12.05.2013 Views

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-Tu deseo es razonable -repuso- y disto mucho de considérate como una extraña.<br />

Lo dijo con tan helado tono, que me sentí mortificada. A seguir los impulsos de mi<br />

orgullo y mi cólera, me hubiese separado de él inmediatamente, pero algo en mi interior me<br />

lo impidió. Yo admiraba los principios y la inteligencia de mi primo. Me disgustaba perder<br />

su amistad, que apreciaba en mucho. No debía, pues, abandonar tan pronto el propósito de<br />

recobrarla.<br />

-¿Vamos a separarnos así, John? ¿Te separarías de mí, cuando vayas a la India, sin<br />

una palabra más amable que la de ahora?<br />

-¿Separarnos cuando vaya a la India? ¿No vas a acompañarme?<br />

-Tú mismo has dicho que no, a menos que nos casemos.<br />

-¿Y persistes en no casarte conmigo?<br />

¿Has notado, lector, la impresión de horror que producen las heladas preguntas de<br />

las personas de carácter frío? Hay en ellas algo análogo al desprendimiento de un alud,<br />

a la rotura de un mar helado.<br />

-No, John, no me casaré contigo. Persisto en mi resolución.<br />

-Vuelvo a preguntarte, no puedo evitarlo, que por qué rehúsas -dijo.<br />

-Antes -repuse- te dije que porque no me amabas; ahora añado que porque me<br />

odias. Si me casara contigo, me matarías. Ya me estás matando ahora.<br />

Sus labios y sus mejillas se pusieron blancos como la cera.<br />

-¿Que te mataría y te estoy matando? Tus palabras son injustas y violentas,<br />

delatan un lamentable estado de ánimo, merecen severa censura y son inexcusables.<br />

Pero el hombre debe perdonar a su prójimo hasta setenta veces siete.<br />

Todo había terminado. Al tratar de borrar en aquel obstinado espíritu las huellas<br />

de la ofensa anterior, no había conseguido más que grabarlas a fuego.<br />

-Desde ahora me odiarás -dije-. Todo intento de reconciliación es inútil. Ya veo<br />

que me consideras una enemiga mortal.<br />

Aquello fue aún peor, porque era verdad. Vi contraerse sus labios y comprendí<br />

que había estimulado todavía más su ira.<br />

-Interpretas mal mis palabras -me apresuré a agregar, cogiéndole la mano-. No<br />

he querido ofenderte. Sonrió con amargura y retiró su mano de la mía. Tras una larga<br />

pausa, preguntó:<br />

-¿De modo que retiras tu promesa y no me acompañas a la India?<br />

-Sí, si lo deseas, como tu colaboradora -repuse. Siguió un prolongado silencio.<br />

No sé lo que pasaba en el alma de John. Singulares luces se encendían en sus ojos y<br />

extrañas sombras oscurecían su semblante. -Ya te he demostrado lo absurdo de que una<br />

mujer de tu edad acompañe a un hombre de la mía. Te lo probé de tal forma, que no creí<br />

que volvieras a aludir a ello. Lamento por ti lo que haces.<br />

Le interrumpí. El reproche que apreciaba en su voz me daba ánimos.<br />

<strong>Brontë</strong>, <strong>Charlotte</strong>: <strong>Jane</strong> <strong>Eyre</strong><br />

260

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!