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CAPÍTULO 37
Cobaea (cobea): flores violetas o amarillo verdoso. Crecen
rápido. Aclimatarla antes de plantarla.
A LAS OCHO DE LA MAÑANA, Eavan se deshizo del abrazo de Glenn.
—¿Adónde vas? —preguntó él.
—Creía que no estabas despierto.
Glenn se incorporó.
—No he dormido.
—Yo tampoco.
—Un tiempo desperdiciado, entonces. Los dos despiertos y ninguno de los dos ha hecho
nada para remediarlo.
—¿Qué podíamos hacer? —Eavan le miró—. Tú ya no confías en mí, y crees que yo no
confío en ti.
—Lo siento —dijo.
Eavan se mordió el labio.
Glenn estiró la mano para alcanzarla y atraerla nuevamente a la cama. Ella lo miró insegura.
—Por favor —le pidió él—. Ven a la cama. Sólo unos minutos.
Ella volvió a meterse debajo de las mantas.
—Soy un idiota —dijo Glenn.
Eavan se encogió de hombros.
—Tienes que entenderme, me volví un poco loco cuando me quedé sin trabajo.
La mujer no dijo nada.
—Mira, yo soy un tío, así que no me analizo mucho. Naturalmente lo hice con el tema de la
bebida, pero no me gusta pensar mucho las cosas. Sin embargo, sé que gran parte de mi
autoestima... —hizo una mueca al decir el término—... gran parte de ella estaba ligada al
trabajo. Después de dejar la bebida, tuve que hacer que otras cosas fueran importantes para
mí. Y el trabajo era una de ellas. Sobre todo porque, después de comprar esta casa y tener a
Saffy, se hizo esencial. Perder mi empleo me hizo sentir que perdía una parte de mí mismo. Y
todas las cosas que me decía sobre ser importante y una buena persona, y todas esas
sensiblerías, no me servían de nada.
Eavan se mordió el labio con más fuerza, pero permaneció callada.
—Y no podía contártelo... Me quedé hecho polvo cuando te enteraste, a pesar de que
sabía que en algún momento tendrías que saberlo... Y cuando te pusiste tan práctica y
decidiste que debíamos vender la casa y que tenías que conseguir un trabajo..., bueno, eso
me hizo sentir aún peor. Tú estabas comportándote de manera increíble y lo único que yo
quería era beber.
—Tú te quedaste con Saffy, y la llevaste al puerto, y a ella le encantó. —La voz de Eavan
se quebró.