus procesos <strong>de</strong> excitación pue<strong>de</strong>n pasar directamente a la<br />
conciencia siempre que aparezcan cumplidas <strong>de</strong>terminadas condiciones; por ejemplo, la <strong>de</strong><br />
cierta intensidad y cierta distribución <strong>de</strong> aquella función a la que damos el nombre <strong>de</strong><br />
atención, etc. Este sistema es también el que posee la llave <strong>de</strong>l acceso a la motilidad<br />
voluntaria. Al sistema que se halla <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> él le damos el nombre <strong>de</strong> inconsciente porque<br />
no comunica con la conciencia sino a través <strong>de</strong> lo preconsciente, sistema que impone al<br />
proceso <strong>de</strong> excitación, a manera <strong>de</strong> peaje, <strong>de</strong>terminadas transformaciones. ¿En cuál <strong>de</strong> estos<br />
sistemas situaremos ahora el estímulo <strong>de</strong> la formación <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>sueños</strong>? Para mayor sencillez,<br />
en el sistema Inc., aunque, como más a<strong>de</strong>lante explicaremos, no es esto rigurosamente<br />
exacto, pues la formación <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>sueños</strong> se halla forzada a enlazarse con i<strong>de</strong>as latentes que<br />
pertenecen al sistema <strong>de</strong> lo preconsciente. Pero también averiguaremos en otro lugar, al<br />
tratar <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo onírico, que la fuerza impulsora <strong>de</strong>l sueño es proporcionada por el sistema<br />
Inc., y esta última circunstancia nos mueve a aceptar el sistema inconsciente como el punto<br />
<strong>de</strong> partida <strong>de</strong> la formación <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>sueños</strong>. Este estímulo onírico exteriorizará, como todos<br />
<strong>los</strong> <strong>de</strong>más productos mentales, la ten<strong>de</strong>ncia a propagarse al sistema Prec. y pasar <strong>de</strong> éste a<br />
la conciencia.<br />
<strong>La</strong> experiencia nos enseña que durante el día aparece <strong>de</strong>splazado por la censura <strong>de</strong><br />
la resistencia, y para las i<strong>de</strong>as latentes, este camino que conduce a la conciencia a través <strong>de</strong><br />
lo preconsciente. Durante la noche se procuran dichas i<strong>de</strong>as el acceso a la conciencia,<br />
surgiendo aquí la interrogación <strong>de</strong> por qué camino y merced a qué modificación lo<br />
consiguen. Si el acceso <strong>de</strong> estas i<strong>de</strong>as latentes a la conciencia <strong>de</strong>pendiera <strong>de</strong> una<br />
disminución nocturna <strong>de</strong> la resistencia que vigila en la frontera entre lo inconsciente y lo<br />
preconsciente, tendríamos <strong>sueños</strong> que nos mostrarían el carácter alucinatorio que ahora nos<br />
318