Tesis Doctoral - Universidad de Huelva

Las Uniones extramatrimoniales ante la falta de conubium:
Fundamento jurídico de los impedimentos matrimoniales en la Roma clásica
Sobre esto último cabe advertir, por tanto, que
matrimonium tiene su raíz en mater y se refiere tanto a
"madre" como a "maternidad". La razón estriba en que al
contraer matrimonio, el vir conducía a la domus a una
madre, considerada como aquella mujer legítima que
presidía y gobernaba la casa de forma digna y noble. Del
sustantivo femenino mater derivan otros como, por ejemplo,
"matriz" (del latín, matrix), "matriarca", "madrina" (del
latín, matrina) e incluso "matrona" (del latín, matrona,
vocablo frecuentemente atribuido a la dama romana y que
servía para reflejar la personalidad fuerte y recta de una
ama de casa preocupada por su marido y por la educación de
sus hijos) o mulier familiae 68 .
Entendemos, por tanto, que el término matrona se
refiere a la mujer que ha engendrado hijos y materfamilias
sería la que, mediante un solemne acto jurídico, ha pasado
a formar parte de la familia del marido.
68 Para una investigación más a fondo sobre esta historia, vid. por
todos, E. CANTARELLA, Viejas y nuevas hipótesis sobre el
matriarcado..., op. cit., p. 7 ss.; JEAN-NOËL ROBERT, Los placeres en
Roma..., op. cit., p. 181 ss. Esta imagen tradicional de la matrona
romana nos llega de época republicana e imperial cuando todo joven
romano aprendía la historia de Lucrecia, mujer de Tarquino Collatino,
de quien literalmente se dice que esperaba el regreso de su marido
"por la noche, junto al fuego, devanando e hilando" y que, víctima de
una odiosa violación, prefirió matarse antes que "sobrevivir a su
deshonra".
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