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Cuando llegaron a casa, Saffy empezó a jugar a los médicos con sus muñecas favoritas y<br />
Eavan subió al piso de arriba. El vaso de Glenn había quedado sobre el armario de Saffy, así<br />
que fue a la habitación a recogerlo. Entonces, sintiéndose terriblemente estúpida y culpable, lo<br />
olió. Lo único que pudo captar fue el aroma dulce de la Coca-Cola. Aun así... quedaba una<br />
gota de líquido. Inclinó el vaso y dejó que la gota cayera en su lengua. Parecía sólo Coca-<br />
Cola.<br />
Suspiró profundamente. Era ridículo por su parte albergar aquellas repentinas sospechas<br />
sobre su marido. En los cinco años que llevaban casados, Glenn nunca le había dado ni la más<br />
remota razón para sospechar que no hubiese dejado el alcohol por completo. Las ocasiones en<br />
que se había preguntado o preocupado al respecto... bueno, nunca se había preocupado en<br />
serio. Tan sólo era una forma práctica de poner a prueba sus sentimientos. Pero en esos<br />
momentos era diferente.<br />
Estaba preocupada porque, últimamente, Glenn se comportaba de forma extraña. Sus<br />
horarios eran muy desorganizados, a veces se iba de casa muy temprano y en ocasiones<br />
parecía que se marchaba muy tarde. La hora de vuelta también se había vuelto errática. Él lo<br />
explicaba todo con lo de la expansión del negocio y las reuniones, pero seguía siendo muy<br />
anárquico. Como su conversación. Glenn discutía con ella por las cosas más tontas. Se<br />
contradecía. A veces parecía que incluso se olvidaba de que le había dicho algo.<br />
Y no habían hecho el amor desde antes del cumpleaños de Saffy. Ahora, cuando Glenn se<br />
metía en la cama, parecía que se quedara dormido aun antes de apoyar la cabeza en la<br />
almohada. Al principio, Eavan lo atribuyó al trabajo extra, pero ya no podía evitar preguntarse<br />
si la bebida tendría algo que ver.<br />
En realidad nunca parecía estar bebido, pero ¿no decían que precisamente eso se les daba<br />
muy bien a los alcohólicos, ocultar que estaban borrachos como cubas? ¿Fingir que estaban<br />
sobrios después de haberse bebido dos botellas de alcohol? ¿No se suponía que así<br />
funcionaba?<br />
Suspiró con pesar. Si estaba bebiendo, lo hacía fuera de casa. Y si ése era el caso,<br />
entonces volvía a casa conduciendo borracho. ¿Realmente se arriesgaría a algo así?<br />
Fue al piso de abajo y abrió el armario de las bebidas. Allí no guardaban bebidas<br />
alcohólicas y, por lo que Eavan podía ver, sólo había la cantidad habitual de batidos y zumos.<br />
Pensó que si Glenn había decidido volver a beber, no guardaría las botellas a la vista, sino en<br />
algún lugar donde ella no buscaría. Glenn era mucho más listo que eso. ¡Todos los alcohólicos<br />
eran más listos que eso!<br />
Corrió de nuevo escaleras arriba y fue al baño. Levantó la tapa de la cisterna y miró en el<br />
interior. «Eres tan idiota», se dijo a sí misma avergonzada mientras volvía a colocar la tapa.<br />
Glenn no volvería a beber, no había vuelto a beber, y si lo estuviera haciendo ¿por qué<br />
demonios había pensado que iba a esconder una botella en la cisterna del váter?<br />
Probablemente eso sólo lo hacían los alcohólicos de la tele.<br />
Negando con la cabeza ante su estupidez, Eavan volvió al piso de abajo.<br />
Claire lo estaba pasando inesperadamente bien en la ciudad. Había olvidado lo divertido que<br />
era buscar la ropa perfecta, aunque no tenía ni idea de lo que se llevaba. Descubrió que le<br />
gustaban los escotes que estaban de moda y que, además, le quedaban bien. Las faldas<br />
veraniegas de gasa y lino de esa temporada eran un poco más largas, y ocultaban casi del<br />
todo las cicatrices de sus piernas. Los colores verde lima y naranja brillante, que habían<br />
tomado las calles, iban a la perfección con ella. Se compró una selección de camisetas y tops