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CAPÍTULO 14
Lunaria (lunaria): frutos planos, como discos nacarados. Se
puede cortar y dejar secar.
COMENZÓ A LLOVER A MEDIANOCHE. Claire, que estaba leyendo en la cama, se levantó
al oír el sonido de la lluvia contra las cristaleras. Aún hacía un calor sofocante, así que no
cerró del todo la ventana. Confió en que, al despertar, no se encontrase con una pequeña
inundación.
Los truenos comenzaron sobre las tres; retumbaban tanto que la despertaron de su sueño
irregular. A Claire le gustaban los truenos y los rayos, siempre disfrutaba del espectáculo de
las tormentas, pero aquella noche era una nimiedad: más ruido que acción, como le dijo en un
murmullo a Phydough, que se había metido en su habitación al oír el primer estruendo. No
creía que aquello bastara para despejar el ambiente, pero nunca se sabía.
A la mañana siguiente continuaba lloviendo, lo que hizo que a Claire le resultara más fácil
sentarse al ordenador y trabajar todo el día, a pesar de que, cada tanto, paraba para mirar su
mail y chascar la lengua cada vez que comprobaba que Danno y Guru seguían ignorándola.
«Tal vez debería añadir mi propio perfil —pensó—. Si lo hago lo bastante interesante, tal
vez alguien se ponga en contacto conmigo. En realidad, parecía muy aburrida en mis
mensajes. No me extraña que no se hayan molestado en contestar.»
Terminó de trabajar a última hora de la tarde. Cogió un cuaderno de espiral de su escritorio
y lo abrió por la primera página. Aunque todavía no había salido con nadie, había obtenido
bastante información. Y, aunque Paul fuera un amigo, podía utilizarle como material de
investigación, pero sin herir sentimientos, se prometió a sí misma.
TODO LO QUE HAY QUE SABER SOBRE MUJERES Y HOMBRES, escribió
cuidadosamente en mayúsculas.
1. A las mujeres les halaga que los hombres las observen. Así que tal vez
funcione a la inversa. ¿Deberíamos decirles que están atractivos con lo que llevan
puesto? (A Bill nunca le importó, pero ¡no era ni de lejos la persona adecuada
para usar como patrón!)
2. Es horrible hacer una llamada para pedirle una cita a alguien. Así que si vas
a decir que «no» hay que procurar ser muy agradable al decirlo.
3. Ser rechazado duele.
Se mordió el labio. Ella se había sentido dolida porque JustMe tenía pareja y porque Danno
y Guru no habían contestado. Y lo más absurdo de todo era que a ella esos hombres ni
siquiera le importaban. ¿Cómo sería para alguien verdaderamente implicado?
4. Pero hay que recuperarse y volver a intentarlo.
Miró la hora. Todavía quedaba tiempo para que Paul llamara y cancelara lo de tomar algo