12.05.2013 Views

La interpretación de los sueños

La interpretación de los sueños

La interpretación de los sueños

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

SIGMUND FREUD<br />

____________________________________________________________________________________<br />

que enlaza en nuestro pensamiento la representación <strong>de</strong> un objeto a la <strong>de</strong> su contrario.<br />

Como todo otro <strong>de</strong>splazamiento, se halla esta inversión al servicio <strong>de</strong> <strong>los</strong> fines <strong>de</strong> la<br />

censura, pero es también, con frecuencia, obra <strong>de</strong> la realización <strong>de</strong> <strong>de</strong>seos, pues esta<br />

realización <strong>de</strong> <strong>de</strong>seos no consiste sino en la sustitución <strong>de</strong> algo <strong>de</strong>sagradable por su<br />

contrario. Del mismo modo que las representaciones <strong>de</strong> objetos, pue<strong>de</strong>n también aparecer<br />

invertidos en el sueño <strong>los</strong> afectos <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as latentes, y es muy probable que esta inversión<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> afectos sea obra <strong>de</strong> la censura en la mayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> casos. <strong>La</strong> represión y la inversión<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> afectos son también utilizadas en la vida social, en la que ya encontramos un proceso<br />

análogo al <strong>de</strong> la censura onírica para el disimulo. Cuando hablamos con una persona a la<br />

que quisiéramos <strong>de</strong>cir algo hostil, viéndonos obligados a callarlo por consi<strong>de</strong>raciones <strong>de</strong><br />

or<strong>de</strong>n social, habremos <strong>de</strong> ocultar las manifestaciones <strong>de</strong> nuestros afectos con el mismo<br />

cuidado que ponemos en atenuar la expresión <strong>de</strong> nuestros pensamientos. En efecto, si<br />

mientras le dirigimos palabras corteses le miramos con gesto <strong>de</strong> odio o <strong>de</strong> <strong>de</strong>sprecio, el<br />

efecto que nuestra actitud producirá a dicha persona no será muy distinto <strong>de</strong>l que<br />

hubiéramos logrado arrojándole a la cara nuestro <strong>de</strong>sprecio sin atenuación alguna.<br />

<strong>La</strong> censura nos aconseja, pues, que reprimamos, ante todo, nuestros afectos.<br />

Aquel<strong>los</strong> que llegan a ser maestros en el arte <strong>de</strong>l disimulo consiguen fingir el afecto<br />

contrario al que verda<strong>de</strong>ramente sienten, y sonríen cuando quisieran mor<strong>de</strong>r o se muestran<br />

cariñosos con <strong>los</strong> que <strong>de</strong>sarían aniquilar. Conocemos ya un acabado ejemplo <strong>de</strong> tal<br />

inversión <strong>de</strong> <strong>los</strong> afectos en el sueño y al servicio <strong>de</strong> la censura. En el «sueño <strong>de</strong> la barba <strong>de</strong><br />

mi tío» siento gran cariño hacia mi amigo R., mientras que en las i<strong>de</strong>as latentes le califico<br />

<strong>de</strong> imbécil. De este ejemplo <strong>de</strong> inversión <strong>de</strong> <strong>los</strong> afectos extrajimos el primer indicio <strong>de</strong> la<br />

existencia <strong>de</strong> una censura onírica. No es tampoco necesario suponer a este respecto que la<br />

elaboración onírica crea en todas sus partes tal afecto contrario, pues, generalmente, lo<br />

encuentra ya dado en el material latente y se limita a reforzarlo con la energía psíquica <strong>de</strong><br />

<strong>los</strong> motivos <strong>de</strong> repulsa hasta hacerse alcanzar intensidad suficiente para constituirse en<br />

elemento dominante <strong>de</strong> la formación <strong>de</strong>l sueño. En el citado sueño <strong>de</strong> «la barba <strong>de</strong> mi tío»<br />

proce<strong>de</strong> probablemente el cariñoso afecto contrario <strong>de</strong> una fuente infantil (como nos indica<br />

la continuación <strong>de</strong>l sueño), pues las relaciones entre tío y sobrino han constituido luego<br />

para mí, por la especial naturaleza <strong>de</strong> mis más tempranas experiencias infantiles (véase el<br />

análisis <strong>de</strong>l sueño Non vixit), la fuente <strong>de</strong> todas mis amista<strong>de</strong>s y todos mis odios.<br />

Un sueño comunicado por Ferenczi nos ofrece un excelente ejemplo <strong>de</strong> tal inversión<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> afectos . Un individuo <strong>de</strong> avanzada edad es <strong>de</strong>spertado una noche por su mujer,<br />

asustada <strong>de</strong> oírle reír entre <strong>sueños</strong> a gran<strong>de</strong>s carcajadas. El durmiente relató luego haber<br />

soñado lo siguiente: «Una persona conocida entra a verme estando yo en la cama. Quiero<br />

encen<strong>de</strong>r la luz, pero no lo consigo, y todos mis intentos resultan vanos. Entonces se<br />

levanta mi mujer <strong>de</strong> la cama para ayudarme, mas no logra tampoco el resultado apetecido y,<br />

avergonzada <strong>de</strong> mostrarse en paños menores ante un extraño, vuelve a acostarse. Me parece<br />

tan cómico todo esto, que no puedo reprimir la risa. Mi mujer me pregunta: '¿De qué te<br />

ríes?' Pero yo sigo riendo hasta que <strong>de</strong>spierto.» Al día siguiente se sintió el sujeto muy<br />

<strong>de</strong>primido y tuvo un fuerte dolor <strong>de</strong> cabeza «<strong>de</strong> tanto como se había reído aquella noche».<br />

Analíticamente consi<strong>de</strong>rado, es este un sueño mucho menos divertido. <strong>La</strong> persona<br />

'conocida' que entra a ver al sujeto es, en las i<strong>de</strong>as latentes, 'la gran incógnita' -la muerte-,<br />

279

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!