12.05.2013 Views

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ahora por todo. Ser su esposa es, para mí, alcanzar la mayor felicidad posible en la<br />

tierra.<br />

-Porque te complaces en el sacrificio.<br />

-¿Qué sacrificio? ¿El de calmar el hambre que me devora, el de cambiar la<br />

esperanza por la realización? ¿Es un sacrificio poder estrechar entre mis brazos al que<br />

estimo, poder besar al que amo, descansar en el que confío? Si eso es sacrificarse,<br />

¡bendito sea tal sacrificio!<br />

-¿Y soportar mis dolencias y condescender con mis faltas?<br />

-Para mí no existen. Prefiero amarle ahora, cuando puedo serle útil, que antes,<br />

cuando usted no accedía a desempeñar otro papel que el de un protector orgulloso y<br />

espléndido.<br />

-Es verdad que aborrecía el ser auxiliado y conducido, pero no lo aborreceré en<br />

adelante. No me gustaba apoyar mi brazo sobre el de los que me sirvieran porque les<br />

pagaba, pero con gusto sentiré que me lo oprimen los deditos de <strong>Jane</strong>. Preferiría la<br />

soledad total a ser acompañado por sirvientes profesionales, pero los dulces servicios<br />

de <strong>Jane</strong> me colmarán de alegría. <strong>Jane</strong> me agrada. ¿Le agradaré yo a ella?<br />

-Más de cuanto pueda decirse.<br />

-Siendo así, como no tenemos que depender de nadie, debemos casarnos<br />

inmediatamente.<br />

Hablaba con vehemencia. Su antigua impetuosidad resurgía.<br />

-Debemos unirnos sin dilación, <strong>Jane</strong>. Nadie nos impide que ahora...<br />

-Acabo de observar que el sol ya está muy bajo. Piloto se ha ido a casa a<br />

comer. Déjeme ver la hora en su reloj.<br />

-Guárdalo tú, <strong>Jane</strong>, porque a mí no me sirve de nada. -Son casi las cuatro de la<br />

tarde. ¿No tiene usted apetito?<br />

-De aquí a tres días nos casaremos. Ahora no hay que ocuparse para nada de ropas<br />

ni joyas. Todo eso no importa ni un adarme.<br />

-El sol ha secado la humedad de la lluvia de ayer... No hace nada de aire y se<br />

siente mucho calor. -¿Sabes, <strong>Jane</strong>, que tu collarcito de perlas va sobre mi áspera piel, bajo<br />

mi corbata, desde que perdí mi tesoro, en recuerdo de él?<br />

-Podemos ir a casa cruzando el bosque. Será el camino más sombreado.<br />

Pero él seguía entregado a sus pensamientos, y no hacía caso alguno de mis<br />

intentos de desviar el tema de conversación.<br />

-<strong>Jane</strong>: aunque pienses que soy un perro ateo, mi corazón rebosa gratitud hacia<br />

Dios. Él no ve como ven los hombres, sino con más clarividencia; no juzga como ellos,<br />

sino con más justicia. Hice mal tratando de empañar la pureza de mi inocente flor, y el<br />

Omnipotente me lo impidió. Y yo, en mi soberbia, en lugar de inclinarme ante su<br />

voluntad, le desafié. Pero la divina justicia prosiguió su curso y me fue preciso pasar por<br />

el valle sobre el que proyecta su sombra la muerte. El castigo ha sido justo y ha humillado<br />

mi orgullo para siempre. Yo, que me envanecía de mi fuerza, debo confiarme ahora a la<br />

<strong>Brontë</strong>, <strong>Charlotte</strong>: <strong>Jane</strong> <strong>Eyre</strong><br />

281

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!