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LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS<br />
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águila. El análisis hace surgir el recuerdo <strong>de</strong> un muchacho muy mal educado que jugaba<br />
con nosotros en la pra<strong>de</strong>ra próxima a la casa y cuyo nombre era Felipe. Me parece como si<br />
hubiera sido a este muchacho al que hubiese oído por vez primera la palabra vulgar con la<br />
que se <strong>de</strong>signa el comercio sexual y que <strong>los</strong> hombres cultos han sustituido por una palabra<br />
latina (coitieren). Dicha palabra vulgar (en alemán muy parecida a la palabra «pájaro»)<br />
queda representada claramente en el sueño por la elección <strong>de</strong> <strong>los</strong> personajes con cabezas <strong>de</strong><br />
ave. Sin duda adiviné la significación sexual <strong>de</strong> aquel término por la expresión con que lo<br />
pronunció mi ineducado maestro. <strong>La</strong> expresión que la fisonomía <strong>de</strong> mi madre mostraba en<br />
el sueño correspondía a la <strong>de</strong> mi abuelo cuando le ví, pocos días antes <strong>de</strong> morir, sumido en<br />
estado comatoso. <strong>La</strong> elaboración secundaria <strong>de</strong>bió <strong>de</strong> interpretar este sueño en el sentido <strong>de</strong><br />
la muerte <strong>de</strong> mi madre, circunstancia con la que se armoniza también la elección <strong>de</strong> las<br />
figuras egipcias correspondientes a una estela funeraria. Lleno <strong>de</strong> angustia <strong>de</strong>sperté y no<br />
paré <strong>de</strong> llorar hasta <strong>de</strong>spertar a mis padres. Recuerdo que me tranquilicé <strong>de</strong> repente en<br />
cuanto vi a mi madre, como si hubiera necesitado convencerme <strong>de</strong> que no había muerto.<br />
Pero esta <strong>interpretación</strong> secundaria <strong>de</strong>l sueño tuvo efecto bajo la influencia <strong>de</strong> la angustia<br />
<strong>de</strong>sarrollada. No es que me angustiara por haber soñado que mi madre moría, sino que<br />
interpreté el sueño <strong>de</strong> este modo en la elaboración secundaria porque me hallaba ya bajo el<br />
dominio <strong>de</strong> la angustia. Por último, pue<strong>de</strong> referirse esta angustia a un placer sexual<br />
oscuramente adivinado que encontró una excelente expresión en el contenido visual <strong>de</strong>l<br />
sueño.<br />
Un hombre <strong>de</strong> veintisiete años, gravemente enfermo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un año atrás, tuvo, entre<br />
<strong>los</strong> once y <strong>los</strong> trece años, repetidamente y con intenso <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> angustia, el siguiente<br />
sueño: Un hombre le persigue con un hacha. Quiere correr, pero se halla como paralizado y<br />
no pue<strong>de</strong> moverse. Es éste un buen ejemplo <strong>de</strong> sueño <strong>de</strong> angustia muy corriente y<br />
<strong>de</strong>sprovisto <strong>de</strong> toda apariencia sexual. En el análisis recuerda el sujeto que su tío fue<br />
atacado una vez en la calle por un individuo sospechoso y <strong>de</strong>duce <strong>de</strong> esta ocurrencia que en<br />
<strong>los</strong> días inmediatos al sueño <strong>de</strong>bió <strong>de</strong> oír relatar un suceso parecido. Con respecto al hacha,<br />
recuerda que por aquella época se hirió una vez con un instrumento semejante en ocasión<br />
<strong>de</strong> hallarse partiendo ma<strong>de</strong>ra. A continuación pasa sin transición alguna a sus relaciones<br />
con su hermano menor, al que solía maltratar y <strong>de</strong>spreciar, y recuerda especialmente una<br />
vez que le tiró una bota a la cabeza, haciéndole sangre. En esta ocasión dijo su madre: «Me<br />
da miedo <strong>de</strong> que en una <strong>de</strong> éstas le mates.» Luego surge repentinamente en él un recuerdo<br />
<strong>de</strong> sus nueve años. Sus padres habían llegado tar<strong>de</strong> a casa y, fingiéndose dormido, pudo<br />
observar una escena sexual entre <strong>los</strong> mismos. Sus pensamientos siguientes muestran que<br />
había establecido una analogía entre estas relaciones <strong>de</strong> sus padres y su relación violenta<br />
con su hermano menor, subordinando la escena nocturna al concepto <strong>de</strong> violencia y riña, y<br />
llegando <strong>de</strong> este modo, como es muy frecuente en <strong>los</strong> niños, a una concepción sádica <strong>de</strong>l<br />
acto <strong>de</strong>l coito. Esta concepción quedó reforzada un día en que advirtió manchas <strong>de</strong> sangre<br />
en la cama <strong>de</strong> su madre.<br />
El hecho <strong>de</strong> que el comercio sexual <strong>de</strong> <strong>los</strong> adultos es consi<strong>de</strong>rado por <strong>los</strong> niños<br />
como algo violento y <strong>de</strong>spierta angustia en el<strong>los</strong>, pue<strong>de</strong> ser comprobado cotidianamente.<br />
Para esta angustia hemos hallado la explicación <strong>de</strong> que se trata <strong>de</strong> una excitación sexual no<br />
dominada por su comprensión y que es rechazada, a<strong>de</strong>más, por referirse a <strong>los</strong> padres,<br />
transformándose así en angustia. En un período aún más temprano <strong>de</strong> la vida, el impulso<br />
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