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esforzarse, uno de sus vestidos ajustados. Cuando hacía eso también se arreglaba el pelo,<br />

algo que a Bill siempre le había gustado. Los vestidos, por supuesto, también dependían de lo<br />

gorda que se sintiera en esa época. A veces se sentía como una versión del muñeco de<br />

Michelin, con flotadores de grasa que podrían hacer reventar la tela, de modo que le era<br />

imposible ponerse los vestidos. Si había estado haciendo una dieta enfermiza entonces se<br />

sentía lo bastante delgada como para atreverse a lucirlos. Normalmente, se compraba los<br />

vestidos cuando comenzaba una dieta, para así animarse a continuar. Aunque realmente no la<br />

animaban mucho; en realidad, era más habitual que la hicieran desesperarse. Pero las veces<br />

en que le cabían, se sentía de maravilla.<br />

Se mordió el labio y miró su ropa. No tenía nada que fuera arreglado y a la vez no<br />

demasiado formal. Lo más cercano era el vestido de seda color ocre con el estampado<br />

decorado con abalorios en forma de zafiros que se había puesto en Jamaica y las otras veces<br />

que se sentía lo bastante delgada como para meterse dentro. Era antiguo, pero muy bonito, y<br />

podía ser muy arreglado o no dependiendo de los accesorios.<br />

Se quitó la falda y el top y se puso el vestido. Naturalmente, ahora le quedaba perfecto. Los<br />

huesos de las caderas se marcaban por debajo de la seda.<br />

El recuerdo volvió como una flecha. La cena de aniversario. Cork. Incheydony. Bill la había<br />

sorprendido llevándola al célebre spa, donde la habían masajeado, amasado, envuelto y<br />

frotado hasta que estuvo reluciente. Habían cenado en el restaurante con vistas al océano<br />

Atlántico y ella se había puesto el vestido de seda color ocre.<br />

Se retorció para quitárselo y lo colgó de nuevo. Después sacó sus vaqueros favoritos del<br />

armario y se los puso con una camiseta blanca y una chaqueta negra de cuero. Volvió a<br />

mirarse. No era del todo sexy, pensó, pero gracias a Dios por los vaqueros y las camisetas,<br />

que nunca pasaban de moda.

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