You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
SIGMUND FREUD<br />
____________________________________________________________________________________<br />
pue<strong>de</strong>n constituir la primera y más profunda base <strong>de</strong> un síntoma histérico. Algunos<br />
pacientes a <strong>los</strong> que expongo estas explicaciones en el momento oportuno <strong>de</strong>l tratamiento<br />
suelen parodiarlas <strong>de</strong>clarándose dispuestos a buscar recuerdos <strong>de</strong>l tiempo en que aún no<br />
habían nacido a la vida. Análoga acogida esperaba, en mi opinión, al <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong>l<br />
insospechado papel que en <strong>los</strong> más tempranos sentimientos sexuales <strong>de</strong> las enfermas<br />
neuróticas hubo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempeñar la persona <strong>de</strong>l padre (véanse S. <strong>de</strong> muerte <strong>de</strong> seres<br />
queridos). Y, sin embargo, mis investigaciones me han llevado a la convicción <strong>de</strong> la<br />
absoluta exactitud <strong>de</strong> ambas hipótesis. Para reforzar mi convencimiento evoco algunos<br />
ejemp<strong>los</strong> <strong>de</strong> enfermas cuyo padre murió hallándose ellas en su más tierna infancia y en las<br />
que <strong>de</strong>terminados fenómenos -inexplicables <strong>de</strong> otro modo- <strong>de</strong>mostraron que la niña había<br />
conservado, sin embargo, inconscientemente, recuerdos <strong>de</strong> la persona tan tempranamente<br />
<strong>de</strong>saparecida <strong>de</strong> su vida. Sé que estas dos afirmaciones mías reposan en <strong>de</strong>ducciones que<br />
habrán <strong>de</strong> ser enérgicamente combatidas.<br />
Así, pues, el aprovechamiento material <strong>de</strong> estas <strong>de</strong>ducciones, cuya discusión espero<br />
por la elaboración onírica y para la creación <strong>de</strong> <strong>de</strong>ducciones inatacables, es un rendimiento<br />
<strong>de</strong> la realización <strong>de</strong> <strong>de</strong>seos.<br />
VII. En un sueño al que antes aludimos <strong>de</strong> pasada queda manifiestamente expresado<br />
el asombro ante el tema que comienza a iniciarse: «El anciano Brücke ha <strong>de</strong>bido<br />
encargarme un trabajo que se refiere extrañamente a la preparación anatómica <strong>de</strong> la parte<br />
inferior <strong>de</strong> mi propio cuerpo -al abdomen y las piernas-, que veo colocada ante mí como en<br />
la sala <strong>de</strong> disección aunque no siento su falta ni experimento terror ninguno. Luisa N. está a<br />
mi lado y realiza conmigo el trabajo. El abdomen ha sido vaciado, separando la masa<br />
intestinal, y muestra unas veces su parte superior y otras su parte inferior, mezclándose y<br />
confundiéndose ambos aspectos. Gruesos núcleos <strong>de</strong> carne roja aparecen visibles (en el<br />
sueño pienso al ver<strong>los</strong> en las hemorroi<strong>de</strong>s). Había también que limpiar cuidadosamente<br />
algo que se veía sobre el<strong>los</strong> y que parecía papel <strong>de</strong> plata muy arrugado . Luego volvía a<br />
poseer mis piernas y caminaba por la ciudad; pero, sintiéndome fatigado, tomaba un coche.<br />
Con gran asombro mío entró éste por el portal <strong>de</strong> una casa, cuyas puertas se abrieron ante<br />
él, dándole paso a través <strong>de</strong> un pasaje que <strong>de</strong>sembocaba <strong>de</strong> nuevo en la calle. Por último<br />
camino atravesando diversos lugares, acompañado por un guía alpino que lleve mi<br />
equipaje.<br />
Durante un rato me lleva también a mí en vista <strong>de</strong> la fatiga <strong>de</strong> mis piernas. El<br />
terreno era pantanoso e íbamos por la orilla. Hay mucha gente sentada en el sueño. Parecen<br />
indios o gitanos. Entre el<strong>los</strong>, una muchacha. Antes había yo andado sin ayuda ninguna<br />
sobre aquel suelo escurridizo, continuamente admirado <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r moverme con tanta<br />
facilidad <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la preparación. Por fin, llegamos a una pequeña casa <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra en<br />
cuyo fondo se abría una ventana. El guía me <strong>de</strong>ja entonces en el suelo y coloca sobre el<br />
alféizar <strong>de</strong> la ventana dos tablones, dispuestos allí <strong>de</strong> antemano para formar un puente sobre<br />
el abismo que se extien<strong>de</strong> al otro lado. Siento ahora verda<strong>de</strong>ramente miedo por mis piernas.<br />
Pero en vez <strong>de</strong>l peligroso paso esperado veo dos hombres tendidos en unos bancos <strong>de</strong><br />
ma<strong>de</strong>ra adosados a la pared <strong>de</strong> la casita, y junto a el<strong>los</strong>, algo como dos niños durmiendo.<br />
267