Tesis Doctoral - Universidad de Huelva

Las Uniones extramatrimoniales ante la falta de conubium:
Fundamento jurídico de los impedimentos matrimoniales en la Roma clásica
segundas nupcias de la madre, sin haber dejado transcurrir
el tempus lugendi entre el fallecimiento del primer marido
y el segundo matrimonio, e igualmente, ocurría con la
mujer divorciada que contraía nupcias sin haber
transcurrido seis meses de la disolución del anterior
matrimonio.
Finalmente, podemos definir al lucuts como el tiempo
de luto (tempus lugendi) durante el que la viuda no podía
contraer segundas nupcias, debiendo esperar un plazo de
diez meses para volver a casarse. La razón de este plazo,
que posteriormente se amplió a once meses, obedecía a
evitar dudas sobre la paternidad de un hijo póstumo y
evitar así la turbatio sanguinis; si bien, podía volver a
casarse sin plazo alguno con permiso del emperador y
cuando tenía el hijo del marido muerto. No obstante lo
anterior, en el año 382 d.C., la falta de conubium ante
supuestos en los que no se respetase el tempus lugendi se
extendió hasta los doce meses siguientes al fallecimiento
del marido pero nunca se aplicó al hombre viudo, tal y
como el profesor Robleda 763 aclara en su obra. En todo
763 O. ROBLEDA, El matrimonio en Derecho Romano..., op. cit., p. 207;
O. ROBLEDA, Matrimonio inexistente o nulo..., op. cit., p. 1131. El
profesor Robleda sostiene en la primera obra que: "A partir de esta
fecha el impedimento duró un año a contar desde la muerte del marido.
El impedimento, como se ve, afectaba únicamente a la mujer viuda; no,
en cambio, al viudo; escribe, en efecto Séneca: Annum feminis ad
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