You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
SIGMUND FREUD<br />
____________________________________________________________________________________<br />
y sólo emplea una pequeña parte <strong>de</strong> la misma para emplearla en el <strong>de</strong>splazamiento. <strong>La</strong><br />
mecánica <strong>de</strong> estos procesos me es totalmente <strong>de</strong>sconocida.<br />
Aquel<strong>los</strong> que quisieran continuar esta i<strong>de</strong>ación tendrían que buscar analogías físicas<br />
y construir una representación plástica <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> movimiento en la excitación <strong>de</strong> las<br />
neuronas. Por mi parte, me limito a mantener la hipótesis <strong>de</strong> que la actividad <strong>de</strong>l primero <strong>de</strong><br />
<strong>los</strong> sistemas Y tien<strong>de</strong> a una libre <strong>de</strong>rivación <strong>de</strong> las cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> excitación, y que el<br />
segundo sistema provoca, con las cargas que <strong>de</strong> sí emanan, una coerción <strong>de</strong> dicha<br />
<strong>de</strong>rivación y una transformación <strong>de</strong> la misma en carga psíquica en reposo. Supongo, por<br />
tanto, que la <strong>de</strong>rivación <strong>de</strong> la excitación es sujeta por el segundo sistema a condiciones<br />
mecánicas completamente distintas <strong>de</strong> las que regulaban su curso bajo el dominio <strong>de</strong>l<br />
primero. Cuando el segundo sistema ha llevado a cabo su labor examinadora, levanta la<br />
coerción y el estancamiento <strong>de</strong> las excitaciones y las <strong>de</strong>ja fluir hasta la motilidad.<br />
Dirigiendo nuestra atención hacia las relaciones <strong>de</strong> esta coerción <strong>de</strong> la <strong>de</strong>rivación<br />
por el segundo sistema, con la regulación por medio <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong>l displacer, hallamos<br />
una interesantísima concatenación <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as. Busquemos primero la contrapartida <strong>de</strong> la<br />
experiencia <strong>de</strong> satisfacción primaria, o sea la experiencia <strong>de</strong> sobresalto exterior. Sobre el<br />
aparato primitivo actuaría un estímulo <strong>de</strong> percepción que sería la fuente <strong>de</strong> una excitación<br />
dolorosa. A esto seguirán entonces <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nadas manifestaciones motoras, hasta que una<br />
<strong>de</strong> ellas sustraiga al aparato la percepción y al mismo tiempo el dolor. Esta manifestación<br />
motora que ha logrado suprimir el estímulo displaciente, surgirá en a<strong>de</strong>lante siempre que el<br />
mismo se renueve y no cesará hasta conseguir otra vez su <strong>de</strong>saparición. Pero en este caso<br />
no perdurará inclinación ninguna a cargar <strong>de</strong> nuevo alucinatoriamente, o en otra forma<br />
cualquiera, la percepción <strong>de</strong> la fuente <strong>de</strong> dolor. Por el contrario, ten<strong>de</strong>rá el aparato primario<br />
a abandonar esta huella mnémica, penosa en cuanto que<strong>de</strong> nuevamente <strong>de</strong>spertada por algo,<br />
pues el curso <strong>de</strong> su excitación hasta la percepción produciría displacer (o, más exactamente,<br />
comienza a producir). <strong>La</strong> separación <strong>de</strong>l recuerdo, separación que no es sino una repetición<br />
<strong>de</strong> la fuga primitiva ante la percepción, queda facilitada por el hecho <strong>de</strong> que el recuerdo no<br />
posee, como la percepción, cualidad bastante para atraer la atención <strong>de</strong> la conciencia y<br />
procurarse <strong>de</strong> este modo una nueva carga. Esta sencilla y regular exclusión <strong>de</strong> lo penoso <strong>de</strong>l<br />
proceso psíquico <strong>de</strong> la memoria nos da el mo<strong>de</strong>lo y el primer ejemplo <strong>de</strong> la represión<br />
psíquica.<br />
A consecuencia <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong>l displacer resulta, pues, totalmente incapaz el<br />
primer sistema Y para incluir algo <strong>de</strong>sagradable en la coherencia mental. Este sistema no<br />
pue<strong>de</strong> hacer sino <strong>de</strong>sear. Si esta situación se mantuviera, la actividad mental <strong>de</strong>l segundo<br />
sistema, que necesita disponer <strong>de</strong> todos <strong>los</strong> recuerdos que reposan en la experiencia,<br />
quedaría obstruida. Por tanto, surgen aquí dos nuevas posibilida<strong>de</strong>s. <strong>La</strong> actividad <strong>de</strong>l<br />
segundo sistema pue<strong>de</strong> libertarse por completo <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong>l displacer y continuar su<br />
marcha sin preocuparse <strong>de</strong>l displacer <strong>de</strong>l recuerdo, o pue<strong>de</strong> también cargar <strong>de</strong> tal manera el<br />
recuerdo displaciente que que<strong>de</strong> evitado el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> displacer. <strong>La</strong> primera posibilidad<br />
no nos parece aceptable, pues el principio <strong>de</strong>l displacer es también lo que regula el curso <strong>de</strong><br />
la excitación <strong>de</strong>l segundo sistema. Admitiremos, pues, la segunda, o sea la <strong>de</strong> que dicho<br />
sistema carga <strong>de</strong> tal manera un recuerdo que la <strong>de</strong>rivación queda impedida; esto es, también<br />
la <strong>de</strong>rivación queda comparable a una inervación motora hasta el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> displacer.<br />
351