12.05.2013 Views

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Esos seres nos vigilan, están encargados de custodiarnos... Y si se nos trata mal, si se nos<br />

tortura, los ángeles lo ven, reconocen nuestra inocencia (porque yo sé que tú eres inocente:<br />

lo leo en tus ojos) y Dios, cuando nuestra alma deje nuestro cuerpo, nos dará recompensa<br />

merecida. Así que, ¿a qué preocuparte tanto de la vida, si pasa tan pronto y luego nos<br />

espera la gloria?<br />

Yo callé. Helen me había tranquilizado, pero en la calma que me infundía había algo<br />

de inexpresable tristeza. Sin saber por qué, mientras ella hablaba, yo sentía una vaga<br />

angustia, y cuando, al concluir, tosió con tos seca, olvidé mis propios sufrimientos para<br />

pensar en los de mi amiga.<br />

Apoyé la cabeza en los hombros de Helen y la abracé por el talle. Ella me atrajo<br />

hacia sí y las dos permanecimos silenciosas. Ya llevábamos largo rato de aquel modo<br />

cuando sentimos entrar a otra persona. El viento había barrido las nubes del cielo y a la luz<br />

de la Luna que entraba por la ventana reconocimos en la recién llegada a Miss Temple.<br />

-Venía a buscarte, <strong>Jane</strong> -dijo-. Acompáñame a mi cuarto. Puesto que Helen está<br />

contigo, que venga también.<br />

Seguimos a la inspectora a través de los laberínticos pasillos del edificio,<br />

ascendimos una escalera y llegamos a su cuarto. Un buen fuego ardía en él. Miss Temple<br />

mandó sentarse a Helen en una butaca baja, junto a la chimenea; ella se sentó en otra y me<br />

hizo ir a su lado.<br />

-¿Qué? -dijo, mirándome a la cara-. ¿Se te ha pasado ya el disgusto?<br />

-Yo creo que no se me pasará nunca. -¿Por qué?<br />

-Porque me han acusado injustamente y porque creo que usted y todas van a<br />

despreciarme desde ahora. -Nosotras te consideraremos siempre como te merezcas,<br />

pequeña. Sigue siendo una niña buena y te querré lo mismo.<br />

-¿Soy buena, señorita?<br />

-Sí lo eres -repuso, abrazándome-. Y ahora dime: ¿Quién es esa que Mr.<br />

Brocklehurst llama tu bienhechora?<br />

-Mrs. Reed, la viuda de mi tío. Mi tío murió y me dejó a cargo de ella.<br />

-¿Así que no te recogió ella de por sí?<br />

-No. Yo he oído siempre a las criadas que mi tío la hizo prometer, antes de morir,<br />

que me tendría siempre a su lado.<br />

-Bueno, <strong>Jane</strong>, ya sabes, y si no lo sabes yo te lo digo, que cuando se acusa a un<br />

criminal se le deja defenderse. Puesto que te han acusado injustamente, defiéndete lo mejor<br />

que puedas. Dime, pues, toda la verdad, pero sin añadir ni exagerar nada.<br />

Pensé que convenía hablar con moderación y con orden y, después de concentrarme<br />

para organizar un relato coherente, expliqué toda la historia de mi triste niñez. Estaba tan<br />

fatigada -y además tan influida por los consejos de Helen- que acerté a exponer las cosas<br />

con mucho menos apasionamiento y más orden que de ordinario, y comprendí que Miss<br />

Temple me creía.<br />

<strong>Brontë</strong>, <strong>Charlotte</strong>: <strong>Jane</strong> <strong>Eyre</strong><br />

45

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!