12.05.2013 Views

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

Charlotte Brontë Jane Eyre I - Rincon-Spanish

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-No digas tonterías, John. Pareces mostrarte asombrado de lo que te he dicho y<br />

en realidad no lo estás. No es posible que tu inteligencia no comprenda lo que quiero<br />

decirte. Estoy dispuesta a ser tu auxiliar, pero no tu mujer.<br />

Volvió a palidecer, pero como antes, supo contenerse y respondió con énfasis:<br />

-Un auxiliar de tu sexo, no siendo mi mujer, no me acompañará nunca. Conmigo,<br />

pues, no puedes ir. Pero si quieres, hablaré a un misionero casado cuya mujer necesita<br />

una ayudante. Gracias a tus bienes puedes ser independiente de la sociedad, y así<br />

evitarás la deshonra de faltar a tu promesa y desertar de la bandera en que te has<br />

alistado.<br />

Como sabe el lector, yo no había dado promesa alguna en firme ni alistándome<br />

bajo ninguna bandera. Tal lenguaje, en tal ocasión, me pareció harto violento y<br />

despótico. Repliqué:<br />

-No hay deshonra alguna, ni falta a promesa de ningún género, ni deserción de<br />

ninguna clase. No tengo obligación de ir a la India, y menos con personas extrañas.<br />

Podría haberme aventurado contigo a hacerlo, porque te admiro, confío en ti y te quiero<br />

como un hermano. Además, estoy segura de que, fuese con quien fuera, no viviría<br />

mucho en aquel clima.<br />

-¡Ah, temes por tu vida! -dijo apretando los labios. -Sí. Dios no me la dio para<br />

suicidarme y sospecho que si hiciera lo que deseas, casi equivaldría -a un suicidio. Y,<br />

finalmente, antes de irme de Inglaterra quisiera estar segura de que soy más útil en otro<br />

lugar que aquí. Es inútil entrar en explicaciones, pero hay un extremo que me ha hecho<br />

sufrir lo bastante para que desee cerciorarme de lo que existe-respecto a él antes de<br />

partir de Inglaterra.<br />

-Sé a lo que te refieres. Te interesas por una cosa ilegal y reprobable. Hace<br />

tiempo que debías haberla olvidado. ¿Te refieres a Rochester?<br />

Mi silencio confirmó su suposición. -Necesito saber lo que ha sido de él.<br />

-Entonces -dijo- sólo me queda rogar a Dios por ti para que no te apartes del<br />

sendero de la virtud. Creí haber hallado en ti a una de las elegidas. Pero Dios ve más lejos<br />

que nosotros, mortales. Hágase su voluntad.<br />

Abrió la verja, salió, se dirigió hacia el valle y se perdió de vista.<br />

Al entrar en el salón hallé a Diana mirando por la ventana, muy pensativa. Puso la<br />

mano en mi hombro -era mucho más alta que yo- y examinó mi semblante.<br />

-<strong>Jane</strong> -dijo-: estás pálida y agitada. Estoy segura de que pasa algo. Dime lo que<br />

tenéis entre manos John y tú. He pasado media hora mirándoos por la ventana. Perdona,<br />

pero hace tiempo que imagino no sé qué... ¡John es tan raro!<br />

Se detuvo y como yo no dijera nada, continuó:<br />

-Mi hermano debe de tener proyectos especiales respecto a ti, estoy segura. Te ha<br />

concedido una atención que nunca concede a nadie. ¿Qué es? Si estuviera enamorado de<br />

ti, me alegraría. ¿Es eso, <strong>Jane</strong>?<br />

-No es eso, Diana -repuse, poniendo su fresca mano sobre mi frente ardorosa.<br />

<strong>Brontë</strong>, <strong>Charlotte</strong>: <strong>Jane</strong> <strong>Eyre</strong><br />

261

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!