1365539256995

pudo evitarlo.
Eavan la miró completamente atónita.
—¿¡Qué!?
Claire le contó que había ido a ver a Eileen, y que ella había afirmado que nunca se habían
querido de verdad. Después le contó lo de la comida con su padre y Lacey Dillon.
—¿Lacey Dillon? —Eavan abrió los ojos como platos—. ¿No es el nombre de la empresa
de selección de personal?
Claire asintió con la cabeza.
—¿Cómo lo sabías?
—Son bastante conocidos —le explicó Eavan—. Trabajan para Trontec, pero siempre creí
que eran los apellidos de dos personas.
—Sí, bueno, pues ya ves que no. Yo creo que suena a nombre de estrella porno.
Eavan se rió.
—Es verdad, pero por tu descripción no lo parece.
—No, es la persona más fría y formal que he conocido en mi vida. Pero lo de dos hijos de
padres diferentes... y mi padre quiere casarse con ella.
—Entiendo que estés alucinando. Yo tampoco me lo puedo creer.
—Es más que alucinar. —Claire jugueteó con su copa.
—Aunque supongo que si no eran felices...
—Pero es que nunca me parecieron infelices. Ésa es la cuestión. —Claire miró a su amiga
—. Nunca me lo imaginé, ni de lejos. Y eso es algo que hace que me sienta especialmente
idiota.
—A veces no sabemos qué está pasando en la vida de otras personas —dijo Eavan—.
Creemos que sí, pero nos equivocamos.
—He llegado a la conclusión de que no tengo ni idea de las relaciones —comentó Claire—.
Georgey me llamó el otro día para contarme que estaba un poco triste por un chico del
campamento y me di cuenta de que no sabía qué decirle.
—¡Georgey y un chico! —Eavan se echó a reír—. Bien por ella.
—No me parece tan bien si estaba triste —la contradijo Claire—, pero me gustó que me
llamara. En fin, quería saber cómo supe yo que Bill y yo nos queríamos.
—¡Oh! —Eavan hizo una mueca—. ¿Cómo contestaste a eso?
—No pude —reconoció Claire—. Pero se me ha ocurrido una idea. En cierto modo, ya he
comenzado a ponerla en práctica.
—¿De qué estás hablando?
Mientras Claire le explicaba su plan de salir con hombres para adquirir un poco de
experiencia y poder entender lo que Georgia estaba viviendo, Eavan permaneció sentada en un
silencio atónito.
—Claire, ya sé que he estado encima de ti insistiéndote para que salgas y, aunque soy una
entusiasta desaforada de que hagas cosas nuevas, no estoy totalmente segura de que intentar
conocer a hombres en serie sea una buena idea —comentó cuando su amiga hubo terminado
de hablar—. Es un poco desconsiderado, ¿no te parece?