31.05.2013 Views

1365539256995

1365539256995

1365539256995

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

casa de Claire. Cogí un taxi y le dije que se diera prisa. Pero era mucho más tarde de lo que<br />

yo creía. Tú ya te habías marchado.<br />

—Pero no has llegado a casa hasta el amanecer —le recordó ella.<br />

—Bueno, es que decidí volver caminando —dijo él—. Desde casa de Claire hay quince<br />

malditos kilómetros, y ya había caminado otros quince esa noche. Estaba destrozado, las<br />

piernas me iban solas. Tuve que parar un par de veces por el camino. Pero por alguna razón<br />

me había convencido de que caminar era importante, no debía rendirme y coger un taxi. Ya sé<br />

que te parecerá una locura, pero la verdad es que a estas alturas me he hecho adicto a<br />

caminar...<br />

—Yo creí que lo estabas utilizando como una excusa —le explicó Eavan—. Pensaba que tal<br />

vez estabas enfadado conmigo, enfadado por lo del aborto.<br />

—Oh, Dios, no. —La rodeó con los brazos y la abrazó con fiereza—. Hiciste lo que tenías<br />

que hacer. Eres una madre maravillosa con Saffy y la mejor persona que conozco. No lo<br />

hubieras hecho si no hubiera sido la única alternativa.<br />

Eavan comenzó a llorar.<br />

—A veces tengo la sensación de que debería haber tomado otra decisión. Y cuando las<br />

cosas van mal, siempre pienso que es un castigo por lo que hice.<br />

—No pienses eso —dijo él—. Nunca pienses eso.<br />

Glenn la acostó en la cama, a su lado. Ella se puso de costado para mirarle y él la besó.<br />

Entonces ella lo abrazó y lo atrajo hacia sí, acariciándole el cuerpo.<br />

«Casi nos perdemos el uno al otro —pensó mientras él la volvía a besar—. Hemos llegado<br />

al límite de lo mal que podían ir las cosas y hemos logrado superarlo juntos. Va a ser duro, lo<br />

sé, pero nos tenemos el uno al otro. Juntos podemos hacer que funcione. Tenemos que<br />

hacerlo.»<br />

El sol asomaba por el horizonte, pero el cielo estaba nublado, y mientras Claire, Eileen,<br />

Georgia y Steve estaban sentados en la cocina, comenzó a llover, suavemente al principio y<br />

después en un crescendo de perdigones que golpeaban las ventanas.<br />

—Menos mal que organizamos la barbacoa ayer —dijo Georgia—. Hoy habría sido un<br />

fracaso.<br />

Claire asintió distraídamente. Estaba intentando pensar cómo les explicaría la situación a los<br />

padres de Steve. A pesar de lo que él había dicho sobre el desinterés de éstos, ella no se<br />

creía que no estuvieran pasándolo fatal. En ese momento deseaba no haber dicho que sí a las<br />

tazas de té que Eileen había propuesto y que ahora estaba lavando con entusiasmo.<br />

—¿Cuál es tu número de teléfono? —le preguntó a Steve bruscamente, alejando su taza de<br />

té medio llena y cogiendo el teléfono inalámbrico. Este sonó durante un minuto antes de que<br />

una voz somnolienta contestara. Claire preguntó si estaba hablando con la señora Ó Sé, y<br />

después de que la mujer le confirmara que así era, y le dijera que si no se había dado cuenta<br />

de que era muy temprano, y la increpara preguntándole qué demonios estaba haciendo<br />

molestando a la gente a esa hora de la madrugada, Claire le contó lo de Steve.<br />

—¿Qué? —La voz de Gráinne Ó Sé era de absoluta sorpresa—. No la creo.<br />

—Pues créame —dijo Claire malhumorada—. Está en mi cocina. Y, para decirle la verdad,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!