Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
SIGMUND FREUD<br />
____________________________________________________________________________________<br />
aprovechado, no siempre se pue<strong>de</strong>n interpretar, al menos en muchos casos, como para<br />
revelar el total significado oculto. Una fuerza particular, que tuvo que ver con el origen y<br />
construcción <strong>de</strong> la neurosis, llega a actuar una vez más al tratar <strong>de</strong> resolverla, lo que nos<br />
impi<strong>de</strong> interpretar estos <strong>sueños</strong> hasta su último secreto.<br />
8) El sueño <strong>de</strong> examen.<br />
Todo aquel que ha terminado con el examen <strong>de</strong> grado sus estudios <strong>de</strong> bachillerato<br />
pue<strong>de</strong> testimoniar <strong>de</strong> la tenacidad con que le persigue el sueño <strong>de</strong> angustia <strong>de</strong> que va a ser<br />
suspendido y tendrá que repetir el curso, etc. Para el poseedor <strong>de</strong> un título académico se<br />
sustituye este sueño típico por el <strong>de</strong> que tiene que presentarse al examen <strong>de</strong> doctorado,<br />
sueño durante el cual se objeta en vano que hace ya muchos años que obtuvo el <strong>de</strong>seado<br />
título y se halla ejerciendo la profesión correspondiente. En estos <strong>sueños</strong> es el recuerdo <strong>de</strong><br />
<strong>los</strong> castigos que en nuestra infancia merecieron nuestras faltas lo que revive en nosotros y<br />
viene a enlazarse a <strong>los</strong> dos puntos culminantes <strong>de</strong> nuestros estudios, al dies irae, dies illa <strong>de</strong><br />
<strong>los</strong> rigurosos exámenes. El «miedo <strong>de</strong> examen» <strong>de</strong> <strong>los</strong> neuróticos halla también un<br />
incremento en la citada angustia infantil. Terminados nuestros estudios, no es ya <strong>de</strong><br />
nuestros padres, preceptores o maestros, <strong>de</strong> quienes hemos <strong>de</strong> esperar el castigo a nuestras<br />
faltas, sino <strong>de</strong> la inexorable concatenación causal <strong>de</strong> la vida, la cual toma a su cargo<br />
continuar nuestra educación, y entonces es cuando soñamos con <strong>los</strong> exámenes -¿y quién no<br />
ha dudado <strong>de</strong> su éxito?- siempre que tememos que algo nos salga mal en castigo a no haber<br />
obrado bien o no haber puesto <strong>los</strong> medios suficientes para la consecución <strong>de</strong> un fin<br />
<strong>de</strong>seado; esto es, siempre que sentimos pesar sobre nosotros una responsabilidad.<br />
A una interesante observación <strong>de</strong> un colega, conocedor <strong>de</strong> estas cuestiones, <strong>de</strong>bo un<br />
más amplio esclarecimiento <strong>de</strong> tales <strong>sueños</strong>, pues me llamó la atención sobre el hecho, por<br />
él comprobado, <strong>de</strong> que el sueño <strong>de</strong> tener que doctorarse nuevamente era siempre soñado<br />
por personas que habían salido triunfantes <strong>de</strong> dicho examen y nunca por aquellas otras que<br />
en él habían sido suspensas. Estos <strong>sueños</strong> <strong>de</strong> angustia, que suelen presentarse cuando al día<br />
siguiente ha <strong>de</strong> resolverse algo importante para nosotros, habrían, pues, buscado en el<br />
pretérito una ocasión en que la angustia se <strong>de</strong>mostró injustificada y quedó contradicha por<br />
el éxito. Tendríamos aquí un singular ejemplo <strong>de</strong> <strong>interpretación</strong> errónea <strong>de</strong>l contenido<br />
onírico por la instancia <strong>de</strong>spierta. <strong>La</strong> objeción interpretada como rebelión contra el sueño:<br />
«Pero ¡si ya tengo el título!», etc., sería, en realidad, un aliento proporcionado por el<br />
mismo: «No temas; recuerda el miedo que sentiste antes <strong>de</strong>l examen <strong>de</strong> doctorado y<br />
recuerda que nada malo te pasó. Hoy tienes ya tu título», etc. Resulta, pues, que la angustia<br />
que atribuíamos al sueño procedía <strong>de</strong> <strong>los</strong> restos diurnos. Esta explicación se ha <strong>de</strong>mostrado<br />
cierta en todos <strong>los</strong> <strong>sueños</strong> <strong>de</strong> este género, propios y ajenos, que he podido investigar. <strong>La</strong><br />
medicina legal, asignatura en la que fui suspenso, no me ha ocupado jamás en <strong>sueños</strong>,<br />
mientras que muchas veces he soñado examinarme <strong>de</strong> Botánica, Zoología y Química,<br />
167