12.05.2013 Views

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-Yo mismo te pondré al cuello el collar de diamantes y la diadema en esa frente<br />

que tiene por naturaleza un aspecto tan noble. Yo mismo ceñiré con pulseras tus finas<br />

muñecas y con anillos tus deditos de hada.<br />

-Pensemos y hablemos de otras cosas, no de esas que me resultan extrañas. No se<br />

dirija a mí como si fuera una belleza. No soy más que una vulgar institutriz.<br />

-A mis ojos eres una belleza tal como me gusta: vaporosa, delicada...<br />

-Quiere usted decir mezquina e insignificante. O sueña usted o se burla de mí...<br />

¡No se chancee, por Dios!<br />

-Yo haré que todo el mundo reconozca tu belleza -dijo. Yo me sentía realmente<br />

contrariada de la actitud que había adoptado, porque comprendía que él trataba de<br />

ilusionarme o de ilusionarse-. Cubriré a mi <strong>Jane</strong> de rasos y blondas, pondré flores en sus<br />

cabellos, adornaré la cabeza que amo...<br />

-Y no me conocerá usted entonces ni seré su <strong>Jane</strong> <strong>Eyre</strong>, sino un arlequín, un<br />

grajo con plumas de pavo real. Prefería que no se empeñase en considerarme como una<br />

bella dama. Así como yo no le llamo hermoso, a pesar de lo mucho que le amo, para no<br />

adularle, tampoco debe usted adularme a mí.<br />

Pero él continuó hablando sin hacer caso alguno de mi opinión.<br />

-Voy a llevarte en coche a Millcote hoy mismo para que elijas los vestidos que<br />

gustes. Te digo que nos casaremos dentro de cuatro semanas. Celebraremos la boda en<br />

la intimidad, en esa iglesita cercana, y luego iremos a Londres. Estaremos allí unos días<br />

y luego conduciré a mi tesoro a países más soleados: Francia, con sus viñedos; Italia,<br />

con sus llanuras. Y mi tesorito conocerá cuanto hay digno de verse: los recuerdos de la<br />

Antigüedad, las cosas modernas... Se acostumbrará a vivir en las ciudades y aprenderá a<br />

estimarse en lo que merece comparándose con las demás.<br />

-¿Viajaré con usted?<br />

-Iremos a París, a Roma, a Nápoles, a Florencia, a Venecia y a Viena. Recorreré<br />

contigo todos los países que he recorrido solo y tu pie pisará donde antes he pisado yo.<br />

Desde hace diez años he recorrido Europa medio loco, con el odio, la furia y el disgusto<br />

reinando en mi corazón. Ahora la recorreré sereno y purificado, acompañado de un<br />

ángel que me consolará...<br />

Reí y le dije:<br />

-No soy un ángel ni lo seré hasta que muera. Seré como soy, Mr. Rochester. No<br />

espere usted de mí nada celestial, porque no lo encontrará. Además, presumo que<br />

usted...<br />

-¿Qué presumes?<br />

-Presumo que durante algún tiempo quizá siga usted como ahora, pero luego se<br />

enfriará, se hará malhumorado y antojadizo y yo tendré que esforzarme mucho para<br />

agradarle. Creo, no obstante, que cuando esté bien acostumbrado a mí me apreciará.<br />

Fíjese que no digo que me ame. Supongo que la vehemencia de su amor durará seis<br />

meses o quizá menos. Es el plazo que en los libros se asigna al amor del más ardoroso<br />

<strong>Brontë</strong>, <strong>Charlotte</strong>: <strong>Jane</strong> <strong>Eyre</strong><br />

167

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!