12.05.2013 Views

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

-Sin embargo -siguió-, debo de estar equivocada. Me engaña el corazón. Quisiera<br />

ver a <strong>Jane</strong> <strong>Eyre</strong> y la imaginación me hace ver lo que no existe. En ocho años debe de<br />

haber cambiado mucho.<br />

Entonces le aseguré con amabilidad que yo era la persona que ella suponía y a<br />

quien deseaba ver. Notando que me comprendía y que estaba en sus cabales sentidos, le<br />

expliqué que el marido de Bessie había ido a buscarme a Thornfield.<br />

-Estoy muy enferma, lo sé-dijo ella-. Hace poco he querido volverme y he<br />

notado que no puedo ni mover los músculos. Menos mal que recobro mi sentido antes<br />

de morir, porque cuando uno está sano piensa poco en lo que sucede en estos<br />

momentos... ¿Está la enfermera ahí o estás tú sola?<br />

Afirmé que estaba sola.<br />

-Bueno... En dos ocasiones me he portado mal contigo. La primera,<br />

quebrantando la promesa que hice a mi marido de que te trataría como a mis propios<br />

hijos... La otra... -y se interrumpió-. Después de todo, acaso no tenga gran importancia -<br />

dijo como para sí- y podría prescindir de humillarme...<br />

Trató de cambiar de postura y no pudo. La expresión de su faz se alteró. Parecía<br />

experimentar una sensación extraña: acaso la precursora del fin.<br />

-Haré mejor en hablar. Estoy al borde de la eternidad. Vete al cajón de mi<br />

armario y saca una carta que hallarás allí. -Y cuando hube obedecido, ordenó-: Léela.<br />

La carta, muy breve, decía:<br />

«Señora: ¿Tendrá usted la bondad de enviarme la dirección de mi sobrina <strong>Jane</strong><br />

<strong>Eyre</strong> y decirme cómo está? Me propongo escribirla y traerla conmigo a Madera. La<br />

Providencia ha favorecido mi trabajo y, como soy soltero y sin hijos, me propongo<br />

adoptar a mi sobrina y cederla a mi muerte cuanto poseo.<br />

«De usted, atto. etc. -JAME EYRE, Madera.» La carta estaba fechada tres años<br />

antes. -¿Cómo no se me informó de eso? -pregunté. -Porque yo no deseaba mover una<br />

sola mano en favor tuyo. Yo no podía olvidar tu comportamiento conmigo, <strong>Jane</strong>, la<br />

furia con que una vez te revolviste contra mí, el tono con que declaraste que me odiabas<br />

más que a nadie en el mundo, que todos mis pensamientos hacia ti eran de aversión y<br />

que te trataba con horrible crueldad. No podía olvidar tampoco lo que experimentaba<br />

cuando te volvías contra mí y comenzabas a increparme. Era como si un animal a quien<br />

hubiese golpeado me mirara con ojos humanos y me hablase para recriminarme.<br />

¡Tráeme agua! Apresúrate.<br />

-Querida tía -dije, al llevarle lo que pedía-, no piense más en eso. Perdone mi<br />

violento lenguaje. Yo era entonces una niña. Han pasado ocho o nueve años desde<br />

entonces.<br />

No hizo caso de lo que decía. Después de beber y respirar profundamente,<br />

continuó:<br />

-Te dije que no te perdonaría aquello y, en efecto, tomé mi desquite, porque la<br />

idea de que fueras adoptada por tu tío y vivieras bien era insoportable para mí. Le<br />

escribí diciéndole que sentía comunicárselo, pero que habías muerto de tifus en<br />

<strong>Brontë</strong>, <strong>Charlotte</strong>: <strong>Jane</strong> <strong>Eyre</strong><br />

154

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!