12.05.2013 Views

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

La puerta vidriera del vestíbulo estaba abierta. Me detuve en el umbral. Hacía una<br />

hermosa mañana de otoño. El sol iluminaba blandamente frondas y praderas, verdes aún.<br />

Salí y examiné la fachada del edificio. Tenía tres pisos. Era una casa hidalga, no un<br />

castillo señorial. Las almenas que cubrían su parte superior le daban un aspecto muy<br />

pintoresco. En aquellos almenares habitaban innumerables cornejas, que en este momento<br />

volaban en bandadas. El terreno inmediato a la casa estaba separado de los prados cercanos<br />

por un seto sobre el que destacaban grandes arbustos espinosos, fuertes, nudosos y duros<br />

como robles. Semejante vegetación aclaraba la etimología del nombre del lugar. Más allá<br />

de los prados se elevaban colinas, no tan altas como las que circundaban Lowood, no tan<br />

fragosas y sin tanto aspecto de barrera de separación del mundo habitado, pero sí lo<br />

bastante silenciosas y desiertas para dar la impresión de que Thornfield estaba en medio de<br />

una soledad extraña en las proximidades de una villa tan populosa como Millcote. En una<br />

de las colinas se divisaban, medio ocultos entre los árboles, los tejados de una aldea. La<br />

iglesia estaba próxima a Thornfield y su vieja torre se erguía sobre un collado.<br />

Mientras yo disfrutaba del paisaje y del aire puro, escuchaba los graznidos de las<br />

cornejas y pensaba, contemplando la residencia, en lo grande que era para una viejecita sola<br />

como Mrs. Fairfax, ella en persona apareció en la puerta.<br />

-¿Ya vestida? -dijo-. ¡Muy madrugadora es usted!<br />

Me acerqué a la anciana, quien me recibió con un beso y un apretón de manos.<br />

-¿Le gusta Thornfield? -me preguntó. Yo contesté que mucho.<br />

-Sí -dijo-: es un sitio muy hermoso. Pero temo que tienda a desmerecer si Mr.<br />

Rochester no se decide a venir a vivir aquí o, al menos, a pasar en la casa temporadas<br />

frecuentes. Las buenas propiedades requieren la presencia de sus propietarios.<br />

-¿Quién es Mr. Rochester? -interrogué.<br />

-El propietario de Thornfield -dijo ella con naturalidad-, ¿sabía que el amo se llama<br />

Rochester?<br />

Yo lo ignoraba y jamás había oído hablar de aquel caballero, pero la anciana parecía<br />

dar por descontado que Mr. Rochester debía ser universalmente conocido, y que su<br />

existencia debía ser adivinada en cualquier caso por inspiración divina.<br />

-Creí -dije- que Thornfield era propiedad de usted. , Thornfield significa,<br />

literalmente, en inglés, campo de espinos.<br />

-¿Mía? ¡Bendito sea Dios! ¡Mía! Yo no soy más que la administradora, el ama de<br />

llaves. Soy algo pariente, eso sí, de los Rochester por parte de madre y mi marido un<br />

pariente cercano. Mi marido, que en paz descanse, era sacerdote: el párroco de esa iglesia<br />

que ve usted ahí. La madre de Mr. Rochester fue una Fairfax, prima segunda de mi esposo.<br />

Pero yo nunca me he considerado como parienta, sino como una simple ama de llaves. El<br />

amo es muy bueno conmigo y yo no aspiro a más.<br />

-¿Y la niña? -pregunté.<br />

-Está a cargo de Mr. Rochester y él me mandó que le buscase institutriz. La niña<br />

vino con su bonne, como llama a la niñera.<br />

<strong>Brontë</strong>, <strong>Charlotte</strong>: <strong>Jane</strong> <strong>Eyre</strong><br />

65

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!