31.05.2013 Views

1365539256995

1365539256995

1365539256995

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

problema de las mujeres de su edad, que no había hombres disponibles? ¿No era por eso por<br />

lo que Rosie y Petra estaban tan preocupadas por encontrar pareja antes de cumplir los treinta<br />

y cinco? ¿Acaso no pensaban que, una vez se había pasado de los treinta y pocos ya no había<br />

esperanza? De repente se acordó de un mail que Trinny Armstrong había reenviado una vez a<br />

todas las empleadas de Locum Libris. Las había hecho reír a todas, pero también asentir con<br />

la cabeza por lo cierto que era.<br />

Los hombres agradables son feos. Los hombres atractivos no son agradables.<br />

Los atractivos y agradables son gays. Los atractivos, agradables y heterosexuales<br />

están casados. Los hombres que no son tan atractivos, pero son agradables, no<br />

tienen dinero. Los hombres que no son tan atractivos, pero son agradables y<br />

tienen dinero, piensan que las mujeres sólo los perseguimos por su dinero. Los<br />

hombres atractivos sin dinero persiguen nuestro dinero. Los hombres atractivos<br />

que no son tan agradables y más o menos son heterosexuales, piensan que no<br />

somos lo bastante guapas. Los hombres que creen que somos guapas, que son<br />

heterosexuales, más o menos agradables y tienen dinero, son unos cerdos. Los<br />

hombres que son más o menos guapos, más o menos agradables, tienen algo de<br />

dinero y gracias a DIOS son heterosexuales, son tímidos y NUNCA dan el primer<br />

paso. Los hombres que nunca dan el primer paso pierden el interés<br />

automáticamente cuando nosotras tomamos la iniciativa. POR LO TANTO,<br />

¿QUIÉN ENTIENDE A LOS HOMBRES? Los hombres son como el vino bueno. Al<br />

principio todos son uvas, así que es nuestro trabajo pisotearlos y mantenerlos en<br />

la oscuridad hasta que maduran y se transforman en algo con lo que te gustaría<br />

cenar.<br />

Su teléfono sonó avisándole que tenía un nuevo mensaje. Rebuscó en su bolso y lo leyó. El<br />

mensaje era de Georgia, hoy d 1 a , m lo stoy psndo mb. Tq. G., leyó.<br />

Bueno, por lo menos Georgia estaba bien otra vez, aunque se hubiera encontrado con un<br />

chaval que terminaría por ser un cerdo de los del mail de Trinny. Claire sintió de nuevo una<br />

punzada de rabia por su hija. Ése era el motivo por el que era importante que averiguara cosas<br />

sobre los hombres, se reafirmó en ello. Aunque sus circunstancias fueran completamente<br />

diferentes. Sólo así podría aconsejar a Georgey sobre la forma correcta de encarar las cosas.<br />

Continuó hojeando la revista, pero no era demasiado interesante, así que se alegró de que<br />

el tren llegara a Dundalk a la hora prevista. El andén de hormigón estaba realmente caliente<br />

bajo sus pies, tanto que Claire se sentía como si estuviera de vacaciones en el extranjero. Se<br />

compró un helado enorme en una tienda próxima a la estación y lo lamió alegremente mientras<br />

se dirigía hacia la casa de sus padres. Lo terminó justo al llegar a la puerta.<br />

Eileen estaba en el jardín de delante, podando las rosas de los rosales que delineaban el<br />

camino de entrada.<br />

—¿Eso no es trabajo de papá? —preguntó Claire abriendo la puerta—. Se pondrá como<br />

loco contigo por entrometerte. ¿Cómo estás? —Le dio un beso a su madre en la mejilla—.<br />

¿Dónde está papá?<br />

Eileen le sonrió brevemente.<br />

—Ahora no está. Casi he terminado. ¿Por qué no entras y enchufas la tetera? ¿Te apetece

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!