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CAPÍTULO 36
Indigofera (índigo): altas y estilizadas flores de color púrpura
desde mediados del verano hasta el otoño. Los tallos pueden
marchitarse por las heladas invernales, pero vuelven a brotar.
TODAVÍA SEQUÍA SONANDO Norah Jones. Claire reconoció el ritmo sencillo de «Shoot the
Moon» al salir al patio, donde la mayoría de sus invitados, incluidos Georgia y Steve, se
movían lentamente, al ritmo de la música.
—¿Y bien? —preguntó Nate. Le ofreció la mano y ella la cogió. Su corazón latía más de
prisa ahora que él la había acercado hacia sí. Claire mantuvo el cuerpo rígido, sin adaptarse al
suyo, con la cara a una distancia suficiente como para conversar.
—Has hecho un trabajo magnífico en el jardín —le comentó forzadamente.
—Me lo has dicho un millón de veces.
—Tenía miedo de que no me gustase cuando terminaras —dijo ella—. De perderlo.
—No hubiera permitido que eso sucediera. —Apretó los dedos sobre los de ella.
Georgia, que tenía la mejilla apoyada en el hombro de Steve, levantó los ojos y miró a su
madre y a Nate. «Parece como si llevara un bloque de hielo en la cabeza —pensó Georgia—.
No quiere bailar con él.» Georgia suspiró y Steve la atrajo con más fuerza hacia él.
—Me estás ahogando —murmuró, y sintió cómo Steve se reía, levantó la cabeza del
hombro de Steve—. ¿Qué es tan divertido?
—Hay música agradable para bailar —dijo él—. Y tú estás preocupada por si te ahogas.
—Supongo que no soy una chica de bailes.
—Supongo que no. —Él la besó en los labios.
—Mi madre nos verá —susurró ella—. Y no te quiero, ya lo sabes.
—¿Quién dice que tengas que quererme?
Claire vio el fugaz beso y, por imposible que pareciera, su cuerpo se tensó aún más.
—¿Qué pasa? —preguntó Nate.
—Georgia —susurró—. Y ese chico. Besándose. Otra vez.
—Son las cosas que hacen.
«Ya sé que es lo que hacen —pensó Claire—. Pero no me puedo sacar de la cabeza el
hecho de que es ella quien lo hace. ¡Ni siquiera me lo ha presentado como es debido! ¿Y qué
hago si se convierte en su novio? Según papá, ella no cree que sea su alma gemela, ¿así que,
por qué le está besando?»
Cerró los ojos. «Él le va a hacer daño. Y espero ser capaz de poder ayudarla cuando eso
suceda.»
La música pasó suavemente a «Come Away With Me».
—Suena apetecible.
—¿Eh?