Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish
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-¿Me promete no estar más de una semana? -Preferiría no darle palabra para no<br />
tener que incumplirla quizá.<br />
-En todo caso, ¿volverá usted y no se dejará inducir para quedarse allí?<br />
-No. Volveré de todos modos.<br />
-Y ¿cómo nos arreglamos? ¡No va usted a hacer sola un viaje de cien millas!<br />
-Ha venido el cochero de mi tía para llevarme con él, señor.<br />
-¿Es persona de confianza? -Sí. Lleva diez años en la casa.<br />
-¿Cuándo quiere irse? -dijo Mr. Rochester, después de meditar un momento.<br />
-Mañana por la mañana.<br />
-Supongo que necesitará usted dinero, porque presumo que no tendrá mucho y yo<br />
no le he pagado aún su salario. ¿Cuánto tiene para toda la vida, <strong>Jane</strong>? -me preguntó,<br />
sonriendo.<br />
-Cinco chelines, señor -repuse, mostrándole mi flaca bolsa.<br />
Vació el contenido en la palma de la mano y lo agitó, alegremente, como si fuera<br />
cosa que le agradase. Luego sacó su billetero y me ofreció un billete.<br />
Eran cincuenta libras y no me debía más que quince. Le dije que no tenía cambio.<br />
-No necesito cambio. Ya lo sabe usted. Es su sueldo. Rehusé, manifestando que<br />
aquello era más de lo que me debía. Pareció pensar de pronto en algo, y dijo: -Bueno,<br />
bueno. Quizá sea mejor. De lo contrario, tal vez esté usted tres meses allí. Tome entonces<br />
diez libras. ¿Basta?<br />
-Sí. Ahora me debe usted cinco.<br />
-Así volverá por ellas. Soy su banquero. Tiene usted conmigo cuenta corriente por<br />
cuarenta libras.<br />
-Mr. Rochester, quisiera de paso hablarle de negocios.<br />
-¿De negocios? Me muero de curiosidad. Hable. -Usted ha tenido la amabilidad de<br />
informarme de que piensa casarse en breve.<br />
-Sí; ¿y qué?<br />
-En tal caso, Adèle debe ir a un colegio. Estoy segura de que usted lo considerará<br />
necesario.<br />
-Desde luego, tendré que ponerla fuera del alcance de mi esposa que, si no, quizá<br />
se comportase demasiado altivamente con ella. La sugerencia es razonable, sin duda.<br />
Como usted dice bien, Adèle tendrá que ir a un colegio. Y usted, ¿adónde irá? ¿Al diablo?<br />
-Espero que no, señor, pero tendré que pensar en buscar otro empleo.<br />
-Por supuesto -exclamó, contrayendo las facciones y con un extraño tono de<br />
chanza. Luego, agregó-: Supongo que pedirá usted a la vieja Reed y a sus primos que le<br />
busquen un puesto, ¿no?<br />
<strong>Brontë</strong>, <strong>Charlotte</strong>: <strong>Jane</strong> <strong>Eyre</strong><br />
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