- Page 1 and 2:
Charlotte Brontë Jane Eyre I Aquel
- Page 3 and 4:
Cada lámina de por sí me relataba
- Page 5 and 6:
-¡Hay que ver! ¡Con qué furia pe
- Page 7 and 8: Yo no estaba absolutamente segura d
- Page 9 and 10: -He visto una luz y me ha parecido
- Page 11 and 12: Al día siguiente ya me levanté y
- Page 13 and 14: -Es que me pegaron -dije, dispuesta
- Page 15 and 16: Bessie volvía del comedor y, al mi
- Page 17 and 18: encarnadas sedas y, después, en es
- Page 19 and 20: intentaba abrir el picaporte, que r
- Page 21 and 22: -El mentir es muy feo en una niña
- Page 23 and 24: Al acabar de pronunciar estas frase
- Page 25 and 26: -¡Pero no lo demuestras! -¿Cómo
- Page 27 and 28: Ya en la casa, procuré, ante todo,
- Page 29 and 30: -¡Es indignante! ¡Otra vez el pot
- Page 31 and 32: alumna, a fin de que cultivase flor
- Page 33 and 34: -Sí. -¿Y las otras profesoras? -L
- Page 35 and 36: «¿Cómo no responderá -pensaba y
- Page 37 and 38: -Pero esta tarde has contestado bie
- Page 39 and 40: procuraban saciar su hambre arranca
- Page 41 and 42: Mr. Brocklehurst se dirigió a la c
- Page 43 and 44: muchacha, tan pequeña, es peor que
- Page 45 and 46: Esos seres nos vigilan, están enca
- Page 47 and 48: A nosotras todo aquello nos sabía
- Page 49 and 50: festivas. Dábamos durante ella lar
- Page 51 and 52: «¡Qué triste es estar enfermo, e
- Page 53 and 54: faltan para ese venturoso momento.
- Page 55 and 56: para no volver a salir de él. Mis
- Page 57: La guardé en el bolsillo y me apre
- Page 61 and 62: devolver el calor y la elasticidad
- Page 63 and 64: -Sí, señora. -Voy a ver si lo han
- Page 65 and 66: La puerta vidriera del vestíbulo e
- Page 67 and 68: verde lleno de árboles que se llam
- Page 69 and 70: -¿Le aprecia usted? ¿Le aprecia l
- Page 71 and 72: Se abrió la puerta más próxima y
- Page 73 and 74: El suelo estaba endurecido, el aire
- Page 75 and 76: -No. Lanzó una ojeada a mis vestid
- Page 77 and 78: XIII Por prescripción del médico,
- Page 79 and 80: -¿Qué dices? -gruñó él-. ¿Esp
- Page 81 and 82: -¿Es ése todo el motivo de disgus
- Page 83 and 84: -En parte, porque su naturaleza suf
- Page 85 and 86: pendían, ricos y amplios, de los a
- Page 87 and 88: superioridad que me dan veinte año
- Page 89 and 90: -Puede ser. O acaso no, porque, ¿y
- Page 91 and 92: modos, mis tiernos sentimientos est
- Page 93 and 94: Esperaba una contestación violenta
- Page 95 and 96: más a gusto de lo habitual. Los va
- Page 97 and 98: -¿Para qué diablo va usted a llam
- Page 99 and 100: esperarse en una mujer que hacía p
- Page 101 and 102: Yo lo recordaba todo muy bien. En a
- Page 103 and 104: -Cierto. La verdad es que no se me
- Page 105 and 106: -De aquí a tres días, según dice
- Page 107 and 108: ozaban casi el suelo y el viento ha
- Page 109 and 110:
contestó que, si usted se oponía,
- Page 111 and 112:
Su tipo respondía, en efecto, a la
- Page 113 and 114:
Se tomó el café. Las mujeres, des
- Page 115 and 116:
Amy Eshton no oyó esta última fra
- Page 117 and 118:
La cocina, la despensa, el cuarto d
- Page 119 and 120:
-Bien. En todo caso, recuerde que s
- Page 121 and 122:
salón, su ausencia parecía produc
- Page 123 and 124:
gitanos? Sam acaba de decir que en
- Page 125 and 126:
predicciones satisfactorias. Me par
- Page 127 and 128:
La entregué un chelín. Lo colocó
- Page 129 and 130:
-¡Hum! No es eso precisamente. -En
- Page 131 and 132:
-Siéntese y cuénteme lo que decí
- Page 133 and 134:
Mi pulso, mi corazón y mi brazo se
- Page 135 and 136:
chaqueta. Tenía los ojos cerrados
- Page 137 and 138:
Rochester descorrió las cortinas d
- Page 139 and 140:
Los tres caballeros se presentaron.
- Page 141 and 142:
cometido un gravísimo error, no im
- Page 143 and 144:
-Me parece que no me conoce usted,
- Page 145 and 146:
-¿Me promete no estar más de una
- Page 147 and 148:
-Sí, Bessie -dije, besándola-. He
- Page 149 and 150:
No me era necesario guía para lleg
- Page 151 and 152:
Con mi caja de lápices y unas hoja
- Page 153 and 154:
por malos que sean. Te lo digo fran
- Page 155 and 156:
Lowood. Ahora haz lo que quieras. E
- Page 157 and 158:
él habló de adquirir un coche nue
- Page 159 and 160:
Dios que no nos separásemos nunca,
- Page 161 and 162:
-En efecto, experimento afecto haci
- Page 163 and 164:
-Usted mismo me lo ha dicho, señor
- Page 165 and 166:
De haberle amado menos, hubiese pen
- Page 167 and 168:
-Yo mismo te pondré al cuello el c
- Page 169 and 170:
-¿Y para qué necesito la mitad de
- Page 171 and 172:
Mi irritación crecía. Afortunadam
- Page 173 and 174:
al coche contrariadísima. Entonces
- Page 175 and 176:
-¿Quieres callarte o hablar con se
- Page 177 and 178:
«¡Quiero que venga, quiero que ve
- Page 179 and 180:
-Ya, ya sé que no estuve... Y adiv
- Page 181 and 182:
-¿Cómo? ¿Hay algo más? Espero q
- Page 183 and 184:
extraño, y no te falta razón, si
- Page 185 and 186:
mirada se concentraba en mi rostro,
- Page 187 and 188:
De los pálidos labios de Mason esc
- Page 189 and 190:
pesar de lo vigoroso que éste era.
- Page 191 and 192:
XXVII Varias veces durante la tarde
- Page 193 and 194:
celador en el asilo de Grimsby, ven
- Page 195 and 196:
-Su mujer existe, como usted mismo
- Page 197 and 198:
como una ardiente bala de cañón,
- Page 199 and 200:
-Desde luego, le juzgo peor de lo q
- Page 201 and 202:
prometido mi fidelidad y pedido la
- Page 203 and 204:
-Dios le bendiga -dije-. Dios le li
- Page 205 and 206:
XXVIII Han pasado dos días. Es una
- Page 207 and 208:
Miré hacia donde la campana sonaba
- Page 209 and 210:
No es agradable insistir en estos d
- Page 211 and 212:
¡Extraño lugar era aquella humild
- Page 213 and 214:
-No. ¿Qué van ellas a remediarle?
- Page 215 and 216:
-Hannah -dijo John, al fin-. Déjel
- Page 217 and 218:
-Pastelillos. -Iré escogiendo las
- Page 219 and 220:
-Y el fuego es demasiado fuerte par
- Page 221 and 222:
Soy huérfana, hija de un sacerdote
- Page 223 and 224:
un escabel, apoyaba la cabeza en la
- Page 225 and 226:
tomará la cruz de la separación c
- Page 227 and 228:
En aquel momento sobrevino un incid
- Page 229 and 230:
muy lejos, los tejados de Pale Hall
- Page 231 and 232:
-Sí -dijo John. -¿Le gusta Morton
- Page 233 and 234:
pasar la vida a su lado se renovaba
- Page 235 and 236:
-Vengo a ver cómo pasa usted la fi
- Page 237 and 238:
iniciativas. ¿Cree posible que Ros
- Page 239 and 240:
-No. ¡Con qué facilidad se asusta
- Page 241 and 242:
-Ignoro cuanto se refiere a ese cab
- Page 243 and 244:
-Y yo una mujer durísima. -Y frío
- Page 245 and 246:
-Es justo hasta cierto punto, pero
- Page 247 and 248:
-Eso está muy bien por el momento
- Page 249 and 250:
Aquella velada fue deliciosa. La en
- Page 251 and 252:
y hallé que me contemplaba atentam
- Page 253 and 254:
de dominar mis sollozos, enjugar mi
- Page 255 and 256:
-Escucha. Te he venido observando d
- Page 257 and 258:
Al oír mis últimas palabras perma
- Page 259 and 260:
XXXV No se fue a Cambridge al día
- Page 261 and 262:
-No digas tonterías, John. Pareces
- Page 263 and 264:
Y subí las escaleras mientras él
- Page 265 and 266:
XXXVI Llegó el día y me levanté.
- Page 267 and 268:
Un enamorado divisa a su amante dor
- Page 269 and 270:
erraba por la casa haciendo todo el
- Page 271 and 272:
odeado de musgo. Las ventanas de la
- Page 273 and 274:
-¿Quién me habla? ¿Es sólo una
- Page 275 and 276:
Llamé a Mary y las dos arreglamos
- Page 277 and 278:
acomodara en sus rodillas. ¿Para q
- Page 279 and 280:
-¿Estudiaba mucho? -Mucho. -¿El q
- Page 281 and 282:
ahora por todo. Ser su esposa es, p
- Page 283 and 284:
una aparición, algo que debía dis
- Page 285 and 286:
Edward estuvo ciego los dos primero