12.05.2013 Views

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

-En efecto, experimento afecto hacia Thornfield. -Y hasta me parece que, no sé<br />

cómo, ha tomado usted cariño a esa tontita de Adèle y a esa pobre Mrs. Fairfax.<br />

ellas?<br />

-Sí, señor: las aprecio, a cada una en un sentido. -¿Le disgustaría separarse de<br />

-Sí.<br />

-Es lástima -se interrumpió y suspiró. Luego siguió diciendo-: Siempre sucede<br />

en la vida que, cuando uno encuentra un sitio donde se halla a gusto, se ve en la<br />

precisión de abandonarlo...<br />

-¿Es necesario que me vaya de Thornfield? -pregunté.<br />

-Lo siento, <strong>Jane</strong>, pero creo que sí. Me sentí anonadada, mas lo disimulé.<br />

-Bien, señor. Me preparé para cuando usted me dé la orden de irme.<br />

-Esta misma noche. -¿Es que va a casarse?<br />

-E-xac-ta-men-te -silabeó-. Se muestra usted tan sagaz como de costumbre.<br />

-¿Pronto señor?<br />

-Tan pronto que... Miss <strong>Eyre</strong>: usted recordará que cuando yo, o la voz pública,<br />

le informaron de mi intención de ofrecer mi cerviz de soltero al sagrado yugo del<br />

matrimonio, de acoger en mi amante pecho a Miss Ingram... Pero escúcheme, <strong>Jane</strong>, y<br />

no vuelva la cabeza para mirar las mariposas... Usted recordará que fue la primera en<br />

decirme, con toda discreción y respeto, como conviene a su posición, que en caso de<br />

que yo me casara con Miss Ingram, era preferible que usted y Adèle se fueran de la<br />

casa. Prescindo de la calumniosa mancha que esa sugerencia arroja sobre el angelical<br />

carácter de mi adorada y me limito, mi dulce <strong>Jane</strong>, a apreciar lo que en su indicación<br />

hay de prudente y a convertirla en mi línea de conducta. Adèle será enviada al colegio<br />

y usted, Miss <strong>Eyre</strong>, no tiene más salida que buscar otro empleo.<br />

callé.<br />

-Sí señor. Yo fui la primera en indicárselo, más suponía...<br />

Iba a concluir: «que podría continuar aquí hasta que hallase otro puesto»; pero<br />

No me atrevía a hablar mucho, temiendo que mi voz delatara lo que sentía.<br />

-La boda se celebrará de aquí a un mes -siguió Rochester-, y he buscado ya otro<br />

empleo para usted. -Gracias, señor: siento que...<br />

-No, no; nada de gracias. Entiendo que cuando un empleado cumple su deber tan<br />

bien como usted lo ha cumplido, tiene derecho a que su patrón le ayude. Mi futura suegra<br />

me ha hablado de una plaza que seguramente le convendrá: se trata de encargarse de la<br />

educación de las cinco hijas de Mr. Dionysius O'Gall, de Bitternutt Lodge, en Connaught.<br />

Es en Irlanda. Le gustará Irlanda. Según dicen, los irlandeses son muy afectuosos. -Está<br />

muy lejos, señor.<br />

-¿Qué importa? A una muchacha como usted no creo que le asuste un viaje largo.<br />

-No es el viaje, sino la distancia y el mar, que es una barrera que me separaría de...<br />

-¿De qué?<br />

<strong>Brontë</strong>, <strong>Charlotte</strong>: <strong>Jane</strong> <strong>Eyre</strong><br />

161

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!