12.05.2013 Views

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Rivers en posesión de la gran fortuna de Mr. Oliver, podría hacer más beneficios a sus<br />

semejantes que los que efectuara ejerciendo de misionero bajo el sol de los trópicos. Por<br />

ello, le dije:<br />

-A mi entender, lo más razonable sería tener, mejor que el retrato, el modelo.<br />

Él se había sentado, colocando el retrato sobre la mesa y la contemplaba en<br />

éxtasis, con la cabeza entre las manos. Noté que no le ofendía mi audacia. Hasta<br />

observé que aquel modo brusco de tratar el asunto le placía y le aliviaba. Las personas<br />

reservadas necesitan a veces que se hable de sus sentimientos y angustias más que las<br />

expansivas. El más estoico es, al fin, un ser humano.<br />

-Estoy segura de que usted la quiere -dije-. Y el padre de ella le estima mucho a<br />

usted. Además, es una muchacha encantadora y si no posee una gran mentalidad, usted<br />

tiene bastante para los dos. Debe casarse con ella. -¿Acaso me quiere ella a mí? -repuso.<br />

-Más que a nadie. Nada le complace tanto como hablar de usted y lo hace<br />

continuamente.<br />

-Eso es muy agradable de oír... Estaré otro cuarto de hora -añadió, poniendo el<br />

reloj sobre la mesa para calcular el tiempo.<br />

-¿Para qué? ¿Para preparar entre tanto una violenta contradicción y forjar una<br />

cadena más que aprisione los impulsos de su corazón?<br />

-Vaya, no imagine esas cosas terribles... Imagine más bien, y acertará, que la<br />

posibilidad de un amor humano fluye en mi mente como una riada que inunda el campo<br />

que con tanto cuidado y trabajo preparé, que hace llover sobre él un suave veneno. Me<br />

veo a mí mismo sentado en una butaca en el salón de Pale Hall, con Rosamond a mis<br />

pies, hablándome con su dulce voz, sonriéndome con esos labios de coral que la diestra<br />

mano de usted ha copiado tan bien. Es mía, soy suyo, esta vida y este mundo me bastan.<br />

¡Chist! No diga nada: mi corazón está lleno de satisfacción y enervados mis sentidos.<br />

Deje pasar en paz el tiempo marcado.<br />

Sonaba el tictac del reloj. Rivers respiraba fuertemente; yo callaba. Pasado el<br />

cuarto de hora, se incorporó, guardó el reloj y dejó de mirar la pintura.<br />

-Estos minutos -dijo- han sido consagrados al delirio y a la ilusión. He ofrecido<br />

mi cerviz voluntariamente al florido yugo de las tentaciones, me he dejado cubrir las<br />

sienes con sus guirnaldas y he apurado su copa. Ahora veo ya y siento que su vino es<br />

hiel, sus promesas falsas y sus guirnaldas espinas.<br />

Volvió a mirarme y continuó:<br />

-Aunque haya amado a Rosamond Oliver tan intensamente como la amo, y<br />

reconociendo lo bella, exquisita y graciosa que es, jamás he dejado de comprender que<br />

no será una esposa apropiada para mí, que no sería la compañera que necesito. Me<br />

consta que a un año de éxtasis, sucedería toda una vida de lamentar esa unión.<br />

-¡Qué extraño! -no pude por menos de exclamar. -Hay algo en mí -dijo Rivers-<br />

inmensamente sensible a sus encantos y otra parte que nota fuertemente sus defectos. Sé<br />

que ella no compartiría ninguna de mis aspiraciones ni colaboraría en ninguna de mis<br />

<strong>Brontë</strong>, <strong>Charlotte</strong>: <strong>Jane</strong> <strong>Eyre</strong><br />

236

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!