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LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS<br />
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intestinal. Otras veces quedan representadas partes <strong>de</strong>l cuerpo por <strong>de</strong>talles aislados <strong>de</strong> una<br />
casa. Así, en el sueño provocado por el dolor <strong>de</strong> cabeza, queda ésta representada por el<br />
techo <strong>de</strong> una habitación que el sujeto ve cubierto <strong>de</strong> repugnantes arañas semejantes a sapos.<br />
Fuera <strong>de</strong>l simbolismo <strong>de</strong> la casa, son empleados otros objetos para representar la parte <strong>de</strong>l<br />
cuerpo <strong>de</strong> la que emana el estímulo onírico. «El pulmón y su función anatómica encuentra<br />
su símbolo en la estufa encendida y la corriente <strong>de</strong> aire que en ella se establece; el corazón,<br />
en cajones o cestos vacíos, y la vejiga, en objetos redondos en forma <strong>de</strong> bolsa o<br />
sencillamente cóncavos.<br />
«El sueño provocado por un estímulo emanado <strong>de</strong> <strong>los</strong> genitales masculinos hace<br />
encontrar al sujeto en la calle la boquilla <strong>de</strong> un clarinete o <strong>de</strong> una pipa, o también una piel.<br />
Los dos primeros objetos evocan aproximadamente la forma <strong>de</strong>l sexo masculino, y el<br />
último el vello <strong>de</strong>l pubis. En las mujeres queda representada oníricamente la región pubiana<br />
por un angosto patio, y la vagina, por un estrecho sen<strong>de</strong>ro, blando y resbaladizo, que <strong>los</strong><br />
atraviesa y por el que tiene que pasar la sujeto <strong>de</strong>l sueño para llevar, por ejemplo, una carta<br />
dirigida a un hombre.» (Volkelt, pág. 39.) Muy importante es la circunstancia <strong>de</strong> que al<br />
final <strong>de</strong> un tal sueño <strong>de</strong> estímulo somático se <strong>de</strong>senmascara, por <strong>de</strong>cirlo así, la fantasía<br />
onírica, presentando en su forma real el órgano estimulador o su función. Así, el sueño<br />
provocado por un estímulo <strong>de</strong>ntal termina casi siempre con la caída o extracción <strong>de</strong> una<br />
muela o un diente que el sujeto mismo saca <strong>de</strong> su boca. Pero la fantasía onírica no dirige<br />
exclusivamente su atención a la forma <strong>de</strong>l órgano estimulador, sino que pue<strong>de</strong> tomar<br />
asimismo la sustancia en él contenida como objeto <strong>de</strong> la simbolización. Así, el sueño <strong>de</strong><br />
estímulo intestinal hace andar al sujeto por calles cubiertas <strong>de</strong> excrementos, y el <strong>de</strong><br />
estímulo vesical le conduce junto a una rápida corriente <strong>de</strong> agua.<br />
El sueño pue<strong>de</strong> representar simbólicamente el estímulo como tal, la naturaleza <strong>de</strong> la<br />
excitación producida y el objeto al que tien<strong>de</strong>, o bien hace entrar al yo onírico en una<br />
relación concreta con las simbolizaciones <strong>de</strong>l estado mismo por el que atraviesa. Así suce<strong>de</strong><br />
cuando, en <strong>los</strong> <strong>sueños</strong> provocados por un dolor, luchamos <strong>de</strong>sesperadamente con perros o<br />
toros que nos acometen, o cuando en el sueño femenino <strong>de</strong> estímulo sexual, se ve<br />
perseguida la durmiente por un hombre <strong>de</strong>snudo. Aparte <strong>de</strong> la enorme variedad <strong>de</strong> la<br />
representación, hallamos en todo sueño, como fuerza central, una actividad simbolizante <strong>de</strong><br />
la fantasía. Volkelt intentó <strong>de</strong>spués penetrar en el carácter <strong>de</strong> esta fantasía y señalar a la<br />
actividad psíquica así reconocida un puesto concreto en un sistema fi<strong>los</strong>ófico. Pero su obra,<br />
muy bella y escrita con cálido entusiasmo, resulta difícil <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r para aquel<strong>los</strong> a<br />
quienes una previa preparación no ha habituado a <strong>de</strong>sentrañar lo que en realidad<br />
oscuramente presentida existe en <strong>los</strong> abstractos esquemas fi<strong>los</strong>óficos. <strong>La</strong> actividad <strong>de</strong> la<br />
fantasía simbolizante no es enlazada por Scherner a una función útil <strong>de</strong>l sueño. El alma<br />
juega soñando con <strong>los</strong> estímu<strong>los</strong> que se le ofrecen. Pudiera incluso llegarse a suponer que<br />
juega caprichosamente con el<strong>los</strong>. Mas también pudiera preguntársenos si nuestro <strong>de</strong>tenido<br />
examen <strong>de</strong> la teoría onírica <strong>de</strong> Scherner, tan arbitraria como opuesta a todas las normas <strong>de</strong><br />
la investigación, pue<strong>de</strong> resultar <strong>de</strong> algún provecho.<br />
A esto respon<strong>de</strong>ríamos que nos parece injusto rechazarla sin formación <strong>de</strong> causa,<br />
pues se halla basada en las impresiones que <strong>los</strong> <strong>sueños</strong> <strong>de</strong>jaron a un concienzudo y<br />
minucioso observador, dotado <strong>de</strong> una gran capacidad para <strong>de</strong>sentrañar oscuros problemas<br />
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