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—No lo sabía. —Georgia parecía escéptica—. Creo que los tíos tienen que saber si llevas
perfume y, si lo haces, cuál llevas.
Claire se echó a reír.
—Yo llevé Dior durante años. Pero los hombres son animales de costumbres, Georgey.
Descubren lo que te gusta y siguen regalándotelo siempre. Descubren algo que les gusta a
ellos y siguen haciéndolo hasta que quieres pegarles. Pero eso no hace que les quieras
menos.
—¡Suena como si hubieras tenido que acostumbrarte a él! —exclamó Georgia.
—Me encantaba acostumbrarme a él. —Claire le sonrió a través del espejo—. Y esas
cosas son tan nimias que no importan. Te adaptas, supongo. A mí me encanta el pepino, pero
tu padre lo odiaba, así que nunca lo ponía en las ensaladas. A él le gustaba la comida un poco
más picante que a mí, pero aceptó que, si yo hacía el curry, no iban a salirle llamas de la
boca. Eso pasa cuando te casas con alguien.
—¿Y qué hay del tal Oliver? —preguntó Georgia—. ¿Qué piensas de él?
Claire miró a su hija avergonzada.
—Quiero salir con él porque es un hombre atractivo —reconoció—, y porque fue bastante
agradable en la cena.
Georgia clavó la mirada en el suelo.
—Fue todo muy natural. —A Claire le dio la impresión de que su hija no estaba satisfecha
del todo con su respuesta.
—¿Y si te enamoras de él?
—¿Te importaría?
—No lo sé. —Georgia se enrolló con furia un mechón de pelo entre los dedos—. No lo
conozco.
—Pasarían siglos antes de que me enamorara de él —dijo Claire—, y él también tendría
que enamorarse de mí, algo que, honestamente, considero poco probable. —Se abrochó el
collar—. ¡Oh, Georgey, no lo sé! Lo que sí sé es que nadie reemplazará nunca a tu padre.
Pero ahora entiendo que la gente tiene algo de razón cuando dice que no salgo lo suficiente.
Así que, si tengo que salir, imagino que puedo hacerlo con alguien atractivo.
Georgia se sacó un pedazo de papel del bolsillo.
—¿Qué tal parado sale en mi lista de novios? —preguntó.
——¡Él no es un novio!
Georgia la miró apenada.
—Vuelve a leerme los requisitos —le pidió Claire con resignación.
—Medianamente atractivo (nada de barba/pelo largo/el pecho no demasiado peludo).
—¿Tienes algún problema con los hombres peludos? —preguntó Claire.
—No me gustan los hombres con pelo en la espalda. —Georgia se estremeció—. Es
desagradable. Pero tú ya me has dicho que Oliver es atractivo, así que esa parte está bien.
—Te dije que se parece a Becks —le recordó Claire—. Y no lleva barba.
—Becks lleva pelusilla de vez en cuando.
—Oliver definitivamente no —confirmó Claire.